Bilbao - Simone Moro, primero en hollar un ochomil en el Karakorum hace ya unos años, tuvo ayer la frialdad de escuchar el lamento de su cuerpo a modo de problemas estomacales para decidir que la renuncia a atacar la cumbre del Nanga Parbat (8.125 metros), hito jamás logrado antes en invierno, era lo más sensato. Recogió sus cosas en el campo 2 y se despidió de su compañero de expedición David Göttler para comenzar el descenso al Campo 1 donde le esperaba Emilio Previtali para asistirle. Sobre las espaldas de Göttler queda pues el peso de hacer historia alcanzando la cima del Nanga Parbat en unas condiciones invernales extremas, aunque no afronta solo el reto, pues le acompaña en el campo 4 Tomasz Mackierwicz, miembro de la expedición polaca que busca el mismo objetivo y que ha situado en el campo 3 a Pawel Dunaj como refuerzo por si alguno de los dos alpinistas necesitara auxilio.
Göttler y Mackierwicz se unieron ayer en el campo 3 y aprovechando las buenas condiciones meteorológicas compartieron cordada para superar los tramos técnicos y abrir huella hacia la arista Mazeno. David Göttler progresó más rápidamente que su compañero polaco hasta los aproximadamente 7.000 metros donde el alemán instaló el campo 4 a la espera de la llegada, horas después, de Mackiewicz, según recoge la web de la revista especializada desnivel. com.
En boca de Previtali, "las condiciones meteorológicas son perfectas, con el viento en calma, cielo sereno y alguna nube sutil en disolución". Si esas previsiones se cumplen, hoy será la jornada ideal para que ambos alpinistas intenten el ataque definitivo a la cumbre y superen los más de 1.000 metros de desnivel que les separa desde el campo 4 por la desconocida vertiente Diamir.