Bilbao - La bola, siempre caprichosa, marca la diferencia entre el héroe y el villano. Ganar o perder por centímetros. Ese suspense se vivió ayer en el Kingston Health Club de Melbourne. Rafa Cabrera lanzó un putt lejano y la pelota se quedó detenida en el hoyo un segundo. El instante se hizo eterno para el protagonista y para todo el público hasta que la bola decidió moverse ligeramente y entrar en el agujero. Birdie. Esta jugada no solo significó acabar por debajo del par en la Copa del Mundo, el canario y Jon Rahm cerraron así su actuación en la primera jornada como líderes de la clasificación general (-3) y aventajan en un golpe a las parejas francesa, china y estadounidense.
Los jugadores no solo tuvieron que enfrentarse entre ellos. El viento estuvo presente durante toda la jornada y Rahm y Cabrera fueron los que mejor se adaptaron a estas circunstancias. Siempre constantes en su juego, apenas cometieron errores y gracias a ese último birdie lograron acabar en lo más alto. Bajo la modalidad de foursomes, una única bola por pareja y golpes alternos, el canario y el vizcaino demostraron tener una gran compenetración, con Rahmbo realizando buenos golpes de aproximación y Cabrera sentenciando desde el putt. Esta fórmula tuvo su mejor resultado en el hoyo 8. El golfista de Barrika dejó la bola muy cerca después de un poderoso golpe. A continuación, su compañero aprovechó la oportunidad para embocar y firmar el eagle.
“Nuestra estrategia era que yo pegara la mayoría de golpes desde el tee y que el metiera buenos putts y nos ha salido muy bien, aunque el día no consistía tanto en pegar grandes golpes sino en no cometer errores y eso lo hicimos a la perfección”, comentó Rahm al terminar el día. No errar fue la verdadera clave para superar el día. Sin grandes marcas, el -3 del vizcaino y de Cabrera fue suficiente para comenzar con buen pie la Copa del Mundo. - J. V. L.