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Tiros entre minas

Goran Suton, MVP del Joventut y próximo rival del Bilbao Basket, padeció la Guerra de Bosnia antes de huir a EE. UU.

Tiros entre minas

HASTA los 13 años de edad, el baloncesto no significó nada para Goran Suton (11-VIII-1985, Sarajevo). Absolutamente nada. Hasta entonces, la única meta del actual MVP del Fiatc Joventut, próximo rival del Bilbao Basket, fue la mera supervivencia dentro del trágico conflicto armado que asoló los Balcanes en la década de los 90. En su caso, le tocó sufrir en sus propias carnes la Guerra de Bosnia, un sanguinario y cruento enfrentamiento que entre 1992 y 1995 causó cerca de 100.000 muertos y 1,8 millones de desplazados. Él fue uno de ellos, con la peculiaridad de que aquel niño que ahora se ha convertido en un fornido ala-pívot de 2,08 abandonó Sarajevo en el último avión que pudo despegar del aeropuerto antes de que fuera ocupado por las tropas serbias, un aparato militar sin asientos al que su familia -salvo su padre-, tras más de diez horas de espera en las inmediaciones del aeródromo, tuvo que entrar a la carrera, en estampida junto a casi otro centenar de desplazados y prácticamente pisándose los unos a los otros, esquivando el fuego cruzado.

Los Suton viajaron con lo puesto a Belgrado y acabaron estableciéndose en la localidad serbia de Gornji Milanovac -su padre logró llegar seis meses después tras hacer todo el viaje por carretera sorteando a las milicias de ambos bandos-, donde vivieron hasta que en 1999 los cada vez más intensos bombardeos de la OTAN sobre suelo serbio les llevaron a regresar a Sarajevo. De vuelta a casa, Goran descubrió el baloncesto aunque no lo hizo de manera sencilla. Tras la reconstrucción de su antiguo hogar, medio derruido y repleto de agujeros de bala, sus primeros tiros a canasta llegaron en circunstancias excepcionales, entre minas, tal y como él mismo relató en un magnífico reportaje en The New York Times: “Mi abuelo nos construyó al lado de casa una canasta con un tablero de madera y el nombre de mi hermano, Darijan, y el mío grabado en él. Alrededor de la canasta había un gran campo con hierba alta en el que temíamos que hubiese minas, por lo que cuando se nos escapaba la pelota teníamos prohibido ir a por ella. Solía recogerla mi abuelo, aunque nosotros le pedíamos que no lo hiciera. Cuando meses después llegaron los artificieros, encontraron tres minas activas a menos de un metro del camino que solía seguir. Gracias a Dios, nunca le pasó nada, pero estuvo cerca”.

Goran tenía talento para el baloncesto y llegó incluso a debutar con la selección sub’14 de Bosnia. Sin embargo, los rescoldos que deja todo conflicto armado seguían candentes en un país cuyos habitantes se miraban con tremenda hostilidad por razones de nacionalidad y religión, algo que los Suton sufrieron en sus carnes, pues su madre era de origen serbio y cristiana ortodoxa y su padre, croata y católico. Así, decidieron abandonar para siempre Sarajevo y tras un año en Croacia aterrizaron en Estados Unidos, en Lansing (Michigan), donde tenían familia lejana.

Tras los pasos de Magic Johnson Goran Suton se matriculó en Everett High School y fue reclutado rápidamente para el equipo de baloncesto del instituto, sin saber por aquel entonces que en aquel centró comenzó a labrarse la leyenda de uno de los grandes iconos de la historia del deporte: Magic Johnson. “Sabía quién era, pero no que había jugado allí hasta que me llevaron al gimnasio y vi su camiseta retirada”, recordaba años después. Con una calidad innata para el deporte y amparado en su superioridad física, Suton llevó a Everett a un título estatal y dio el salto a la NCAA de la mano de Michigan State, siguiendo una vez más los pasos del que fuera genial base de los Lakers, al que tuvo la oportunidad de conocer en persona en su periplo en el instituto. Durante sus cinco cursos a las órdenes de Tom Izzo -no se vistió de corto la primera temporada-, Goran llegó dos veces a la Final Four mientras su importancia en el equipo crecía año tras año hasta convertirse en pieza capital del grupo que perdió la final de 2009 ante North Carolina. Sin embargo, su técnico siempre creyó que su rendimiento habría sido mejor si se hubiese sacrificado más, aunque reconocía que “un partido a vida o muerte no significa lo mismo para alguien que ha estado literalmente entre la vida y la muerte”.

Suton, con nacionalidad estadounidense desde 2006, fue elegido por Utah en la segunda ronda del draft de 2009 (puesto 50), pero cortado antes de arrancar el curso. Desde entonces, su carrera se ha desarrollado en Europa, en equipos como el Spartak San Petersburgo, Angelico Biella, Cibona o Cedevita, desde donde fue fichado el pasado verano por el Joventut. En el club verdinegro está ofreciendo su mejor versión, liderándolo en rebotes (7,2) y valoración (12,4), además de anotar 12 puntos de media y mostrar una muñeca interesante desde la larga distancia. Contra el Barça metió la canasta del triunfo a dos segundos del final y la pasada jornada firmó 15 puntos y 16 rebotes ante el GBC.