bilbao - Hondarribia conquistó el domingo su segunda Liga San Miguel. Los hombres entrenados por Mikel Orbañanos han hecho gala de una regularidad envidiable, lo que ha desencadenado en la gran fiesta que se celebró el domingo cuando todo el pueblo salió a la calle para recibir al equipo y a la Corona de campeones. “La verdad es que fue un recibimiento muy emocionante y bonito”, confiesa Joxemi Elduayen, el presidente del club. Él tiene claro que esos momentos sacan a relucir los sentimientos de todo un pueblo: “Eres consciente de que estás haciendo feliz a mucha gente. Percibes la alegría y las caras de emoción. Ves gente llorando por el pueblo... Todo eso te llena y es lo que sientes: estás satisfecho y orgulloso de ser hondarribitarra”.

Mirando atrás, el máximo dirigente de la entidad hondarribitarra explica que el título liguero no era un objetivo a principio de temporada: “Es algo que se ha ido poniendo a tiro. Éramos conscientes de que teníamos un equipo con un trece titular muy competitivo, capaz de ganarle a cualquier equipo en cualquier regata, pero pensábamos que había otros clubes que tenían plantillas más largas, más potentes que la nuestra. Pero la sorpresa fue que al empezar la temporada y hacer cambios y rotaciones, veíamos que el bote respondía perfectamente, que los cinco remeros que habíamos pasado de la trainera B a la A respondían a un nivel altísimo. A la quinta jornada estábamos muy cerca del liderato y vimos que podíamos luchar por esa clasificación general. Desde ese momento el primer puesto de la Liga se convirtió en nuestro objetivo”.

A partir de ahí salió a relucir el trabajo de Mikel Orbañanos y del preparador físico, Jon Marín: “H an calibrado los esfuerzos, las cargas de trabajo y lo han hecho perfecto. Dentro del propio verano es difícil gestionar eso, porque cuando estás peleando por un título la presión te lleva a intentar dar tu 100% en cada regata. Hay que intentar tener sangre fría, saber dominar todo eso y ahí Mikel ha estado como lo que es, un gran entrenador”.

Al analizar la plantilla de la Ama Guadalupekoa, salen a la luz catorce canteranos. Es la evidencia de que en Hondarribia la primera opción siempre es apostar por lo de casa: “Es un título de Liga que tiene sus diferencias con los que han ganado otros proyectos. No es ni mejor ni peor, cada uno tiene el suyo y lo digo con todo el respeto, pero en Hondarribia siempre hemos pretendido tener una trainera reconocible, con la que el pueblo se sienta identificado. A todos nos gusta ganar, pero no a cualquier precio. La trainera es el espejo del pueblo”.

Ahora toca trabajar para mantener ese bloque que tan buenos resultados ha dado. El club cuenta con Orbañanos para otras tres temporadas y espera que sepa buscar el reemplazo para los veteranos que decidan dejar el remo. “Si conseguimos mantener el bloque, estaremos en la pelea”, asegura el presidente hondarribitarra, “luego ya, ganar o no ganar es otra cosa”.

La victoria en la Liga San Miguel ha llegado un año después de conquistar La Concha. Para Elduayen no son comparables estos dos logros. Cada uno tiene su encanto: “Son diferentes. Cuando ganas una, te llena. Y cuando ganas la otra, te llena igual. Son dos triunfos diferentes. La Concha tiene la magia con todo lo que conlleva de tradición, historia, el escenario... Veinte minutos antes de que la ganes todavía no está seguro que la vayas a ganar. En la Liga lo ves venir un poco más. Una cosa que me gusta mucho de la Liga es que la gana todo el equipo, porque todo el mundo se siente muy partícipe del triunfo. En La Concha parece que solo ganan los catorce que van en el bote. Como mérito, sin duda, la Liga me parece más difícil porque te exige mucho más durante todo el año. Pero son diferentes y no me quedo con ninguna de las dos”.