Bilbao - La enfermería de Asegarce ha estado hasta los topes durante estos días. El médico de la empresa bilbaina, Iñigo Simón, ha visto cómo por su consulta han desfilado constantemente pelotaris en busca de una solución. El temido mal de manos ha sido la lesión más habitual, pero los pelotaris también han sufrido problemas de espalda, tendinitis en el hombro e incluso una taquicardia. Pero las malas noticias pasan y el tiempo cura todos los males. Así, los galenos esperan que en quince días solo haya “dos o tres” lesionados.
Aimar Olaizola, buque insignia de Asegarce, ha sido uno de los últimos en pasar por la consulta de Simón. “Le surgió una tendinitis debido a una descompensación muscular en el hombro. Hemos tenido que recompensar la musculatura que le estaba tirando de un lado, haciendo que una parte estuviera hipertrofiada y la otra más atrofiada. Eso se produce debido a sus costumbres a la hora de entrenar y a veces el tendón se le resiente”, explica el galeno de Asegarce.
La lesión ha tenido al goizuetarra en el dique seco desde el pasado 23 de enero. Dos meses en los que se ha dedicado a recuperarse y a realizar un parón que era necesario debido a los numerosos kilómetros acumulados durante los últimos años. “Necesitaba parar un tiempo majo. Como estaba muy tocado y además no se jugaba nada en el Parejas, decidimos que lo mejor era descansar para recuperarse. Creo que ha sido una buena decisión y va a resultar bien, va a volver con fuerza”, declara Iñigo Simón.
Olaizola realizará un test definitivo esta semana para comprobar su verdadero estado y, salvo sorpresa de última hora, volverá a vestirse de blanco este mismo fin de semana. El delantero de Goizueta está programado para jugar el viernes a partir de las 21.30 horas en Lodosa junto a Mikel Beroiz ante Mikel Urrutikoetxea y Aritz Begino. “Está con buenas sensaciones y en principio no tendría que tener problemas para jugar esta semana”, relata Iñigo Simón, que añade: “Está para jugar, igual un partido oficial de Campeonato, por ejemplo, una semifinal a cara de perro, a vida o muerte, le podría dejar tocado. Aun así, sí que es capaz de jugar en buenas condiciones. No al cien por cien, pero suficiente para poder dar espectáculo. Además, necesita volver a coger juego poco a poco”.
Aimar forma parte de las víctimas del Parejas de este año. Una lista en la que también está Andoni Aretxabaleta, que el lunes decidió seguir sin competir y no estará en la jornada inaugural de la liguilla de las semifinales. “Aretxabaleta no está todavía. Curar una rotura lleva como diez o doce días y luego a partir de ahí depende cuanto se tarde en coger sensaciones con el golpeo”, apostilla el médico de Asegarce.
Una situación en la que también está inmerso Mikel Idoate, que lleva desde julio de baja debido a una fibrosis: “Le hemos estado haciendo resonancias, tratamientos y todavía le queda. Tenemos la sensación de que puede volver en quince días, pero todavía está con la goxua y cuando empiece a darle más fuerte pueden surgir los dolores”.
mal de manos Aretxabaleta e Idoate son algunos de los manistas de Asegarce que han sufrido el tan comentado mal de manos. También Ibai Zabala y Diego Iturriaga, que son los últimos que presentan este problema que parece que se ha extendido por la empresa bilbaina como si de una enfermedad contagiosa se tratara. “Tenemos que mirar las estadísticas de los últimos cinco años pero creemos que es casualidad”, explica Simón. Unos datos que les hacen ser optimistas de cara al futuro y esperan que en quince días la enfermería comience a vaciarse: “Ahora mismo tenemos a siete pelotaris de baja, pero en poco tiempo, si todo va bien, habrá solo dos o tres”.