bilbao. Primera toma de contacto satisfactoria de los dos finalistas del Manomanista. Juan Martínez de Irujo y Aimar Olaizola se ejercitaron ayer en el Bizkaia de Bilbao de cara a la txapela más grande del panorama con "buenas sensaciones", pero distintos puntos de vista. Para empezar, el huracán de Ibero partió en la cancha con el zurdo Sébastien Gonzalez y el aficionado Bixintxo Bilbao -además de Jokin Etxaniz y Patxi Eugi- y acabó tremendamente sudado en una sesión destinada básicamente a "hacer físico"; mientras que su contrincante estuvo acompañado por su hermano Asier Olaizola y el preparador José Ángel Balanza Gorostiza en un entrenamiento "técnico".
El delantero de Aspe aprovechó para "hacer un entrenamiento exigente. Ha sido una pelea tremenda". Ahora toca descansar. Fue hora y media de batalla en la que al principio tuvo que jugar contra los dos manistas de Iparralde, a los que está "muy agradecido" por el esfuerzo de desplazarse hasta el Bizkaia. Después, Juan se dedicó a enfrentarse a uno y a otro. Aun siendo de tendencia al aire, la elección no ha sido por sus parecidos con Aimar. "Yo lo que quería era andar por el frontón sin pensar en el rival", contó Martínez de Irujo, quien apostilló que se encuentra bien, que le sale la pelota de la mano y que está teniendo "buenas sensaciones". "Estoy bien, estoy a gusto y estoy con ganas. Se trata de llegar lo mejor posible al 23, que no siempre es posible, porque estamos toda la temporada, desde septiembre, haciendo el trabajo y parece que vamos haciéndolo bien", manifestó el delantero, quien aseveró que "en diez días no se me va a ir la chispa". Lo cierto es que se le pudo ver en la cancha con mucha energía y ganas, así como con la frescura que lleva exhibiendo desde el Parejas.
Sabedor de que después Aimar Olaizola iba a pisar la cancha bilbaina, el de Ibero comentó que sí que había visto los partidos de su contrincante en el presente mano a mano y explicó que "Aimar está en perfectas condiciones y cuando tuvo que estar, lo hizo bien: gozó, acabó, remató... Es el Aimar de siempre". "Cada vez que llego a una final soy el hombre más feliz del mundo", finalizó el puntillero iberoarra.
Mucho más cauto estuvo su contrincante. Aimar Olaizola anduvo alrededor de hora y media en el Bizkaia con la intención de preparar gestos técnicos y la táctica junto a su hermano y valoró que "lo más importante es estar en el frontón en el que se jugará la final". El menor de la saga goizuetarra amanecía en Bilbao después de una paliza física de más de 250 pelotazos contra Mikel Urrutikoetxea el sábado y aún con las dudas de si su derecha estaba a pleno rendimiento. "Físicamente voy mejorando y he entrenado un poco por miedo de la mano. Quedan todavía diez días para el partido y es tiempo para descansar y volverme a cansar", concretó el actual campeón de la distancia, que agregó que "Juan está fuerte y le da más que yo, pero si hago mi juego tendré mis posibilidades".
Entrenamientos y entradas Previsiblemente, Irujo volverá a la cancha el martes y Olaizola, el lunes. Será su última sesión antes de la elección de material. Por otro lado, las empresas aún disponen de entradas a la venta para la final del 23 de junio.