Hazallanas. Hace cuatro años, en 2009, el Tour salió de Montecarlo, la ciudad de los yates, los coches de lujo y los bólidos de Fórmula 1. Era el Tour del regreso de Armstrong, el duelo Contador-Andy, y muchas cosas más que empezaban a ocurrir en una crono corta y rápida que pasaba por algunos de los lugares más legendarios del circuito monegasco como la curva del casino y otros, rincones que conoce mejor que nadie Fernando Alonso, el bicampeón mundial que se acercó por allí para saludar a sus amigos. El asturiano estuvo charlando con Contador y los demás. Dijeron que estaba de visita, que le apasionaba el ciclismo, lo que es cierto, pero había algo más. Luego se supo que había estado hablando de la posibilidad de montar un proyecto ciclista español en torno a la figura del madrileño. "Sí", confirmó después el piloto, "es verdad, es una de mis ambiciones. Amo el ciclismo y no puedo negar que tener un equipo de alto nivel me gustaría". La cosa quedó ahí. No cuajó y la gente se olvidó de aquello. Todos menos Alonso.

Dicen que al piloto se le quedó mal cuerpo al no poder cristalizar aquel proyecto. Si fuera así, ha conseguido redimirse. Ya tiene su equipo después de que se confirmase ayer que ha llegado a un principio de acuerdo con Euskaltel para comprar el grupo ciclista y asegurar la continuidad de la estructura.

Alonso, además del gimnasio, la telemetría, los simuladores y otras cosas, utiliza la bicicleta para preparar las carreras. Así se pone en forma. "Está todo el día en bici", asegura Samuel Sánchez, que dice que el piloto se machaca de lo lindo, que va rápido cuando entrena. Ambos son asturianos y amigos, algún entrenamiento comparten y, más aún, mensajes. En 2012, antes de ganar la Vuelta al País Vasco, Samuel ya avisó en la Volta a Catalunya. Fue segundo en la general y ganó una etapa. Alonso, que esa semana había ganado en Sepang y había recibido la felicitación de su amigo, le devolvió el cumplido. "¿Qué, ya le has dado al turbo?", le vino a escribir.

Las negociaciones Algo habrá tenido que ver Samuel para que Alonso se haya decidido a comprar el equipo. "Somos colegas, pero la decisión es suya. A mí me coge de rebote, pero el culpable es él, no yo", aclara el ovetense. Fernando se debió de poner en marcha, o eso cuentan, cuando hace unos días, antes de que arrancase la Vuelta, la empresa de telefonía reunió por la mañana a todos los miembros del equipo y les dijo que la historia se acababa, que el equipo desaparecía y que comenzaba un proceso de cierre ordenado que acabaría con la extinción completa del proyecto. Aquel equipo estaba muerto. Su motor, apagado.

Lo ha arrancado Alonso. La noticia llegó a sus oídos y vio la posibilidad de retomar aquel proyecto que se le quedó en la cuneta. Mandó a su gente ponerse en contacto con la empresa Euskaltel para conocer el estado real del proyecto y decidir así si lo compraba. Tras varios días de intensas negociaciones de las que ambas partes destacan la discreción, requisito fundamental que impuso Alonso, ayer anunciaron que habían cerrado el acuerdo para comprar el 100% de Basque Cycling Pro Team (BCPT) la sociedad que gestionaba al equipo y pertenecía a la empresa vasca después de desvincularse en 2012 de la Fundación Euskadi.

De momento, con ese acuerdo se asegura la continuidad del total de la estructura del equipo ciclista y el grupo de Alonso asume los compromisos adquiridos para la próxima temporada, entre los que están los de los catorce corredores que tenían contrato -Samuel y Nieve tenían firmados dos años más con Euskaltel y Antón, Jon Izagirre, Rubén Pérez, Lobato, Mikel Landa? uno-.

Lo confirmó Alonso en un comunicado. "El nuevo equipo respetará los contratos de los corredores que actualmente se encuentran en nómina en el Euskaltel-Euskadi en las temporadas 2014 y 2015". Además, anunció su deseo de dar continuidad al proyecto y hacerlo crecer poco a poco, "incorporando los nombres de los mejores ciclistas del pelotón a sus filas con el fin de realizar una transición moderada hacia un proyecto internacional que a medio-largo plazo tiene la firme intención de convertirse en un referente a nivel mundial".

En el entorno del piloto aseguran que el objetivo de Alonso, sin prisa, sigue siendo Contador.

En el coche del equipo con el móvil palpitando durante toda la etapa, Igor González de Galdeano, que garantiza también su continuidad en el equipo, se felicitó por el anuncio, se mostró agradecido con Alonso y pidió prudencia para dejar que el proyecto fuera avanzando poco a poco, sin presión. Que eso de Contador y todo lo demás era querer correr demasiado. "Se están diciendo muchas cosas y de lo único que estoy seguro es de que no se va a romper de cuajo con el ciclismo vasco", dijo el alavés.

"Lo que conocimos como el proyecto de Euskaltel murió", aseguran en la empresa vasca, desde donde señalan también que este que nace sobre las cenizas de aquel es otra cosa que aún está por definir. "Faltan muchos flecos por atar". Entre otras cosas, todo eso que se empezó a contar ayer de que la sede del equipo se trasladaría a Asturias, se alimentaría del vivero asturiano de jóvenes ciclistas y cambiaría el color del maillot. Todo eso queda por saber. Y también cómo se llamará el equipo, quién lo patrocinará... "Esos son los temas que hay que ir aclarando en adelante", se esfuerzan en pedir prudencia desde Euskaltel, que ha pasado de gestionar un cierre ordenado del equipo a ponerse en marcha para solicitar la licencia World Tour para la próxima temporada que la UCI le había concedido en 2013 para cuatro años. Debe reactivar el proyecto, confirmar que continuarán los catorce corredores con contrato, abordar las renovaciones de los corredores que le resulten interesantes y moverse en el mercado para fichar. Luego están las bicis, la ropa, los patrocinadores? Ese proceso lo seguirá pilotando Euskaltel, al menos hasta que se cierre por completo el acuerdo para traspasar el equipo, pero las decisiones las tomará el grupo de Alonso.

humildad e ilusión "A partir de hoy mismo empezamos a trabajar a contrarreloj para, desde la humildad y el máximo esfuerzo, y trasladando lo mejor de nuestra experiencia profesional, ser capaces de llegar a las primeras pruebas de la temporada 2014 con un equipo nuevo, cargado de ilusión y con enormes ganas de luchar", asegura el piloto asturiano en el comunicado en el que no define los detalles del nuevo proyecto pero habla de la ilusión, la serenidad, el sacrifico, la evolución y la transparencia como pilares sobre el que sentará sus bases. Fernando Alonso también se dirigió a la afición vasca para agradecerle que se haya mantenido al lado del equipo y pedirle que "siga apoyando a este nuevo proyecto con la pasión habitual que viene transmitiendo a sus corredores".

Cuando gana una carrera a Alonso le dicen ¡Bravo, Fernando! por la Team Radio de Ferrari. Pues eso, bravo.