Gernika - ¿Qué tal están los ánimos después de la gran victoria del pasado sábado ante el Perfumerías Avenida?
-Estamos encantadas porque llevábamos trabajándolo muy bien durante toda la semana y sabíamos que iba a haber muy buen ambiente. Teníamos que estar al 200% para complicar las cosas al Perfumerías Avenida y lo conseguimos.
¿Es el triunfo que le faltaba al Lointek Gernika en la Liga Femenina?
-Aquí se ve la realidad de cómo ha ido dando los pasos el Gernika. Cuando llegué en mi primer año, estábamos en Liga Femenina 2 y ascendimos. Era un equipo sólido y desde ahí siempre ha dado los pasos firmes hasta llegar a esta posición privilegiada en la competición. A pesar de todo, sabemos de dónde venimos y estamos con los pies en el suelo porque una derrota nos puede mandar para abajo.
¿Cuál es el secreto de este gran inicio?
-Las horas que metemos, la ilusión y la piña que hemos hecho. Sabemos que vendrán dificultades, pero estando juntas y siguiendo en esta línea, creo que podemos conseguir grandes cosas. La cosa pinta bien y, sobre todo, para la gente de fuera. Nosotras sabemos que para estar ahí hay que trabajar mucho y hacer muchas cosas bien.
Para continuar así, mañana no se pueden descuidar ante el Campus Promete.
-Así es. Esta liga está loca. Podemos perder ante un recién ascendido, como ocurrió la primera jornada y luego ganar al todopoderoso líder en casa. Tenemos que tener los pies en el suelo porque viene el Campus Promete, que es un equipo muy peligroso y seguro que tiene muchas ganas de ganar en Maloste.
¿Esta es la mejor plantilla del Gernika en la que ha jugado?
-Al final de temporada te lo digo (risas). No lo sé. Creo que hemos hecho unos grandes fichajes y además han venido dos jugadoras que son amigas para mí, María Asurmendi y María Pina. Son jugadorazas, han conseguido muchas cosas y nos dan un plus al equipo. Por su parte, Amisha Carter es toda una veterana, tiene calidad y potencia física. Unido a las jóvenes que hay en el equipo, que tienen muchas ganas, se convierte en un cóctel perfecto para que salga un año ilusionante por lo menos.
Y usted ejerciendo como capitana.
-Es muy fácil ser capitana en un vestuario que se lleva bien y rema en la misma dirección. No me considero un referente, pero ojalá sea una persona en la que las jóvenes pueden confiar y trato de aportarles toda mi experiencia para que puedan mejorar. Junto al resto de las veteranas intentamos que las peques crezcan.
La semana pasada fue homenajeada por sus 200 partidos en la Liga Femenina. ¿Se esperaba vivir algo así cuando comenzó?
-Para nada. Empecé muy pequeñita y no pensaba que podría dedicarme al baloncesto, me considero una afortunada. Tampoco cuando debuté con 18, imaginaba que iba a llegar a los 200 partidos en la Liga Femenina.
El club quiso sorprenderla.
-No hay mejor sitio para cumplir los 200 partidos que aquí. Es mi cuarta temporada, me siento importante, identificada con los valores del club y en el pueblo me siento muy querida. Es como mi segunda casa y se está convirtiendo en la primera. Con todo, ese día fue uno de los días más completos de mi carrera.