EL Parque Nacional de Peneda-Geres, situado al norte de Portugal, está viviendo unos días atípicos. Muchos corredores aparecen por cada una de sus esquinas analizando cada detalle del terreno. Corren, inspeccionan obstáculos, analizan mapas? todo para prepararse para uno de los grandes eventos del año, el Campeonato del Mundo de Trail Running, el segundo al amparo de la Federación Internacional de Atletismo. La representación vasca estará compuesta por Uxue Fraile (Donostia, 1974), que iba a ser acompañada también por Maite Maiora y Oihana Kortazar, pero estas dos guipuzcoanas quedaron fuera de la selección estatal a última hora debido a una lesión. Así, la donostiarra acude al recorrido portugués llena de ambición y con el objetivo de pelear hasta el último kilómetro.

La prueba de mañana arrancará antes de que los primeros rayos de luz aparezcan en el horizonte. A las 5.00 horas los corredores se prepararán para enfrentarse a 85 kilómetros y un desnivel positivo de 4.680 metros. La zona es conocida por sus habituales lluvias y ese factor puede ser determinante durante el transcurso de la prueba. Fraile sabe que no está entre las favoritas, sin embargo, no dudará en luchar por colarse entre los primeros puestos: “El objetivo era clasificarse y acudo con ganas. No tengo una meta clara porque no se cómo pueden ir las cosas. Me gustaría estar entre las diez primeras, pero sé que es difícil. Hay gente que corre más que yo, pero tengo que ver cómo evolucionar”.

El recorrido de la prueba hará que los corredores deban exprimirse al máximo. Los kilómetros son muchos y no es fácil mantener la cabeza todo el rato en carrera. “Es difícil ir concentrado, ya que calculo que haremos unas diez u once horas. Es importante ir controlando y diciendo a uno mismo cosas que vengan bien o gestionando el tiempo lo mejor posible”, explica la corredora. Son las características del trail. Una carreras llenas de dureza y que a priori pueden echar para atrás a más de uno, pero que, comparándolo con el asfalto, tienen alguna que otra pequeña ventaja. “Parece que tendría que ser más duro, pero a mí personalmente me parece más complicado correr a ritmos en asfalto. Preparar una marca concreta en maratón tiene una exigencia bastante grande. Aquí hay muchas subidas y bajadas y, quizás a alto nivel no, pero para los demás existe la opción de parar en algunos momentos, algo que en una carrera es más difícil”, explica Fraile.

A solas con el monte

Otra de las cosas que no tiene el asfalto es la conexión permanente con la naturaleza. En el trail la ciudad desaparece y el corredor se encuentra solo con el monte. “Me gusta la montaña y nos da opción de hacer recorridos diferentes. Se une la posibilidad de estar en forma, algo que nos permite tener un modo de vida saludable y vivir nuevas experiencias, con la conexión con la naturaleza”, declara Fraile. Montaña y correr. Dos cosas muy arraigadas en Euskadi y que han hecho que el nivel de los atletas de trail sea muy alto en la comunidad, sin embargo, para la donostiarra no es algo exclusivo de tierras vascas. Las carreras de montaña no paran de crecer y eso se nota en todas partes. “El nivel está saliendo ya de todos los sitios. Al Mundial va una extremeña o una manchega, que tampoco tienen mucha montaña. Cada vez sale más gente y creo que es una modalidad que va a explotar bastante más”, reconoce está corredora que descubrió el deporte en 2014 y en poco tiempo se ha convertido en una referencia mundial.