Bilbao. Regresa al Tour cuatro años después.
Sí, este año ha tocado. La verdad es que las dos veces anteriores no se me dio bien, pero espero que a la tercera vaya la vencida y que pueda sacarme la espina y hacer algo bonito.
¿Y lo afronta con respeto o con ilusión?
Pues de las dos maneras. Respeto porque conozco la carrera, sé lo que supone llegar a París y en ese sentido, tengo ilusión porque todo lo que haga será bienvenido y su valor se multiplica. El Tour te da y te quita mucho y cuando te da tiene mucha repercusión. Me gustaría ganar una etapa para sumarla a las que ya tengo en la Vuelta y en el Giro y hacer un triplete que no tienen muchos.
El nuevo reparto de responsabilidades en el equipo, ¿ha condicionado mucho su forma de afrontar la temporada?
Claro que cambia porque este año te obligaba a pensar en estar bien en julio. Hasta ahora, he enfocado la temporada a la Vuelta porque es la que mejor se me ha dado y en la que mejores resultados he conseguido siempre. Por un lado, me da pena no poder prepararla bien, pero hay que buscar nuevos retos y el Tour es uno de ellos, el más importante, y que me queda pendiente. Casi más que ganar una etapa me gustaría poder disfrutar la carrera y aprovechar cada momento en que tenga piernas para dejarme ver y poder hacer daño en la montaña. Es una carrera complicada, a la que todo el mundo llega muy bien y es difícil sacar buenos resultados porque están carísimos.
¿Y cree que llega bien, dentro de la incertidumbre que siempre puede haber?
Pienso que sí, aunque la diferencia puede estar en llegar bien o superbien. En el Tour, muchas veces con estar bien no es suficiente y la evolución en los doce días posteriores a la Vuelta a Suiza puede ser importante si aún puedo ir en ascenso en mi forma física. Espero poder dar en el Tour más de lo que he dado esta temporada. He sacado algunos buenos resultados, pero no he acabado de rematar con una victoria. Por momentos, me he visto bien y si doy un pasito más, podría estar en condiciones de pelear.
El llegar sin victorias al Tour, ¿le genera más presión?
Hombre, los buenos resultados te dan tranquilidad, es innegable, pero ya decía Froome que en el Tour pones el casillero a cero. El Tour es una carrera diferente y lo que hayas hecho atrás se queda en el olvido. Tienes que estar bien allí. Si lo haces muy bien o muy mal, eso es lo que la gente va a recordar. Si las cosas salen muy bien, el año será redondo.
A Euskaltel no le han ido bien las cosas hasta ahora, al menos como se esperaba. ¿Sienten también presión a nivel interno y externo?
Es normal. Todos los años hemos tenido esa tensión porque cuesta lograr la primera victoria y siempre hemos convivido con esa responsabilidad de tener que dar un pasito más y sacar resultados. Ocurre que algún año nos han salido resultados extraordinarios y ha parecido que era lo normal para un equipo como el nuestro. Pero es muy difícil ganar en las tres grandes o alcanzar la regularidad que siempre ha tenido Samuel. Estos resultados son difíciles de mejorar. Es normal que la gente nos exija, pero cuesta repetirlo. Solo espero que esa presión que tenemos nos lleve a poder dar un plus.
¿Cree que el equipo está ahora más observado o juzgado por el cambio que ha habido en su filosofía?
No creo, presión siempre hemos tenido. Primero, porque había que entrar en el World Tour, luego por mantenernos o porque queríamos crecer. Ha sido una lucha continua contra grandes presupuestos que lo tienen, a priori, más sencillo. Nosotros tenemos mucho mérito de habernos mantenido y ahora está la presión de hacer todo al detalle y, al final, es difícil. Creo que ahora toca a chavales como los Izagirre, que tienen que dar pasos adelante, o Nieve y yo coger la responsabilidad. Hay temporada por delante para cambiar las cosas.
La afición vizcaina disfrutó y soñó con el Igor Antón que estaba dominando la Vuelta de 2010. ¿Puede volver a verse esa versión suya o prefiere no pensarlo?
Bueno, es bonito recordarlo. Creo que pude acercarme en el Giro de 2011 en el que estuve a muy buen nivel. Luego, he tenido destellos, aunque sí es verdad que el año pasado y lo que va de este no he conseguido encontrar aquel golpe de pedal, quizás porque fue extraordinario. De todas formas, he notado mucha mejoría y ahora es el momento de confirmarlo. En el Tour es más complicado mostrarte, pero ya digo que creo que voy en el camino bueno y tengo posibilidades de recuperar mi mejor golpe de pedal. No estoy tan lejos.
Euskaltel no tiene este año un líder como Samuel Sánchez en el que volcar todos los esfuerzos del equipo. ¿Van a ir de frente a por los etapas o es mejor ir a la contra?
Queremos volver a los inicios de este equipo y ser batalladores, meternos en escapadas y tratar de sorprender desde lejos puede ser una buena opción. Luego, no nos vamos a obcecar con la general, pero creo que Mikel Nieve puede estar bastante arriba. Yo no me voy a volcar en ella, sino en estar lo mejor posible en las etapas de montaña e intentarlo en cualquier llegada en alto.
¿Hay alguna etapa que le haga especial ilusión?
Cualquiera, pero estando puertos míticos como Alpe d'Huez o el Mont Ventoux, a quién no le gustaría ganar allí. Solo estar delante en esas etapas tiene que ser muy grande y ganar te hace pasar a la historia.
Será difícil romper el dominio del Sky, sobre todo, pero también del Saxo y del Movistar.
Puede ser, pero va a haber diferentes momentos. Al principio, el Omega de Cavendish o el propio Movistar tratarán de coger el liderato tras la contrarreloj por equipos y luego será el turno en teoría del Sky y el Saxo. Pero siempre hay sorpresas, algún joven como Sagan o Kwiatkowski que pueden colarse. Pero creo que los que han dominado los últimos años volverán a estar arriba.
Todo apunta a un mano a mano entre Froome y Contador. ¿Lo ve así?
Está claro, pero Quintana, Valverde o Purito pueden estar ahí. Va a ser bonito para el espectador porque Contador ha dominado los últimos años y Froome está andando un poco mejor. Va a estar interesante, es bueno que no haya un favorito claro.
En el Giro de 2001, Nieve y usted ganaron etapas de montaña consecutivas. ¿Pueden hacer este año un trabajo conjunto en busca del triunfo de uno o de otro?
Ojalá. Mikel tiene un estilo diferente al mío, pero los dos somos escaladores. Mikel puede apostar por las etapas de más largo esfuerzo y yo, por tratar de sorprender en algún puerto duro. Hay que salvar la primera semana para llegar lo mejor posible a los dos últimas.