Pagar para correr
La Fundación Euskadi ve limitado su calendario ante la imposibilidad de hacer frente a las condiciones económicas exigidas por las carreras
bilbao. A la Fundación Euskadi le está costando encontrar su sitio en el nuevo panorama ciclista. Los esfuerzos de Miguel Madariaga sirvieron para mantener el equipo vivo, retomando las mismas raíces que veinte años atrás cimentaron un proyecto de éxito. Pero al nuevo equipo Euskadi le ha tocado sacarse las castañas de un fuego voraz en unos tiempos de penuria económica que han convertido el ciclismo en un deporte sin padrinos. Los corredores del maillot tricolor se han encontrado con un inconveniente: no tienen carreras. La Fundación, con recursos más que limitados, ha visto cómo los organizadores solo se dignan a invitarles si ellos mismos se pagan todos los gastos derivados de su participación. "Para correr tenemos que pagar", se lamenta Madariaga, "y en muchos sitios, ni pagando".
El equipo Euskadi, por ejemplo, está en plenas negociaciones para acudir a una prueba portuguesa, pero Madariaga reconoce que el panorama no es alentador: "Ahora estamos hablando con una carrera en Portugal, pero ir nos cuesta unos 3.000 euros. No nos dan absolutamente nada. Es evidente que tenemos problemas".
Es una pena que el equipo ciclista no pueda valorar el inicio de la temporada en términos deportivos. En la cabeza del mánager solo se mezclan números, las cifras de facturas y presupuestos que describen la realidad del equipo: "Los cuatro días en Mallorca nos han costado 1.700 euros; en la Vuelta Andalucía solo nos admitían pagando nosotros los gastos y así no podíamos ir. Eran cinco días y nos salía carísimo. Así que no hemos ido. Murcia era una carrera de un día y nos ha costado 1.000 euros...". Las carreras estatales que abren sus puertas a equipos continentales sin pasarles la factura escasean. "En Almería nos han pagado todos los gastos. Ir solo nos supuso unos pequeños gastos del viaje", apunta Miguel. "Desde entonces no hemos corrido absolutamente nada".
Una alternativa para este problema es tomar parte en carreras al norte de los Pirineos: "En Francia hay buenas carreras y nos están buscando pruebas ahí. Pero Francia tiene un problema: si un equipo continental de Francia queda fuera de la carrera, no te admiten".
La dictadura económica recorta drásticamente la relación de carreras en las que los ciclistas dejan ver su potencial: "Les hace mella. Los chavales, antes de venir, ya saben qué calendario tienen, no se engaña a nadie. Pero hay un tema claro. Lo que no se entiende, y nunca voy a entender, es que a los equipos continentales no se les considere, porque son equipos de formación. Yo creo que la formación se adquiere corriendo con los grandes. Hasta ahora el equipo ha dado unos resultados fabulosos, con gente importante para pasar a profesionales, pero no tenemos ayuda de nadie".
La hucha de la Fundación se desinfla y Madariaga ya sabe cuándo estará vacía: "Tenemos vida hasta agosto. Si para entonces no aparece un patrocinador...".