bilbao - El exentrenador de la Real Sociedad Jagoba Arrasate aseguró ayer que abandona sus responsabilidades al frente del primer equipo “con la conciencia tranquila” porque, aseguró, se ha “desvivido por el club”. Sin embargo, en cierto modo admitió su fracaso como entrenador al reconocer que los jugadores “tienen fútbol”, pero que están “bloqueados”.

“Tenemos una plantilla buena a la que no hemos sabido sacar rendimiento este año. Creo que hay plantilla y se va a demostrar. El equipo tirará para arriba”, admitió. Pero eso ya no ocurrirá con el técnico vizcaino al mando, aunque Arrasate seguirá ligado al club como miembro del cuerpo técnico del club guipuzcoano, que aún no ha concretado el fichaje del nuevo entrenador.

El escocés David Moyes es el objetivo principal, pero las negociaciones siguen sin tomar cuerpo. Si no se logra su fichaje, el club donostiarra maneja como alternativas al alemán Thomas Tuchel, al argentino Alejandro Sabella y al madrileño Pepe Mel.

Arrasate compareció en Zubieta ante la prensa en solitario después de que el domingo la Junta Directiva de la Real Sociedad decidiera su destitución, aunque los consejeros realistas lo arroparon durante la comparecencia sentados en la primera fila de la sala de prensa, a excepción del presidente, Jokin Aperribay, que se encuentra fuera de Donostia.

El técnico de Berriatua se mostró “tranquilo”, admitió que el domingo durmió “mejor que nunca” y reconoció su tristeza porque tenía la “ilusión” de que las cosas le hubiesen salido “mejor” al frente de la Real.

En cualquier caso, admitió que se encontrará “más aliviado” cuando el equipo salga de la complicada posición clasificatoria en la que se encuentra, en puestos de descenso a Segunda A, ya que se siente responsable de la situación.

Tras expresar su orgullo por haber sido preparador de la Real, el técnico vizcaino confesó que se siente “mejor entrenador que el año pasado” y añadió que, aunque atendiendo a los resultados pueda parecer que no es así, en su opinión, esta temporada la Real ha trabajado “incluso mejor” que la campaña anterior.

“Creo que hemos hecho mejor las cosas y que hemos dado un paso pero puedes hacer todo eso y ves que los resultados no llegan y sientes una sensación de frustración”, dijo.

Respecto al entrenador que le sustituirá en el puesto, cree que quien “venga estará lo suficientemente preparado y capacitado para sacar al equipo de donde está”, al tiempo que se ha ofrecido a prestarle ayuda en caso de que así lo requiera.

El exentrenador realista hizo un balance “positivo” del año y cuatro meses que ha permanecido al frente del equipo y recordó que su primera temporada no fue fácil porque fue la campaña “con más partidos en la historia de la Real”, a pesar de lo cual cumplieron lo objetivos marcados.

No obstante, comentó que este año las cosas no han ido como esperaba, desde que “se torcieron” cuando la Real fue eliminada de la Europa League por el Krasnodar ruso, un “palo muy duro” para el club.

Arrasate explicó que no se va “enfadado” ni “con resquemor”, aunque sí “triste” porque “era una oportunidad muy buena” y porque deja a la Real “en una situación delicada”. “Eso es lo que más me duele”, concluyó.