“Es la situación más difícil de mi carrera”
Germán Gabriel, dispuesto a llegar a un acuerdo con el Bilbao Basket, lamenta que su situación se haya llevado al “terreno personal”
bilbao- Germán Gabriel tomó ayer la palabra para dar su versión y explicar la situación en la que se encuentra dentro del Bilbao Basket que no dudó en calificar de “incómoda”. “Se me dejó claro en verano que no se contaba conmigo, pero las condiciones para la ruptura del contrato, las garantías que pedíamos, no se cumplían y ahora ha devengado en una serie de deudas que están creciendo”, explicó el pívot malagueño. El tira y afloja continúa entre el club y el jugador después de varios meses. “No llegamos a un punto razonable, palabra importante, para que se solucione”, reconoció.
Gabriel explicó que “esta temporada se me han hecho pagos, pero el club los adjudica a esta temporada y yo los adjudico a la anterior. Hay controversia en ese punto. La realidad es que la deuda del año pasado está saldada y lo que queda de este contrato, no”. El jugador nacido en Caracas aseguró que su voluntad es “acercar posturas” y que el asunto se solucione “dentro de lo lógico y lo normal” porque “sé que no se me quiere y no me gusta molestar”. “Llevo 17 años en esto y sé como funciona y por eso no entiendo que no se haya arreglado todavía. No estamos en un punto en el que solo queden cerrar flecos”, lamentó.
Lo que más ha molestado al jugador es su situación se haya llevado a un “terreno personal”. “Que se deje entrever que no soy una persona comprometida cuando para venir tuve que renunciar a parte de mi salario en el Estudiantes y el año pasado, como todos, jugué sin cobrar durante siete meses... Eso significa que respecto al proyecto del Bilbao Basket siempre he estado comprometido. Que no haya podido asumir la vía de negociación que se ha llevado con el resto de jugadores es lo lógico porque con 34 años tengo que asegurarme que las cantidades que me ofrecen las pueda cobrar, simplemente para trazarme un plan de vida. Ahora tengo que mirar todo con mucho cuidado”.
Germán Gabriel expuso que Sito Alonso “siempre ha sido claro conmigo” y le dijo que no entraba en su idea de equipo. “El club me lo notificó entre el 8 y el 10 de agosto, pero ya era tarde para buscar otro mercado. Llegamos a unas condiciones que el club no estaba en condiciones de cumplir en ese momento por lo que yo me tengo que presentar con la plantilla”, añadió. “El entrenador me dijo que no me iba a desaprovechar mientras estuviera aquí. En las primeras jornadas pude echar una mano, pero la posición del entrenador siempre ha sido clara”, aseguró.
Esta situación incómoda, que también admitió Sito Alonso, no ha afectado al buen rendimiento del equipo. “Se ha entendido que es un tema mío con el club y no he querido que influya en el vestuario. Lo dejamos a un lado porque lo importante es que el Bilbao Basket siga haciendo la temporada que esta haciendo. Y si no se puede solucionar, intentaré ayudar todo lo posible al equipo”, señaló. Gabriel tiene claro que “yo voy a ser alguien pasajero en el Bilbao Basket” y lo importante es que el proyecto “siga para adelante muchos años”.
En cualquier caso, el pívot andaluz no se arrepiente de haber venido a Bilbao por segunda vez en su carrera porque “la inversión que hice para venir a Bilbao tenía un motivo. Estoy encantado en la ciudad, mi hija ha nacido aquí y el trato con la afición es maravilloso”. Pero ve difícil salir antes de este próximo sábado cuando concluye el plazo para cambiar de equipo dentro de la ACB: “Que un equipo de fuera pueda venir por lo poco que estoy jugando... Si no es ACB, será difícil. La opción de Venezuela está ahí, pero no es fácil irse con la familia”.
Gabriel mostró su comprensión hacia la intención del Bilbao Basket “de no cometer los errores del pasado y hacer falsas promesas. Con respecto al equipo, se están haciendo bien las cosas, todo el mundo está cobrando al día y lo mío es solo un problema puntual”. Eso sí, no ocultó que es “la situación más triste” que ha vivido en su carrera. “No tener minutos y no tener estabilidad económica lo hace más complicado. Solo toca asumirlo”, concluyó.