Londres - La decisión del Reino Unido de abandonar la Unión Europea (UE) puede tener consecuencias devastadoras para todo el fútbol británico, desde la todopoderosa Premier League a la modesta League Two, pasando por la Primera División de Escocia. Los más de 46 millones de británicos y miembros de la Mancomunidad de Naciones residentes en el Reino Unido fueron llamados el jueves a la urnas para decidir el futuro del país en el seno del bloque comunitario. El balompié británico, además de un nutrido grupo de exfutbolistas, mostró su firme apoyo a la permanencia en el bloque y el presidente de la Premier League, Richard Scudamore, y los veinte clubes de la categoría reina pidieron el voto para la campaña por el Bremain, la permanencia en la UE. Sin embargo, pese a advertencias de economistas, políticos y expertos, el Brexit, la salida del bloque, se impuso en la consulta.

Ahora, una vez lo apruebe el Parlamento, en los dos años que tendrá el Reino Unido -aunque se podrían prolongar- para fijar los términos y condiciones de su salida de la UE, al balompié inglés le tocará reinventarse para verse lo menos afectado posible por esta decisión histórica. La llamada sentencia Bosman, en la que en 1995 se aplicó el tratado de libre circulación y se abrió el mercado para los futbolistas comunitarios, cambió este deporte en Europa. Desde ese momento, los equipos dejaron de depender tanto del talento nacional y se abrieron a los extranjeros. La ampliación de la Unión Europea en las últimas décadas -de 15 a 28 estados miembros-, unido a los acuerdos con los territorios de ultramar o con países como Suiza o Noruega han hecho que el número de futbolistas que cuentan como comunitarios y no ocupan plaza de extranjero haya aumentado considerablemente.

El caso de los jugadores extracomunitarios en el Reino Unido es diferente, puesto que necesitan un permiso de trabajo que se otorga si el futbolista ha disputado en los dos últimos años al menos el 75% de los encuentros internacionales con su selección, que a su vez ha de estar situada entre las 70 mejores del mundo. El porcentaje de partidos varía y aumenta entre el 30 y el 75 por ciento según si la selección respectiva figura entre los diez primeros del ranking FIFA o está por debajo de estos puestos entre el 11 y el 20, del 20 al 30 y de ahí al 50. Alternativamente, si no cumple ese requisito, se debe demostrar que tiene una calidad excepcional.

Según diferentes estudios, el número de futbolistas comunitarios que juegan en la categoría reina del fútbol inglés y que pasarán a ser extracomunitarios, por lo que tendrían que pasar por el proceso de pedir una visa de trabajo, supera con creces los cien, de los cuales solo alrededor de cuarenta o cincuenta cumplirían los requisitos para conseguir este visado. De acuerdo a la BBC, en total serían 332 los jugadores de la Premier, Championship y Scottish Premiership que dejarían de cumplir los requisitos para jugar en las Islas. Jugadores como N’Golo Kanté, Dimitri Payet y Anthony Martial, Ander Herrera o Nacho Monreal no cumplirían los requisitos del Home Office.

“Es demasiado pronto para saber será el impacto en el fútbol inglés, pero podría ser grande. Sería una pena si algunos de los grandes futbolistas europeos no pueden venir”, aseguró Greg Dyke, presidente de la Federación Inglesa (FA). “Siempre he dicho que es una pena que cada vez haya menos jugadores ingleses en los equipos de la Premier, alrededor de 30 %. Si esta medida ayuda a que el número se incremente, es perfecto, pero lo que no quiero es perder a los mejores futbolistas europeos”, añadió.

Sin embargo, a corto plazo parece que la situación no será tan drástica, puesto que la FA y la Premier League intentarán buscar con el Home Office algún tipo de acuerdo bilateral similar al que tienen en la actualidad países como Noruega y Suiza para los futbolistas que juegan en la máxima categoría del fútbol inglés.

El Brexit afectaría también a los jugadores británicos que ejercen su profesión en el extranjero, como es el caso del galés Gareth Bale en el Real Madrid o de Ravel Morrison en la Lazio, que pasarían a ser extracomunitarios en caso de que el Reino Unido no se adscriba al Espacio Económico Europeo. “Eso obligaría a tramitar todas las autorizaciones de residencia y trabajo como cualquier extranjero”, indicó José Manuel Mateo, abogado del Despacho Garrigues, tras recordar que en el fútbol español los equipos no pueden tener más de tres extracomunitarios. El límite de extranjeros, recordó, no afecta a las competiciones europeas, Liga de Campeones y Liga Europa.