L a temporada del Aula Pedagógica de la Fundación Ciclista Euskadi ha llegado a su fin. Han sido unos meses intensos por los que han pasado más de 3.700 niños y niñas procedentes de distintos colegios. En esas clases, los alumnos han aprendido la importancia de la seguridad en la carretera. Dorleta Zorrilla, exciclista, ha sido la encargada de impartir los diferentes talleres que componían el programa del Aula. Por un lado, las clases teóricas donde, mediante vídeos aprenden todo lo concerniente a la educación vial. En segundo lugar, se encuentra el taller de reparación de averías donde se les enseña cómo actuar en caso de que le ocurra algo a la bicicleta. Por último, el taller que más gusta a los alumnos: la ruta hasta Zamudio desde la sede de la Fundación en Derio.

Miguel Madariaga, presidente de la entidad, hace un balance muy positivo de la campaña del Aula Pedagógica. "El viernes dimos la última clase con los colegios y la verdad es que estamos muy contentos con la aceptación que están teniendo los talleres. Tenemos colegios en lista de espera y estamos que no damos abasto", señala. Este verano, además, se llevarán a cabo de nuevo las actividades en los bidegorris. En colaboración con los udalekus de distintos municipios vizcainos, se realizarán una serie de rutas. "Debemos concienciar sobre el buen uso de la bicicleta en la carretera. Bien es cierto que todos los niños no lo van a usar y van a conducir un coche por lo que también es necesario enseñar a esos futuros conductores a respetar a los ciclistas en la carretera", señala el presidente.

En lo que se refiere a la situación de la Fundación, Miguel Madariaga quiere resaltar el trabajo de toda la gente y agradecer el apoyo que están recibiendo. Sin embargo, la situación económica de la entidad no es satisfactoria. "Estamos pasando por uno de los peores momentos económicos y no es por la crisis precisamente sino por causas externas. Hasta agosto estamos bien pero, a partir de ahí, no sé qué pasará. Estamos esperando una inyección de ayuda", afirma el presidente.

Por otro lado, el nuevo equipo de la Fundación también está sufriendo las consecuencias de los problemas económicos ya que aún está en el aire el hecho de que puedan ir a correr a China. "Esta semana debería solucionarse ese problema. Nos han invitado a correr allí y nos gustaría ir. La verdad es que hay gente interesada en apoyar esta iniciativa así que estamos a la espera. Correr allí es un escaparate para los ciclistas porque hay buen seguimiento en el país. Además, las carreras son llanas lo que es bueno para los corredores", afirma Madariaga.

El equipo Euskadi está realizando un buen papel en las pruebas a las que acude. Su periplo arrancó en la Challenge de Mallorca y, desde entonces, no han parado. En la Vuelta a Castilla y León cuajaron una buena actuación por ejemplo y aún les quedan carreras para seguir demostrando lo que valen. El equipo Naturgas Energía, en estos momentos, está algo parado porque los corredores son estudiantes y ahora están de exámenes pero pronto se retomará todo.

Durante esta temporada, la Fundación organizó sus cuatro fiestas principales para seguir fomentando el ciclismo: en octubre se celebró el Día de la Bici, uno de los encuentros más multitudinarios, que reunió a cientos de personas y que sirvió como homenaje al ciclista de Euskaltel Euskadi fallecido Víctor Cabedo. Después, llegó la Mendiko de Laukiz, la Dalmacio Langarika, que se disputó en el antiguo seminario de Derio, y la prueba de Gatika, que celebró su segunda edición.

También, cabe destacar una novedad y es la organización por parte de la Fundación de dos carreras contrarreloj, una especialidad que es una asignatura pendiente para los corredores vascos. Primero se llevó a cabo una prueba en Laukiz y, más tarde, llegaron los Dos días de Araba, carrera que se dividió en dos jornadas, una de ruta y otra contra el crono.