El Dominion Bilbao Basket está fuera de Europa
Al caer ante el Banvit en un duelo en el que su falta de acierto en el tiro exterior le obligó a claudicar tras resistir durante 36 minutos
Bilbao - Bandirma, la ciudad turca en la que diversas fuentes ubican el último disparo de la Primera Guerra Mundial, marcó ayer el final del trayecto del Dominion Bilbao Basket en la Eurocup. Los hombres de negro, que presentaban una inmaculada hoja de servicios continental lejos del Bilbao Arena, no fueron capaces de sacar adelante el choque del todo o nada, el que servía para prorrogar su singladura europea o cortarla de raíz. Los pupilos de Sito Alonso, voluntariosos pero fallones, mantuvieron la verticalidad durante 36 minutos, resistieron contra las cuerdas ante un Banvit irregular pero dañino en el que sus tres tenores -Courtney Fortson, Dominique Johnson y Adrien Moerman- acabaron haciendo valer su calidad individual, pero tuvieron que acabar rindiéndose a la evidencia. En un choque que se preveía volcánico y en el que minimizar errores apuntaba a vital para poder alcanzar la meta en pie, el conjunto vizcaino tropezó demasiadas veces durante el trayecto, se vació para llegar con el marcador equilibrado (57-57) a los cuatro minutos finales de la contienda para acabar quedándose sin fuerzas ni acierto, entregado a un cuadro turco cuya superioridad en la parcela física acabó siendo plausible, más aún ante un rival que seguro que acabó pagando el pesadísimo viaje de la víspera en esos momentos calientes en los que precisamente hacía falta frescura.
Durante muchas fases de la contienda, el Bilbao Basket fue capaz de fabricarse buenas posiciones de lanzamiento, pero el acierto le dio la espalda. Solo Georgios Bogris, notable de nuevo, ofreció una vía sostenible de anotación a un colectivo que, una vez más, acudió compulsivamente a la línea de tres puntos aunque el punto de mira no estuviera ayer precisamente bien calibrado. Entre Dairis Bertans y Álex Mumbrú fallaron quince de los 18 lanzamientos que intentaron desde más allá de la línea de 6,75 y, huérfano de otros argumentos ofensivos, al equipo no le quedó más remedio que enarbolar la bandera blanca ante un Banvit que tiró de individualidades cuando se vio en apuros. Las penetraciones de Fortson fueron un salvavidas para los turcos cuando la intensidad de la retaguardia bilbaina amenazaba con desconectarles del partido en el tercer cuarto, el tiro exterior de Johnson impidió que los hombres de negro se escaparan en el marcador durante el amanecer del acto final y un triple de Moerman para dar a los de Selcuk Ernak una ventaja de cinco puntos (62-57) a 3:04 del final acabó siendo un golpe imposible de devolver para un cuadro visitante que se había quedado ya sin combustible tanto en lo físico como en lo mental. Y eso que los hombres de negro se las arreglaron para aferrarse al partido a pesar de que los anfitriones amagaron con encarrilarlo por la vía rápida antes del descanso, pero a su innegable voluntad le faltó ayer el acierto necesario para hacer llegar la embarcación a buen puerto. Si uno rehuye las distancias cortas por su inferioridad en la parcela física, acaba lanzando ocho triples más que lanzamientos de dos puntos (35 por 27) pero se queda por debajo del 29% desde la distancia triple... Mal asunto.
Además, el Dominion Bilbao Basket tuvo también el hándicap de tener que remar durante demasiados minutos con el marcador en contra, ya que fue el Banvit el que ingresó más entonado en el partido. Generando ventajas para Fortson mediante el bloqueo central -Clevin Hannah entró rápidamente en problemas de faltas-, las primeras ventajas del choque fueron para los turcos, aunque unos buenos minutos de la segunda unidad permitieron a los hombres de negro abortar el primer intento de fuga e igualar el duelo a 14 puntos. Sin embargo, una serie de lanzamientos liberados fallados y tres pérdidas de balón en el amanecer del segundo cuarto hicieron que el Banvit colocara un inquietante 26-14 en el marcador, aunque, los de Sito Alonso respondieron con un inmediato 0-9 en el único momento del choque en el que la línea de 6,75 sonrió a Bertans y Mumbrú. Pero los visitantes, fallones también en las penetraciones, demasiado forzadas, no fueron capaces de dar continuidad a ese buen momento atacante y los turcos alcanzaron el ecuador con un 34-27 a favor de sus intereses.
Bogris lidera la resistencia En la reanudación, el buen trabajo de Bogris debajo del aro acercó al Bilbao Basket a un Banvit que a falta de juego colectivo se tiró a los brazos de Fortson para mantenerse a flote. Las penetraciones del fornido base de Alabama, autor de diez puntos consecutivos, frenaron las acometidas visitantes y volvieron a estirar el marcador hasta el 50-41, pero los de Sito Alonso, todavía enteros y con Bertans y Suárez anotando con fluidez, llevaron el susto a las gradas del Kara Ali Acar Sport Hall con un parcial de 0-11 que ponía por primera vez en desventaja a los suyos (50-52) a diez minutos del final. Y un triple de Hannah a 8:34 de la última bocina parecía dibujar un panorama esperanzador para los visitantes (52-55), pero justo en ese momento su producción ofensiva se quedó en seco, mientras los primeros espadas del Banvit afilaban sus armas.
El Bilbao Basket tardó cuatro minutos en sumar sus siguientes puntos (57-57, Ruoff al poste) y necesitó otros tres para volver a mover sus guarismos. El problema fue que, en esa franja temporal, Fortson, Johnson y Moerman fabricaron un parcial de 11-0 para dejar el duelo totalmente visto para sentencia (68-57) ante unos hombres de negro sin acierto en sus muñecas ni oxígeno en sus pulmones, conscientes ya de que Bandirma iba a ser el final de su trayecto en la Eurocup.