Bilbao - La Unión Ciclista Internacional (UCI) castigó al Astana. Tal y como desveló La Gazzetta dello Sport, la escuadra kazaja no será equipo World Tour en 2015, pues la Comisión de Licencias, un órgano independiente de la UCI, decidió no inscribirles. Este hecho, un secreto a voces en las últimas semanas, encuentra su ser en los recientes casos de positivos que se han dado en el Astana. El conjunto dirigido por Alexander Vinokourov ha tenido que lidiar en pocas semanas con cinco casos de dopaje. Especialmente dañinos para los intereses del equipo fueron los de los hermanos Maxim y Valentin Iglinskiy, aunque la gota que colmó el vaso fueron los tres positivos registrados en el conjunto filial, el Astana2. De poco sirvió la rápida reacción de Vinokourov, que a las pocas horas de conocer el último positivo decidió suspender la actividad del equipo Continental. Ahora, salvo que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), ante el que podrá recurrir la escuadra kazaja, le de la razón, en 2015 no tendrá licencia World Tour.
La consecuencia directa de esta decisión tiene que ver con el calendario del equipo, aunque también con la planificación de la plantilla. Sin el privilegio de pertenecer a la élite del ciclismo mundial, el Astana no tiene garantizada su presencia en las mejores carreras de la temporada, lo que incluye también a Giro, Tour y Vuelta. Su participación dependerá de las invitaciones que reciba. Además, con el reglamento en la mano, todos sus corredores, liderados por los italianos Vincenzo Nibali y Fabio Aru y con el alavés Mikel Landa también entre sus filas, quedan libres para fichar por el equipo que deseen. El último vencedor del Tour, sin embargo, dejó claro el pasado sábado, en declaraciones al medio italiano que desveló la noticia, que seguirá en el Astana.
“Para dejarlo claro, Astana y Astana2, ProTeam y Continental, son dos cosas diferentes. Hemos tenido dos casos, los hermanos Iglinskiy, pero eso fue un caso de familia. Los otros tres, que ni siquiera sé quienes son, fueron idiotas. El equipo ya ha reaccionado. El Continental ha sido suspendido y Sedoun (el mánager) ha sido despedido”, comenzaba Nibali, que a continuación aseguraba que “estoy seguro de que no va a suceder, que no quitarán la licencia, pero si ese absurdo sucediera, no me voy a ir, aunque tendría la oportunidad en términos reglamentarios”.
Cuestionado acerca de si se había equivocado por fichar por el conjunto kazajo, con quien ha ganado un Giro y un Tour, el italiano se mostró tajante: “Estoy convencido de que he tomado la decisión correcta. Aquí no estoy solo yo, hay un grupo de al menos seis o siete personas. ¿A dónde voy a ir? El Astana ha hecho una inversión en nosotros y estamos bien aquí. Yo creo en ellos y ellos en mí”.
Sus palabras fueron publicadas por La Gazzetta dello Sport antes de que se conociera que su equipo no tendría licencia World Tour. Ahora, habrá que ver si Nibali sigue manteniéndose firme en su idea de seguir liderando al Astana. En 2013, en un caso similar al citado, el TAS terminó revocando la decisión de excluir al Katusha de Purito Rodríguez, que había amenazado con cambiar de equipo si el conjunto ruso no permanecía en la élite.
astana y el tour de 2008 A la espera de ver qué decide el Tribunal de Arbitraje Deportivo, no parece que se vaya a repetir la situación de 2008, cuando al Astana, tras los positivos de Alexander Vinokourov y Andrey Kashechkin en el Tour de 2007, se le impidió participar en la ronda gala un año después. Entonces, Alberto Contador no pudo defender su dorsal número 1. De nada sirvió que de una temporada a otra el equipo cambiase de dirección. La llegada de Johan Bruyneel no hizo cambiar de idea al director de la ronda gala, que por entonces era Patrice Clerc, con una marcada política de tolerancia cero con el dopaje.
Ahora, con Christian Prudhomme como máximo dirigente del Tour, esa exigencia es menor, por lo que no parece que la presencia del Astana en las carreteras francesas durante el mes de julio corra peligro a pesar de que no obtenga la licencia World Tour. Tampoco parece probable que el Giro deje fuera a un equipo con una fuerte relación con Italia, pues además de Nibali y Aru, hay técnicos, médicos y mecánicos naturales del país transalpino.