La gota china
Esteban Gaubeka e Ibai Pérez, con un planteamiento defensivo impresionante, desnivelan la final de la LIga Kutxabank ante Dan Necol y Xabier Ibargarai por un 3-0 muy peloteado
Duración: 56:20 minutos de juego.
Saques: 3 de Ibai Pérez.
Faltas de saque: 1 de Ibai Pérez y 1 de Ibargarai.
Pelotazos: 604 pelotazos en juego.
Tantos en juego: 9 de Gaubeka, 6 de Necol y 3 de Ibargarai.
Errores: 1 de Gaubeka, 7 de Ibai Pérez, 11 de Necol y 7 de Ibargarai.
Marcador: 10-4, 10-7 y 10-9.
Incidencias: Final de la Liga Kutxabank de pala disputada en el frontón Bizkaia de Bilbao. 1.000 espectadores. Ibai Pérez fue designado como el mejor pelotari del torneo. El tercer y cuarto puesto del campeonato fue para Zubiri-Brefel, que ganaron a Fusto-Gordon por 2-3. (8-10, 10-6, 5-10, 10-9 y 9-10).
bilbao - Le llamaron la gota china a una tortura que actuaba tan paciente como fiera en la que los reos se situaban tumbados boca arriba y cada pocos segundos le caía una gota de agua en la frente. La fricción mordía como un pitbull, pero el cerebro se transformaba en un zoológico al no existir norte, ni horas de sueño, ni claridad. Era el dolor de la paciencia. Era un yunque. El eterno martilleo. La virtud de la resistencia.
Ibai Pérez es la gota china. Es la hormiguita del cuento en el que la cigarra haraganeaba hasta que el invierno acabó por quemarle el estómago. Es la tortuga que gana a la liebre. Ibai Pérez es el yunque forjado. La piedra en el camino. Ibai Pérez es una tortura. Que se lo digan a Dan Necol y, especialmente, a Xabier Ibargarai, quien fue víctima tortuosa de su resistencia, de su perpetuo camino. En la omnipresencia del sestaoarra colaboró ayer un gran Esteban Gaubeka, sin la pegada habitual por tener el hombro derecho dañado, pero con conciencia obrera para desmontar el partido. En la largura de los tantos se tradujo la final de la Liga Kutxabank, desnortada en tres jokos, que se dilucidaron en una dureza enorme en la que el delantero de Dax estuvo menos destacado. El galo no rayó al nivel de sus compañeros de cancha, exponiendo la ansiedad de la juventud, que se transformó en abundancia de yerros cuando el duelo pedía más madera. Al toque de corneta, con más pegada por el bando azul, el brillo fue a parar a la resistencia. La defensa fue alimento suficiente para Gaubeka y Pérez, que, en la cita más importante de la Liga, no experimentaron.
Y es que, de antemano trazaron una hoja de ruta clara: la gota, el parpadeo doloroso y el sufrimiento. En definitiva, mantuvieron la presencia física en labores defensivas para aumentar sus prestaciones. El sestaoarra cuajó un encuentro increíble, llevando pelotas impresionantes. Sobre todo, la facilidad en el golpeo a bote corrido y el acierto en el reboteo acudieron al auxilio del dueto cuando en gasolina se veían sometidos. Ibai estuvo impresionante. Increíble. El Gallo de Armintza se apoyó en la perfección global de su compañero para llevarse la Liga Kutxabank. Últimamente, le estaba costando ganar títulos. Hasta ayer.
Si bien el 3-0 fue justo, el marcador no termina de reflejar el trabajo azul. Necol, errático en momentos, asediado desde las entrañas por su necesidad de romper, abusando del empale largo por encima del dos paredes -desatascador-, no terminó de entrar en juego hasta los últimos instantes y alternó tantos y fallos. Sin embargo, Ibargarai lo hizo casi todo bien: le soltó, cruzó y puso a prueba a Ibai Pérez. Pero, cada pocos segundos, notaba el agua en la frente. Ibai, que terminó desfondado por el gran tajo, devolvió casi todo. Impotencia. Imposible.
El primer juego fue claramente para el combinado colorado. Los vizcainos impusieron claramente su guion sobre el tapete del Bizkaia de Bilbao, que registró una buena entrada. En ventaja desde los primeros compases, en el 4-2, Esteban Gaubeka tuvo que retirarse a vestuarios para recibir tratamiento para el hombro; mientras que Necol ya había partido su primera pala. La segunda reventó en el punto de inflexión: en el 5-3. Para subir ese cartón, los azules mandaron y pegaron. Sin suerte. 49 pelotazos acabaron con el de Dax con media pala golpeando de aire y saboreando colchón. De ahí al 10-4, el partido se escapó rápido. El galo e Ibargarai no superaron el empujón.
gran final de joko Aun así, los azules pelearon por reponerse en el segundo joko. Fue a base de atacar, pero se encontraron remando a contracorriente desde el inicio. Gaubeka, finalizador, se armó para terminar tantos e Ibai siguió en la misma tónica: un frontis en la zaga. El final del set fue espectacular: con el 9-7, Ibai Pérez llevó dos rebotes -uno de ellos imposible- y remató la historia un dos paredes de Gaubeka. Un puñetazo psicológico.
Fue en la tercera parte del envite cuando comenzaron las dudas. Ibai acusó la carga física, pero no cejó. Ibargarai hizo un gran último set y estuvo a punto de insuflar vida a los pulmones del dueto. No fue así a pesar del dominio. Los azules mandaron con músculo, pero no concretaron la resurrección. Los errores de Necol les condenaron. Pero también la tormenta perfecta colorada. El empale de Ibai y Gaubeka -tacto de albañil y pulso de cirujano- dilucidaron la cita. La gota en la frente. Una tortura para los azules. Pura desesperación.