URDULIZ - “Estaba seguro de que Mikel Urrutikoetxea iba a responder”, confiesa Aimar Olaizola. Para el delantero de Goizueta, el abanderado de Asegarce hasta la última y brutal temporada del pelotari de Zaratamo, coronado como el mejor de 2015 con los cetros del Manomanista y el Cuatro y Medio, el vizcaino es una apuesta fija. El puntillero navarro tiene querencia por su compañero de gerriko. Siempre lo ha dicho. Dentro de su pose tranquila, Olaizola II, vidente, siempre se ha mojado con su visión del futuro: él vaticinaba al vizcaino una carrera exitosa por condiciones, por trabajo y por potencial. Por algo se ha atado a él para preparar los torneos individuales desde antes de que debutara Mikel, en verano de 2009. Por el camino contrario, el actual número 1 del ranking observaba a Aimar como el mejor en liza. Un ídolo, el tipo al que seguir, un científico de la pelota a mano.
Las cuestiones pelotazales les cosieron los gerrikos en San Mateo. La novedad fue Mikel como zaguero, posición en la que nunca se había desempeñado de profesional aunque sí alguna vez en aficionados -en el torneo que jugó en San Francisco junto a Mendizabal III en los cuadros alegres-, y en la que se ganó el pan hasta la final, que se les escapó por centímetros. Asegarce repitió el experimento en el Parejas: más tiempo, más serio, más material y más velocidad. Prueba de altura. “Mikel ha demostrado en todo el campeonato que es un grandísimo pelotari. En los cuadros alegres juega una barbaridad y ya ha ganado el Cuatro y Medio y el Manomanista. De zaguero es muy completo y estoy muy contento por jugar con él. Tiene mucho mérito para un delantero jugar a este nivel atrás”, concreta el goizuetarra. Y es que, su nota ha sido muy alta, de sobresaliente. Incluso, con la zurda tocada en Iruñea, en un encuentro de traqueteo y casi mil pelotazos, fue capaz de aguantar sin un bajón pronunciado. Es un fuera de serie.
“Aunque el Parejas sea distinto, sabía seguro que Mikel se iba a adaptar como el mejor. En algún entrenamiento, se ha puesto de cachondeo de zaguero y se veía enseguida que podía hacerlo muy bien”, analiza Olaizola II, quien revela que “tiene dos manos muy buenas y coge altura. Si tienes todo eso, es más fácil jugar atrás”. Asimismo, abunda Aimar en una de las suertes más importantes del mundo pelotazale: el resto. Considera el de Goizueta que es “uno de los mejores restadores del cuadro”. “Estoy superencantado porque estoy teniendo un zaguero muy bueno. Eso sí, en casi todos los partidos que hemos ganado nos ha tocado trabajar, porque no somos una pareja que rompa rápido. Mikel defiende muy bien y yo me estoy encontrando a gusto. Lo importante es sumar y lo estamos consiguiendo”, finaliza el navarro de Asegarce. Su fusión está saliendo a la perfección.
Por otro lado, en una liturgia con los cueros sin incidentes, Olaizola II optó por no ponerse tacos, ya que había entrenado el martes y no le “gusta” realizar tantas sesiones técnicas antes de un encuentro que se juega el “en dos días”.