Bilbao - ¿Qué valoración hace de la primera BIBE?
-Ha sido todo un éxito. Ni en el mejor de los escenarios hubiéramos pensado llenar los quince mil metros cuadrados del pabellón. En total ha habido 170 marcas representadas en noventa estands, y eso, para ser la primera edición, es algo insuperable.
¿Cuál ha sido la respuesta de la gente?
-Nosotros al principio esperábamos cerca de 20.000 personas y creo que andaremos por ahí (18.000 es la cifra oficial). Al ser la primera vez, no teníamos ninguna referencia y por eso estamos contentísimos. Para afianzar el éxito necesitábamos la afluencia de público y pasar de las quince mil personas ya es todo un logro. Sin embargo, para nosotros lo más importante ha sido la respuesta de las marcas. Estas se han sorprendido, y tenemos la constancia de que muchas de las que no están aquí han venido a verlo de cara a la próxima feria de BIBE. Casi una docena de marcas que no están vendrán el año que viene.
Entre esas marcas, ¿cuáles han llamado más la atención durante esta feria?
-Entre todas es difícil nombrar alguna, pero la apuesta que han hecho Mérida, KTM, BH, Spiuk u Orbea ha sido muy importante y son las que más se han volcado con la feria. Luego, Specialized, que ha venido por medio de la tienda bilbaina Maestre, ha sido el stand más visitado y ha habido días que ha estado totalmente colapsado. No se podían ver ni las bicicletas. Eso es algo esperado al ser una marca tractora y una de las mejores del mundo.
¿Las grandes novedades de 2015 han estado en BIBE?
-Hemos tenido la gran suerte de que todas las casas han decidido exponer todas las novedades del 2015, tanto en ropa, accesorios, material... Por eso decidimos hacer la feria a final de año, porque así, las casas tendrían físicamente lo que se va a vender el año que viene. Es como si hubiera sido la pasarela de moda para las bicicletas.
¿Qué necesidad había de que se celebrara un evento de estas dimensiones?
-La afición demandaba una feria porque es ideal para que la gente pueda disfrutar de su pequeño universo de la bicicleta y, además, tienen la posibilidad de reunirse en un fin de semana con cientos de marcas. Desde la desaparición de Cycle se había convertido en algo impensable para los amantes del ciclismo tener aquí a 170 marcas exponiendo sus grandes novedades.
Después del éxito reciente, ¿cómo se prevé el futuro de la feria?
-Pinta muy bien. Desde la organización sabemos que esta feria va a tener futuro porque nos lo han asegurado las marcas con la respuesta de este año. Pero nosotros lo que queremos es que BIBE no sea solo una feria, queremos crear un movimiento y hacer otras acciones relacionadas con la bicicleta que se celebrarían cada dos meses más o menos para ayudar a dar continuidad a esto.
¿Cuáles son los próximos objetivos de BIBE?
-El primer objetivo debe ser que sea rentable económicamente y en la primera feria ha sido así. Luego, nuestro listón pasa el umbral estatal y busca convertirse en la referencia del sur de Europa. Nos gustaría que las marcas vieran en Bilbao una oportunidad para presentar sus productos al consumidor final. Tenemos una cosa con la que nadie puede competir y es la afición. Los seguidores al ciclismo tiran mucho del carro, no hay ninguna marca de prestigio que no esté detrás de un equipo profesional. Las marcas si están ahí es por la competición. Es lo que más les atrae y nuestra afición es la mejor del mundo. Solo hay que ver el Tour de Francia. En el Tourmalet se mueven 40.000 vascos y eso las marcas lo saben.