BILBAO - “La cosa va despacio”, señala lacónico Juan Martínez de Irujo, que se refiere a la triple rotura del dedo corazón de su mano derecha. El delantero de Ibero se lesionó en la final del Parejas, el pasado 9 de abril en el frontón Bizkaia de Bilbao, y desde entonces no ha vuelto a tocar pelota con la diestra. “Tengo reconstruidas ya las dos fracturas de la parte de arriba del dedo, pero la de la articulación me duele aún”, certifica el puntillero de Ibero, quien agrega que “esto va bastante más despacio de lo que pensábamos. Son cosas que pasan. Una lesión así nunca sabes cómo la vas a resolver, porque hay que golpear un cuero”. Asimismo, el navarro nunca había tenido una lesión similar en una articulación. “En las puntas he tenido muchas, pero ahí, no”, sostiene Juan.

Desde el principio, la realidad de Martínez de Irujo se barnizó de paciencia. En el vocabulario del delantero de Ibero no entran las prisas. Lleva ocho semanas de baja y en el horizonte cercano aún no se contempla la posibilidad de que se vuelva a vestir de blanco. Pero eso no agobia al campeón navarro. “El tiempo que tenga que estar parado, lo estaré. No me preocupa mucho. Como ha venido se irá”, certifica el delantero de Aspe. Al fin y al cabo, un hueso es un hueso. Lo que necesita es tiempo. “Las roturas de la punta me las toco y no me duelen. Lo del medio, como es articular, al decidir no operarlo, va algo más despacio”, considera Martínez de Irujo, quien apostilla que “evoluciona poco, aunque yo intento moverlo, ejercitarlo, para que no se quede rígido y poco más. Contra el dolor poco puedes hacer”. En la actualidad, tiene que hacer unos ejercicios de rehabilitación que consisten, por ejemplo, en coger una pelota de goma y apretarla o en rotar los dedos.

De este modo, el pelotari de Ibero lleva desde que se lesionó trabajando el aspecto físico. “No me queda otra. No me estoy descuidando. Es mi trabajo”, manifiesta Irujo. De hecho, mientras se encuentra parado, el proceso continúa. “Le das vueltas a la cabeza, pero me tomo las cosas con filosofía. Cuando se cure, se curó. Hay que esperar”, comenta.

En medio de estos dos meses de parón, el puntillero tuvo que renunciar a jugar los cuartos de final del Manomanista. “Es algo que no depende de ti mismo. Esto es deporte y lo que tengo claro es que las lesiones pueden aparecer”, confiesa Juan. Además, añade que “solo queda tener paciencia. No queda otra. Como empieces a volverte loco y a comerte la cabeza, te vuelves majara”. Lo que sí ha pasado Martínez de Irujo durante los últimos meses ha sido “envidia” al ver los partidos o en la cancha o en el frontón. Desde fuera vio al huracán Irribarria, que “ha sorprendido a todos”.

Actualmente, Irujo no tiene “ni idea” de cómo está evolucionando el dedo y de los plazos que se puedan marcar para su recuperación para disputar partidos con Aspe en un futuro cercano. Para empezar, su primer encuentro lo tiene previsto para el 1 de julio en el frontón Adarraga de Logroño, donde comenzará a disputar su compromiso de cuartos de final del Cuatro y Medio de San Fermín ante el vencedor del envite entre Retegi Bi y Jaunarena. “Vamos mirando la mano de semana en semana. No pongo ninguna fecha. Lo que quiero es que la mano no me duela y poder salir a la cancha con todas las garantías”, remacha el delantero navarro, quien finaliza que “el futuro todavía está muy lejos”.