Nieve sale del invierno
El navarro debuta mañana con el maillot del Sky en el Tour de Omán, donde también estrena la temporada Chris Froome, al que ayudará a ganar en julio su segundo tour
bilbao - Antes de saber siquiera que dejaría Euskaltel-Euskadi, Mikel Nieve, navarro de Leitza, 29 años, ya había entrado con buen pie en el Sky.
En Ax 3 Domaines, bajo el calor de julio, el Tour asiste a la primera entrega en la montaña, la primera etapa de los Pirineos y, cuando al final de la tarde el aire empieza a refrescar, la primera sacudida de Froome que es el principio que anuncia el fin. El inglés entra sin sombra en la estación de esquí, donde los periodistas británicos, escribas del día a día del Sky, se agitan entre la muchedumbre que espera al otro lado de la pancarta de meta. De los primeros en enfilar ese desfiladero humano es Mikel Nieve, sexto, que al pasar no puede evitar pisar un pie con la rueda de su bicicleta. Nadie se lo reprocha, nadie le reclama nada, claro, pero el navarro vuelve al de un rato sobre sus pasos, busca al periodista inglés al que ha pisado y le pide disculpas. Los rostros sonrosados por el sol del británico y sus colegas que le rodean se vuelven de piedra. Estupefactos, anotan lo sucedido como un hecho insólito. Se dicen: qué buen chico.
Así se presenta Nieve a la sociedad inglesa antes de su deslumbrante ascenso unos días después al Ventoux, paisaje mitológico inglés por la muerte de Simpson en los 60. Allí, en plena descomposición de Euskaltel-Euskadi, el navarro es tercero tras arrastrar a Contador durante la segunda mitad de la subida, lo que despierta los rumores sobre su fichaje por el equipo del madrileño. Nieve, en cambio, ya estaba camino de Inglaterra.
El navarro sale mañana del invierno en el Tour de Omán. Debuta con el Sky al mismo tiempo que estrena Froome su temporada. No es una coincidencia. El inglés ha elegido a Nieve como uno de los hombres que le cubran las espaldas en el Tour. La montaña será el lugar de trabajo del corredor que tiene en su palmarés dos reinas: la etapa de Cotobello de la Vuelta de 2010 y el maratón de los Dolomitas del Giro de 2011.
En una noche de la concentración del Sky en Mallorca de hace unas semanas, Richard Moore, autor de Sky's the limit (Sky, el límite es el cielo, editorialLibros de Ruta), charla distendidamente con Nieve, que se esfuerza por entender y hablar inglés, le recuerda el episodio del pisotón, evocan el Tour y otras cosas y al final de la charla, cuando el navarro no está, el periodista anota en su libreta su convicción en que su papel va a ser importante para el equipo. Entra con buen pie Nieve en el Sky, lo que no deja de intimidarle. "Que me elijan para el Tour es una sorpresa. Que desde el principio depositen esa confianza en ti te da mucha seguridad y se agradece", dice a Ciclo21.com; "pero no niego que también supone mucha responsabilidad". Para Nieve, siempre desde 2009 profesional con Euskaltel, el equipo de casa, todo es nuevo en el Sky, la estructura ciclista más grande del mundo. Le sorprende que se analice todo lo que hace y destaca que nunca había tenido una pretemporada con tantos kilómetros acumulados como esta. Ahora quiere ver los resultados. "Estoy deseoso de que llegue el día de ponerme el dorsal". Como Froome, que no compite desde el Mundial. "Trataré de repetir lo que conseguí la pasada temporada y demostrar que soy un campeón legítimo. Sabemos que hay muchas dudas en torno a lo que hacemos y quiero demostrar a la gente que puede creer en este deporte, y también en mí, así como en el Team Sky", dice el inglés.
En el Tour del Mediterráneo, Christophe Peraud ganó la etapa final en el Mont Faron, donde Cummings certificó su triunfo en la general final.