Bilbao - Alexander Podolsky (Podolsk, Rusia, 1991) tiene un récord de 9-0, con tres peleas ganadas antes de tiempo. El ruso se enfrentará en Bilbao a Jon Fernández, campeón de España del superpluma, en busca del WBC Silver. El rival del etxebarritarra, que atiende a DEIA a través de la traductora Kseniya Tokareva, se califica como un púgil “de la escuela soviética clásica”.

¿Cómo afronta el combate contra Jon Fernández en busca del título WBC Silver?

-No me gustaría revelar mucha información sobre mi preparación previa al combate. Me va bien. Estoy trabajando mucho para potenciar mis cualidades físicas y fortalecer mi estado psicológico.

¿Qué tipo de pelea espera ante un adversario como el etxebarritarra?

-Pienso que será un combate duro para los dos. Para mí empezó desde el primer día de entrenamientos en el gimnasio.

¿Cómo calificaría su estilo de boxeo?

-Me describiría como un púgil de la escuela soviética clásica.

¿Cuáles son sus puntos fuertes y sus puntos débiles en el ring?

-Esta información la dará mi rival después del combate. Mi objetivo es hacer el máximo uso de mis fortalezas e intentar dejar fuera mis puntos débiles para llevar a cabo la pelea con éxito.

Peleará en Bilbao, contra un rival vasco y fuera de casa. ¿Le afectará combatir en el territorio de su contrincante?

-A lo largo de la carrera de todo gran campeón hay combates que se organizan fuera de casa. Estoy tomando esta pelea como una más en mi camino hacia la gloria. Además, todos mis combates, a excepción del del debut, se organizaron en otros lugares.

Jon Fernández es más alto. Mide 1.80 metros. ¿Considera fundamental esa diferencia de altura?

-No creo que sea un problema para mí. Tengo un buen juego de piernas, por lo que no creo que haya algún tipo de complicación.

¿Han entrenado con ‘sparrings’ de una talla similar?

-Por supuesto, contamos con los boxeadores de su antropometría y ensayo con ellos.

¿Cómo está yendo la preparación para la pelea?

-Todo va como la seda, según nuestro plan. Así que estoy muy contento y muy motivado.

¿Qué piensa de Jon Fernández?

-Pienso que Jon es un boxeador talentoso. Sería un gran placer para mí vencerle por este título. Jon posee un estilo que le pega y le luce, muy vistoso. De todos modos, ya tuve ocasión de enfrentarme a boxeadores de su altura y su estilo.

A pesar de la juventud, Fernández tiene más experiencia que usted en el ruedo profesional. ¿Es un punto a favor para su adversario?

-No creo que mi rival tenga más experiencia que yo. En el ámbito profesional he alcanzado más rounds, incluso, teniendo mejores oponentes que Jon. Además, hice una larga carrera de boxeo amateur olímpico, que duró seis años; fui miembro del equipo nacional de Rusia y tuve alrededor de 220 combates en el boxeo amateur, 60 o 70 de ellos a nivel internacional. Así que, me parece que soy un púgil más experimentado que Fernández.

¿Han estudiado al rival?

-Sí, claro. Ya tenemos elaborada una estrategia para este combate. Hemos visto todas sus peleas muchas veces y ya hemos sacado nuestras conclusiones.

¿Cree que Jon Fernández es el favorito a llevarse el cinturón WBC Silver?

-Claro que podríamos considerar a Jon como el favorito para llevarse el título. Lo más probable es que para el público local así sea, ya que le conocen solamente a él y pueden ver sus récords y sus títulos. Yo, por mi parte, no tengo firmado ningún contrato con una gran empresa promotora como Jon y, por lo tanto, no poseo títulos. Siempre participo en calidad del oponente o la parte B, como se dice en el mundo del boxeo. Pero los rivales a los que me he enfrentado, y a uno de ellos le gané por K.O., les dan cien vueltas a los rivales de Jon y eso es un hecho

¿Cuáles considera que son los puntos fuertes de Jon Fernández? ¿Y los débiles?

-Uno de los puntos fuertes de Jon es que lanza buenas combinaciones, y también podría decir que se siente muy bien peleando a distancia. Los débiles los mostraré en el ring.

Jon Fernández ha ganado sus trece peleas en profesionales. Las últimas once por K.O. ¿Le dan respeto esos números?

-Lo único que siento hacia mi oponente es respeto. Tengo un rival joven, muy fuerte y talentoso. Por lo que será una buena prueba para mí.

Usted lleva un récord de 9-0 y, aunque posee menos peleas que Jon Fernández, ha alcanzado los 51 rounds, por los 35 del de Etxebarri. ¿Le beneficiaría una pelea dura, que se alargara hasta el último asalto?

-No lo sé. En el boxeo nunca se sabe cómo puede terminar una pelea. Estaré preparado para llegar hasta el último asalto y pienso ganar en cada round. Si se me presenta la posibilidad de acabar el combate antes de tiempo, aprovecharé la oportunidad.

En marzo tuvo la oportunidad de pelear contra Largacha en Bilbao. ¿Cómo vio el ambiente de boxeo de la ciudad?

-Me encantó el evento, la gente me pareció muy agradable. Hay un público que realmente se interesa por el boxeo. Espero haber contentado a la gente con aquella pelea. Esta vez todo será aún mejor, porque me verán en mi plenitud. También espero que Jon esté en su mejor momento. Todos nos acordamos del Thrilla in Manila, pues, este combate será Thrilla in Bilbao.

¿Cómo fueron sus inicios en el boxeo? ¿Por qué se decantó por esta modalidad deportiva?

-Empecé con el boxeo hace trece años. Antes, jugaba al fútbol, aunque siempre me he sentido atraído por los deportes de contacto. Probé varios hasta que llegué al boxeo y en un par de entrenamientos me convencí de que mi vida estaría relacionada con este deporte.

¿Cuál ha sido su pelea más complicada hasta el momento?

-La pelea más difícil, sin duda alguna, fue contra Juan Ocura en Moscú. Esta fue mi primer combate a diez asaltos. Mi oponente era muy fuerte y experimentado. Esta cita resultó complicado, sobre todo, psicológicamente. Fue mi primera pelea seria contra un oponente que estaba en el ranking de los cien primeros. Cuando subí al ring me acordé de que soñaba de niño con ser un gran profesional y los nervios me invadieron. Como consecuencia me cansé tras el tercer asalto. Me pasó factura el hecho de que fuera un boxeador con experiencia a pesar de que mi arsenal técnico y estratégico fuera mejor que el de mi rival. Le terminé agotando gracias a mi alto nivel. En el octavo asalto las fuerzas se igualaron. Después, le arrebaté la victoria al noquearle en los últimos diez segundos del último asalto. Como fue el final de la pelea, el árbitro no abrió la cuenta. Pienso que fue una gran pelea, un gran paso hacia delante y una gran experiencia para mí.