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HA conquistado el Antártico, el Amazonas, los Alpes o el Sahara a la carrera durante los últimos años, pero el bermeotarra Julen Urdaibai sigue ávido de nuevos retos. Tras recorrer 143 kilómetros en dos jornadas en el continente helado en 2012, su próximo desafío le llevará a la conquista de nuevos territorios. Al desierto, a las dunas, y al espectacular Gran Cañón del Colorado. El atleta competirá del 22 al 28 de septiembre en Estados Unidos en la Grand to Grand, una prueba de autosuficiencia en la que recorrerá 273 kilómetros divididos en seis etapas.

Experiencia no le falta a Urdaibai. A sus 39 años acumula un gran currículo en cuanto al éxito en pruebas de ultrafondo. Sin embargo, las nuevas aventuras le seducen: "No es una prueba tan extrema como las que he corrido en años anteriores, pero ésta también tiene sus complicaciones". Se refiere el bermeotarra no tanto a la climatología con la que se topará en Arizona, sino sobre todo a los desniveles positivos y negativos a los que tendrá que hacer frente. A las subidas y bajadas de una prueba atlética única en Norteamérica. Otro elemento a cuidar, además de la amplia distancia a recorrer -273 kilómetros- será la hidratación. "La organización tan solo nos proporciona el agua. 1,5 litros a comienzo de etapa, otros 1,5 cada checkpoint, 4,5 litros al terminar cada jornada y otros 4,5 litros el día posterior a la etapa larga", señala el atleta.

El resto de víveres para la carrera de larga distancia corren a cuenta de Urdaibai. Más bien, corren a su espalda. "Todo lo necesario para poder sobrevivir durante siete días lo llevaré en una mochila: comida liofilizada, higiene, botiquín, ropa, saco y esterilla...". El peso complementario con el que el bermeotarra correrá por el Gran Cañón será de diez kilos. Y pese a que nunca ha estado en esa zona de EE.UU., las etapas las tiene, también, en la mente. "Las dos primeras serán para ir tomando el pulso a la carrera y para ir aclimatándome al terreno", explica. Son de 49 y 43 kilómetros, respectivamente. "Después viene la etapa larga, de 84 kilómetros, que creo que se puede realizar en unas 13 o 14 horas. Después tenemos un día de descanso, y las dos siguientes etapas son de 41 kilómetros cada una. La última es de solo 12 kilómetros", pero tras semejante paliza física, Urdaibai no tiene dudas de que "se puede hacer larguísima".

filosofía aventurera El bermeotarra mantendrá en el ultratrail norteamericano la filosofía aventurera -más que competitiva- que le ha llevado a culminar con éxito la Jungle Marathon en Brasil, el Marathon des Sables en Marruecos o la Antartic Ice Maraton en el Polo Sur. "Humildad y tranquilidad, sobre todo", destaca. "Es decir, ser algo reservón durante las primeras jornadas para adaptarse al entorno. Una prueba de esta distancia debes encararla sabiendo que el propio kilometraje realiza una selección natural de los participantes. Estás a merced de muchos factores. Por ejemplo, unas simples ampollas pueden dejarte K.O. a las primeras de cambio", incide Urdaibai, profesor de Educación Física en la ikastola San Fidel de Gernika-Lumo. "Nunca se gana una prueba en la primera etapa, pero sí que se puede perder. Mi objetivo es acabar la Grand to Grand", resume.

Desde enero afinando su puesta a punto para encarar en buenas condiciones el ultrafondo en el Gran Cañón, Urdaibai ha debido de sortear otra carrera antes de poder presentarse en la ciudad de Kanab, en Utah, el próximo día 20: lograr patrocinadores para hacer frente al coste de su nueva aventura, que alcanza los 4.500 euros. "Se me cerraron muchas puertas e incluso pensé en dejarlo. Ha sido complicado", desvela, pero encontró respuestas a sus desvelos en lo alto de su pueblo natal, Bermeo. El propietario del Asador Cannon, José, fue su salvación. "Vine a pedirle colaboración, pero gracias a su intermediación hemos conseguido alcanzar el presupuesto casi al sprint", ironiza. Señorío Ibérico, Conservas Royo, Albersa, Heineken y el citado asador apoyan al ultrafondista. En el apartado del material le apoyan Haglöfs y Overstims. El entrenamiento "ha sido mucho más fácil", asegura. Su entrenador, Luis Toribio, ha vuelto a guiar su preparación.

El éxito, asegura el ultrafondista, estará en acertar en un innumerable cúmulo de detalles. "Si llevas poca comida pasas hambre; si llevas demasiada, acumulas demasiado peso para correr. La ropa también es fundamental, ya que la temperatura puede oscilar entre los 40 grados de día y los 0 grados de noche. Recuperar bien tras cada jornada de carrera es indispensable. La comida, con al menos 2.000 calorías por día, también es otro factor determinante. El aspecto psicológico también tiene su importancia. Y hasta la suerte?.", relata un bermeotarra que no concibe una prueba de ultrafondo sin conjugar deporte y aventura. Para el futuro tiene apuntados otros enclaves del mundo. "Hay muchos sitios por descubrir. Existe una prueba, denominada Transarabia, que une el mar Rojo con el mar Muerto". Serán batallas futuras de un Julen Urdaibai que sigue asomándose al mundo a la carrera.