Bilbao - A su “estamos contentos por empezar la temporada con victoria porque teníamos un partido difícil” le sigue acto seguido un “ahora hay que olvidar ese partido y centrarse en el viernes” que acaba coronado con un “todavía no hemos alcanzado nuestro mejor nivel y tenemos mucho trabajo por delante”. Puro Axel Hervelle. El belga, ejemplo de ambición e inconformismo, siempre quiere más. Es de los que se paran el tiempo justo a saborear un éxito porque prefieren centrarse en el siguiente reto. Y luego en otro. Y en otro... Eso sí, no esconde la importancia que tiene un buen arranque de temporada para un equipo tan renovado como el actual Dominion Bilbao Basket. De hecho, lo considera vital “por la confianza y la ambición que se crea en el grupo. Ahora lo que hay que intentar es entrar en dinámica positiva, de victorias”. Siempre mirando al frente, siempre pensando en el próximo paso.

“No es fácil para un grupo nuevo empezar una liga con tantos jugadores jóvenes y sin experiencia en la ACB”, destaca Hervelle dando mucho mérito a lo logrado por los hombres de negro en Fuenlabrada. “Además, el tiempo en el que hemos coincidido todos ha sido muy corto”, incide, sacando a la luz un hándicap que hizo que la cohesión grupal en el debut le sorprendiera incluso a él. Pero el objetivo es mejorar, “trabajar para poder disfrutar con nuestro público y llegar lo más lejos posible en cada competición”, y el belga considera que el mayor margen de mejora para el conjunto vizcaino radica a día de hoy en la retaguardia. “Carles (Duran) nos hace mucho hincapié en la defensa. De momento nos está dando mucha libertad en ataque y la prioridad que tiene el grupo es mejorar atrás”, reconoce.

Sobre el nuevo entrenador, Hervelle apunta que “la forma de preparar los partidos y el trabajo semanal han cambiado mucho, no tienen nada que ver con lo que hemos vivido antes” y por el momento el entendimiento entre la plantilla y el nuevo cuerpo técnico parece notable: “Carles tiene su visión del baloncesto y nosotros tenemos que acoplarnos. De todas formas, él hace un buen trabajo porque también se adapta a cada jugador; eso demuestra que sabe mucho de baloncesto”. El belga no ha recibido ninguna consigna particular sobre su rol en el equipo -“yo conozco mi función y tengo muy claro lo que tengo que hacer para ayudar al equipo a ganar”, señala- y se muestra encantado con sus nuevos compinches en el juego interior: “Con Buva y Eric tenemos dos pívots muy poderosos, a mí me sorprende la calidad física y baloncestística de ambos. Nikolic es un talento por pulir. Tiene que coger un poco de experiencia pero va a ser un muy buen jugador seguro”.

El pasado curso al Bilbao Basket le costó blindar Miribilla y Hervelle tiene claro que eso no puede repetirse. “La regularidad pasa por sumar en casa. Tenemos que aprovechar nuestro sexto hombre, la afición, porque no hay muchos equipos que tengan este factor a su favor. Esto tiene que ser un fortín, que los equipos que vengan lo hagan con la creencia de que aquí les va a ser imposible ganar”, dice. El primero, Estudiantes este viernes. “Vienen heridos y eso les hace peligrosos. Debemos estar alerta”. Eso con Hervelle está garantizado.