BILBAO. Fue un Parejas complicado el de este curso para Aritz Begino (Autza, 02-IV-1980) unido a Iker Arretxe. El de Autza apenas encontró sus mejores sensaciones, pero después ha ido recuperando la chispa hasta coronar el verano con las finales de San Fermín y La Blanca; así como con la consecución del torneo Aste Nagusia el sábado.
Lo suyo con el frontón Bizkaia es un idilio: ya ganó aquí el Parejas y en dos años ha ganado dos torneos de Aste Nagusia.
La verdad es que estoy muy contento. Es una casualidad que haya ganado los dos torneos, pero es una cosa bonita que se te queda en el recuerdo, porque ha habido dos Aste Nagusia y he ganado dos seguidos. Y estoy muy contento.
Además han sido dos torneos muy distintos, en el primero sufrió más en el luminoso con Pablo Berasaluze en dos partidos; mientras que este año no ha encontrado oposición más que en el primer encuentro contra Xala-Zubieta.
La verdad es que hay que darle importancia al gran momento de forma de Aimar. Cuando me pusieron con él me extrañó mucho, porque casi siempre repiten a la pareja campeona del año anterior. Así las cosas, los dos hemos sumado mucho juego cuando hemos estado juntos, y se ha visto en el presente torneo: los dos hemos sumado, exceptuando el primer partido en el que tenía las dudas de la mano. Es muy difícil llegar bien y jugar juntos a gusto, pero lo hemos conseguido.
Aimar es que está en un momento genial, ¿no cree?
Aimar Olaizola está intratable, está imparable, en los partidos que juega en Asegarce, con ventajas, casi no le ganamos y yo creo que está en un momento dulce de su carrera deportiva y hay que aprovecharlo.
¡Y cómo son las cosas! Los grandes dos años de Olaizola comenzaron con usted.
Él llegó al Parejas de 2011 con dudas, como es normal después de la gravedad de la lesión de la rodilla que tuvo y en los primeros partidos se veía que le costaba entrar. Después fue de menos a más y se ha puesto intratable: en el mano a mano, cuatro y medio y en parejas. Casi casi es invencible.
¿Desde cuándo vienen las dudas con sus manos?
Empecé a notar molestias en la feria de La Blanca. El primer partido acabé justo, después pensé que librando un poco de taco iba a encontrarme mejor en la final, pero me resentí. Así que cuando fui a jugar a Bastida terminé de hacerme daño, en el tanto once no podía seguir y continué sufriendo todo el partido. Después tenía en Leitza, en Zarautz... Me vi que no podía seguir y paré. Cogí masaje y me puse a hacer manos y casi casi veía que no llegaba a Bilbao. El viernes, el día antes de jugar, decidí que iba a hacerlo. Llegué con mucho miedo y dudas, pero no sentí molestias y eso te da muchas ganas.
¿Supuso una pena para usted tener que suspender la final del Villa de Zarautz?
Sí, la verdad que sí, pero da pena suspender todos los partidos. Todos queremos jugar siempre. Y un torneo como el de Zarautz, a un único partido tan grande, da una pena enorme, pero las cosas han salido bien.
Más aún por cómo estaba planteado el torneo zarautztarra, con toda la carne en el asador: Aimar y usted por un lado e Irujo-Zubieta por otro.
Cuando estás mal no piensas más que en ponerte bien y nada más. De hecho, ni por el forro pensaba que iba a poder jugar en Bilbao. Se ha visto que he ido de menos a más, he sacado el título y me he quedado contento.
¿El duelo contra Xala-Zubieta abriendo el torneo suponía un partido trampa?
Era muy complicado, sí; porque Xala y Zubieta fueron campeones del Parejas en 2010. Y más al empezar un torneo en el que te vienen dudas. Ellos consiguieron un margen enorme al inicio, un 12-5; pero pude soltarle un poco más a la pelota y conseguimos darle la vuelta al partido. El miércoles Pablito y Albisu no tuvieron su día y eso nos ayudó mucho.
Si andaba con las manos mal, un duelo contra un pegador como Albisu tampoco tiene que ser plato de buen gusto.
Son dos zagueros ahora que son una referencia en la zaga y que andan en un gran momento, dominando a todos. Ya se vio contra Zubieta que al principio me tuvo muy lejos del frontis, pero creo que se notó el cansancio en él y les pudimos ganar. Albisu, sin embargo, no tuvo su día el miércoles.
¿Le quita este torneo las espinitas de San Fermín y La Blanca?
Estaba contento allí y siempre esperas llegar hasta ahí y nunca quedarte a las puertas, pero a la tercera ha sido la vencida y firmaría por estar en la final de San Mateo.
El verano ahora se centra en San Mateo.
Tengo un mes de septiembre bastante ajetreado y a ver cómo llegamos a San Mateo. Esperamos estar al cien por cien para la feria logroñesa y darlo todo en la última del verano.
Y las manos, ¿al cien por cien?
Sí, cogí masaje con Bixente después del partido y tengo una semana sin partidos que me va a venir muy bien para recuperarme y ponerme las manos bien.
Fue complicado el Parejas para usted, ¿sirve este verano, en el que ha conquistado un cetro y ha llegado a dos finales, para desquitarse?
No. Nunca se pueden juntar verano y competición. En verano se disfruta más y no se juega con la misma tensión. Durante el Parejas no pasé un buen momento de juego y se vio, no estaba al cien por cien y poco a poco me voy recuperando. Ojalá que en el Parejas pueda dar el nivel que estoy dando ahora. Es difícil estar al máximo, pero hay varios pelotaris que estamos entrando en las finales y en el Parejas no estuvimos a ese nivel y siempre es difícil.
Sin vacaciones para descansar, los ritmos cíclicos del deportista no les permiten estar los 12 meses a la misma altura.
Es muy complicado, sobre todo en la pelota porque no desconectas. El verano parece que es la mejor época para descansar y es diferente, porque no se juega con la misma tensión, pero estás con que un día vas, otro día vas; juegas un día, juegas otro y juegas otro... Y al final se acumula y es difícil mantenerse, pero la competición es lo que nos gusta, porque todo el mundo va a muerte.
Aun así, en el Manomanista, cuando jugó contra Barriola, dio buena impresión.
La empresa me dio una oportunidad para jugar y fui sin presiones. Nunca he jugado mano a mano nada más que cuatro veces en profesionales y poco a poco vamos aprendiendo. Y en Eibar, hasta el tanto 10, le di bastante guerra a uno de los aspirantes al título.
¿Se le quedó buen sabor de boca?
Yo me fui con mal sabor de boca, porque con el peloteo a bote pasaba a dominar y podía haberlo aprovechado más.
Y físicamente, ¿cómo se está sintiendo en los últimos meses?
Me encuentro muy a gusto y del Parejas a aquí vengo de menos a más. Entrenando en Zentrum estamos muy contentos, nos ayudan mucho y nos mantienen para estar a tope. Ojalá podamos estar todos bien mucho tiempo.
¿Cómo fue el cambio de preparación física para recalar en Zentrum?
Cambié porque estábamos Iñaki Esain, Iñigo Díaz y yo en un grupo aquí en Atarrabia con Iñigo Monreal, pero Iñigo tuvo su segundo hijo y tenía complicado coger horas para ayudarnos. Además, Esain y Díaz lo dejaron y me quedé yo solo. Hablé con Monreal y me busqué un poco la vida: lo comentamos con la empresa y decidimos que Oinatz y yo íbamos a ir a entrenar con Altadill y vemos que nos está yendo muy bien hasta ahora y espero que las cosas sigan así muchos años.