Los resultados de ayer devuelven al Dominion Bilbao Basket la cuarta plaza
Provocan que no pueda caer por debajo de la octava
bilbao - Dicen que lo que no te mata te hace más fuerte y el Dominion Bilbao Basket ha logrado salir fortalecido después de una temporada en la que su instinto de supervivencia ha sido puesto a prueba continuamente. Pese a que sus fuerzas están muy desgastadas, a que la luz de reserva lleva unas semanas encendidas, los hombres de negro han cerrado la trigesimoprimera jornada en la cuarta posición en solitario, algo que nunca había pasado hasta ahora.
Los resultados de ayer ayudaron, además, a las aspiraciones del Bilbao Basket en la apretada lucha por las plazas entre la cuarta y la octava. Las victorias del Gran Canaria y el CAI Zaragoza se compensaron con las derrotas del Valencia Basket, el Laboral Kutxa y el Iberostar Tenerife y, de esta forma, el equipo de Sito Alonso selló definitivamente la clasificación para el play-off ya que el peor puesto que puede ocupar, incluso en caso de múltiples empates, es el octavo. No obstante, este es el único que no conduce a Europa la próxima temporada por lo que el objetivo en las tres últimas jornadas es sumar una victoria más que serviría para asegurar una de las seis primeras plazas.
El Laboral Kutxa, que es ahora mismo el sexto clasificado, está obligado a ganar sus tres partidos para superar al Bilbao Basket por lo que el escenario más probable, ahora mismo, el que el choque de la próxima semana entre los vizcainos y el Valencia Basket sea clave para decidir la cuarta plaza, sobre todo si los hombres de negro vencen.
El Dominion Bilbao Basket ocupa una posición que habría firmado cualquiera de sus seguidores y también todos los equipos que tiene por detrás en la clasificación. Puede que en su depósito no quede mucha energía, pero los demás tampoco van sobrados, si se exceptúa al Real Madrid y al Barcelona. El Unicaja, que antes de esta semana soñaba con el liderato, ve ahora peligrar incluso el segundo puesto tras sumar tres derrotas seguidas. También a los malagueños les ha llegado el tío del mazo, una pájara que les ha convertido en vulnerables después de mucho tiempo.
Con los deberes hechos, la plantilla siente haberse quitado un gran peso de encima, esa mochila de la que no le gusta hablar a Sito Alonso, pero que se había cargado con los malos resultados. El triunfo ante el Joventut supuso una liberación para los que están en la cancha y, como se ha visto después, un resultado que ha devuelto las cosas a donde estaban hace un par de semanas.