Bilbao - Tras tres años en Bilbao, ¿qué tal ha ido la adaptación a un nuevo club y a un nuevo entorno?
-Sobre el entorno no ha habido problemas porque casi todos los días voy y vengo a Manresa desde Barcelona, desde mi casa, y con el club tampoco. Todo el mundo me ha acogido bien.
Tras un verano complicado, ¿cómo surgió la posibilidad de recalar en La Bruixa d’Or?
-Hasta finales de septiembre no tuve libertad para fichar por otro club y en esa época es muy difícil recibir ofertas. Tuve la suerte de que uno de los jugadores que ficharon no pasó la revisión médica y eso abrió un hueco. Firmé un año con posibilidad de corte el primer mes, esa opción caducó hace dos días y aquí seguimos.
¿Cómo valora el arranque de temporada de su nuevo club?
-Hemos tenido un calendario complicado. Arrancamos en Santiago, que es una pista difícil, y luego hemos tenido partidos contra Unicaja, Barcelona y Laboral Kutxa. Ganamos en casa al Andorra y estuvimos bien. Todavía no estamos a nuestro nivel y tenemos que crecer y mejorar. En casa debemos ser un equipo más sólido.
En el plano personal y dejando a un lado al sorprendente Zeljko Sakic, que solo ha jugado dos partidos, usted es el máximo anotador y el jugador mejor valorado del equipo.
-En Bilbao me conocéis y sabéis que no soy amante de las estadísticas. Como siempre he dicho, en todos los equipos intento ayudar en lo que pueda. En Manresa me está tocando este papel y no tengo ningún problema, pero para mí lo importante es ayudar al equipo. Estoy contento en el plano personal porque he cogido un protagonismo que hacía años que no tenía, pero lo importante llegará cuando ayude al equipo a ganar más partidos.
¿Qué le ha pedido Pedro Martínez?
-No hemos hablado específicamente de mi rol, ha sido todo muy natural desde el primer día. Es un estilo de juego que me gusta, muy dinámico, y tengo opción de atacar muchas veces. Hasta el momento me han salido bien las cosas, pero la felicidad será plena cuando acumulemos más victorias.
¿Cómo es La Bruixa d’Or?
-No te doy muchas pistas que luego te chivas (risas). En los partidos fuera nos ha costado mucho porque no hemos sido sólidos, en pocos minutos nos han pasado por encima y luego a remar. Creo que en casa vamos a ser un equipo más sólido, más difícil de batir. Después de dos años difíciles nuestro objetivo es que el Congost se llene, que el público se entusiasme y apoye al equipo. Eso será señal de que estamos haciendo las cosas bien.
El domingo reciben al Bilbao Basket. Para usted no será un partido más.
-Evidentemente no. Será más especial cuando vaya a Bilbao, pero jugar contra excompañeros, contra amigos, siempre es diferente. No puede ser un partido más porque tengo sentimientos hacia ese club y esa ciudad.
Cuando echa la mirada hacia atrás, ¿pesa más lo malo de los últimos meses o los buenos recuerdos?
-Sin duda pesa más lo bueno, que ha sido mucho. El debut en Euroliga del equipo que más lejos ha llegado en su primera participación en la competición, la final de la Eurocup... Y el año pasado, aunque lo pasamos muy mal, la unión que logramos dentro del vestuario también fue sensacional y eso se te queda muy dentro. Cuando pasas malos momentos se forman unos lazos superiores a cualquier otra cosa. Me apena no haber seguido en Bilbao el tiempo que hubiera deseado, pero estoy contento con mi trayectoria.
Tras haberse involucrado tanto en los meses más agónicos, ¿le dolieron en lo personal la tardanza en la resolución de su situación personal y las declaraciones de Sito Alonso?
-Después de pasarlo tan mal, de tantas reuniones, de la huelga... Mi idea y mi ilusión era seguir. Claro que me gustaría estar ahora allí disfrutando con mis compañeros, que están jugando bien y ganando, saborear lo bonito del deporte. Lo que me fastidió mucho es que yo tenía muchas ganas de seguir jugando. Si en Bilbao, por lo que sea, deciden que yo no siga, lo encuentro perfecto y lo acepto, pero entonces que me dejen elegir mi futuro en junio, no el 23 de septiembre. Esto es lo único que he dicho y no es una crítica. No es buscar polémica, ni que yo esté cabreado con los nuevos rectores del club. Creo que es comprensible. Yo quería seguir jugando y quedé libre el 23 de septiembre. En otro año en el que las cosas hubiesen ido como siempre, ahora estaría sin equipo. He tenido la suerte de que este verano todo ha ido más lento y que he podido encontrar acomodo, encima pudiendo estar a diario con mi familia, lo que no tiene precio. Pero se podía haber dado la circunstancia de estar ahora sin equipo y yo me moría por jugar a baloncesto. Esto es lo único que me supo mal. Yo acepto que por lo que sea al técnico no le guste o que no me quiera en el equipo. No pasa nada, esto es deporte, pero si se sabía con tiempo, se tenía que haber solucionado antes. Pero ya está, ni dolido, ni rencor ni historias.
Lo que sí debe tocar la vena sensible es recibir tantas muestras de cariño por parte de la afición.
-Sin duda. Recibir tanto y tanto cariño de personas de una ciudad que no es la mía, que me quieran tanto como si fuera de allí... Eso es muy positivo. Todas las reacciones a mi carta de despedida se me han quedado dentro, me ayudaron a pasar los malos momentos del verano.
¿Cómo ha visto al Bilbao Basket en este arranque de temporada?
-No he podido ver los partidos, pero por resultados y estadísticas se ve que están muy bien. Para mí es un candidato muy serio para meterse en Copa, que con este arranque lo tienen bastante al alcance, y en el play-off. Les conozco perfectamente, son muy buenos jugadores, y sin nada extradeportivo que afecte, seguro que van a hacer un temporadón importante.