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Eduardo Pascual, los ojos bilbainos de los Timberwolves

EDUARDO PASCUAL TRABAJA COMO OJEADOR PARA LA FRANQUICIA NBA DE MINNESOTA, QUE AYER ESTUVO MUY ACTIVA EN EL ‘DRAFT’

Eduardo Pascual, los ojos bilbainos de los TimberwolvesFoto: Afp

UN bilbaino pone los ojos para los Minnesota Timberwolves en los partidos de la Liga Endesa y de otras ligas europeas del entorno. Eduardo Pascual ha estado desde hace tres meses viendo partidos y jugadores que pudieran interesar a la franquicia de la NBA para el draft que tuvo lugar ayer en Nueva York. Precisamente, acaba de llegar de allí después de una semana de largas, prolijas y concurridas reuniones con todo el departamento técnico que lidera Scott Layden, hijo del mítico exentrenador de los Utah Jazz de los 80, en las que se pusieron en común todos los informes que deben elaborar los ojeadores, scouters en el lenguaje anglosajón, y se preparó la ceremonia de ayer. “Tú te tienes que limitar a aportar la información, toda la que tengas. Luego, ellos deciden”, explica Pascual, que llegó a su actual labor después de que los Timberwolves renovaran todo su organigrama deportivo tras la muerte de Flip Saunders y la llegada como máximo responsable de Tom Thibodeau.

Ver partidos y jugadores no es algo extraño para Eduardo Pascual, que fue jefe de cantera del Valencia Basket y director deportivo del Burgos, el Valladolid y el Estudiantes, lo que le obligó a tener un amplio conocimiento del mercado. Pero esto es diferente, “no existe la tensión del fin de semana, la presión de que tenga que funcionar el equipo que tú has construido y tampoco el perfil de los jugadores que se busca es el mismo”. Ahora se trata de seguir, evaluar y medir “a buenos jugadores”, sin un perfil técnico determinado más allá “de la edad, de que tengan cierta capacidad atlética y margen de progresión. “Hablamos de los Pasecniks, Kurucs, Diop, Vezenkov, gente que podía ser escogida en este draft o posteriores otros que sean agentes libres, que han crecido más tarde y puedan ser interesantes, tipo Hanga en su día...”, explica Pascual. “De todos los jugadores de los que tienen información, ellos luego escogen a los que encajen en sus necesidades”, añade.

Esta tarea ha perdido algo de mística con el paso de los años. “Ahora ya no existe aquello de descubrir una joya en una cancha escondida de un pueblito pequeño. Ahora está todo descubierto y controlado porque la información está al alcance de cualquiera. Se puede ver partidos de cualquier competición desde cualquier sitio”, comenta. No se trata, por tanto, de inventar, “sino de aportar la información que no se ve. Cómo juega el jugador, de dónde las mete, ya lo saben. Quieren saber cosas personales del jugador: cómo se comporta en los partidos, cuál es su personalidad, si es entrenable, qué tipo de trabajo físico hace, si sale mucho por las noches, cómo está influido por su familia o entorno...”. Y hay que ser diligente porque la NBA va muchas veces por delante “y piden detalles de algún partido que igual no ha dado tiempo a analizar, pero ellos ya lo han hecho”.

Pascual valora también su trabajo actual, que compagina con la organización de distintos campus veraniegos, por la oportunidad que le ha dado de abrirse a un mercado mucho más amplio y también de conocer una franquicia de la NBA y su funcionamiento desde dentro. “Son estructuras gigantescas en las que yo, al menos, me siento como un becario. Para nada iba a pensar cuando estaba en Loiola que iba a acabar colaborando con una franquicia de la NBA”, admite.

Gracias a esta labor Eduardo Pascual ha podido seguir a dos de los fichajes del Bilbao Basket para la próxima temporada, cuya calidad ensalza. De Tim Kempton dice que “en Nueva York había muy buenos informes de él. Tiene buena mano, recursos, es atlético y un chaval con muy buena cabeza que priorizó los estudios. No deja de ser un rookie que tendrá que adaptarse, pero me gusta mucho”. En cuanto al argentino Lucio Redivo asegura que es un jugador “de los que no hay en la Liga Endesa y por eso puede impactar. Mete puntos muy fácil y al menos en la primera vuelta, hasta que le ajusten las defensas, puede hacerlo muy bien porque, además, llegará con ganas”.