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El derbi de griezmann

Un solitario tanto del atacante francés decanta el duelo a favor del atlético, que sigue vivo en la pelea por la liga, de la que se baja el madrid

El derbi de griezmannFoto: Afp

Real Madrid0

At. Madrid1

REAL MADRID: Keylor Navas, Danilo, Varane, Sergio Ramos, Carvajal, Kroos, Modric, Isco (Min. 70, Jesé), James (Min. 57, Lucas Vázquez), Cristiano Ronaldo y Benzema (Min. 46, Borja Mayoral).

ATLÉTICO: Oblak, Juanfran, Giménez, Godín, Filipe, Augusto Fernández (Min. 77, Kranevitter). Griezmann, Gabi, Saúl, Koke y Fernando Torres (Min. 81, Correa).

Gol: 0-1: Min. 53; Griezmann.

Árbitro: Clos Gómez (Comité Aragonés). Amonestó a Lucas Vázquez, Carvajal y Ramos por el Real Madrid; y a Godín, Filipe, Giménez y Correa del Atlético de Madrid.

Incidencias: Encuentro de la vigésimo sexta jornada de la Liga BBVA, disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 79.436 espectadores.

madrid - Un nuevo planteamiento magistral del Cholo Simeone empujó al Atlético de Madrid a la conquista del Santiago Bernabéu, confirmando una tendencia de dominio desde su llegada, para dejar a su equipo como única alternativa al Barcelona gracias al tanto de Griezmann (0-1), que destapó las carencias de un proyecto del Real Madrid que hace aguas, reducido a la Champions. La historia se repite en un cambio de tendencia en los derbis madrileños. Otro recital rojiblanco en casa de su eterno enemigo, el mayor goce para su parroquia, provoca el fracaso del Real Madrid en Liga, con tres duros meses por delante de competición con la mente únicamente puesta en el milagro de la undécima Copa de Europa.

Fueron este tipo de duelos los que doctoraron a Simeone. Enfermizo estudioso del rival y experto en sacar el máximo rendimiento de sus jugadores. Zinedine Zidane necesitaba mostrarlo. El derbi presentó el plan esperado, el orden y las líneas juntas rojiblancas desfiguraron el fútbol blanco de ataque. Se ponían a prueba las variantes del técnico madridista, obligado a inventar algo para salir de la trampa.

Intentó Zidane desequilibrar con una salida en tromba como suele hacer en el Santiago Bernabéu. Antes del primer minuto llegaba un intento de Cristiano Ronaldo. Era un espejismo. Hasta pasada la media hora no llegó el primer disparo a la puerta de Oblak y fue a balón parado.

En el camino se impuso la impotencia a los intentos madridistas y la tranquilidad rojiblanca. Danilo se ganaba el respeto de su afición a base de entrega y la figura de Augusto emergía en la lucha en la medular, con Modric y Kroos maniatados en la presión, sin poder imprimir la velocidad que necesitaba. La unión de los jugadores de Simeone dejaban en el olvido el cansancio acumulado.

Se le pedía a Zidane que inventase algo y lo hizo al descanso. Benzema no estaba a tope, recién recuperado de sus molestias en la cadera. Saltaba por los aires el orden por jerarquía y no entraba Jesé. El elegido era Borja Mayoral, la actual perla de la cantera.

A los 48 minutos Cristiano se sintió extrañamente solo dentro del área rival. No lo pensó y chutó cruzado acariciando el poste. La afición madridista se encendía con la lucha con robo de Mayoral pero James no estaba para grandes citas.

El partido cerrado comenzaba a abrirse por el ímpetu local. Fue cuando llegó el golpe rojiblanco que hizo tambalearse todo. Un error en la salida de balón provocó el robo, la asistencia de Filipe y el remate abajo de Griezmann para romper su sequía de cinco partidos sin marcar. Referente atlético absoluto, respondió el día señalado.

Los nervios se apoderaban del coliseo blanco, con la paciencia agotada y recuerdos de la inferioridad ante el Barcelona en el otro duelo grande del curso. Surgieron gritos contra el presidente del club y los jugadores regresaron al atasco y la imprecisión. Saúl perdonaba la sentencia, en un mano a mano contra Keylor. Ahí estuvo el partido, dirían los atléticos si el partido hubiese cambiado. Al Madrid le quedó el orgullo, pero poco más. El choque murió con el Atlético defendiéndose, sufriendo lo justo.