BILBAO. El equipo bilbaino ha llegado a tierras italianas en una buena dinámica en la Liga, tras sumar dos victorias consecutivas en apenas 48 horas que han aliviado su situación clasificatoria pero que, por el momento, no le valen para entrar en posiciones de una Copa que tiene muy difícil jugar.

No obstante, a la espera del milagro que se pueda dar este fin de semana con una más que complicada concatenación de resultados que les permitan viajar a Barcelona, los de Fotis Katsikaris quieren seguir disfrutando de una competición a la que difícilmente volverán y en la que han vivido sus mejores momentos de este curso.

Tanto 'los hombres de negro' como sus seguidores guardarán para siempre el recuerdo de los épicos triunfos ante Fenerbahce Ulker, en Estambul, y Caja Laboral, en este caso tanto en Gasteiz como en Bilbao. Y quieren sumar a ellos una nueva alegría en la cancha de uno de los equipos europeos de referencia en la última década.

El Montepaschi es, sin duda, el mejor equipo italiano de un tiempo a esta parte y su plantilla de las más poderosas del continente.

Liderados por BobCalebb, estadounidense con pasaporte montenegrino que deslumbró en el último Europeo y unos de los americanos más importantes fuera de la NBA, el plantel del que dispone Simone Pagianini es estelar incluso con las bajas de los lesionados de larga duración Rimantas Kaukenas y Ksistof Lavrinovic.

Con Nikos Zisis acompañando a McCalebb en la dirección del juego, Igor Rakocevic, Bootsy Thornton y David Moss en posiciones exteriores y Shaun Stonerook, Tomas Ress y David Andersen por dentro, el Siena puede medirse de tú a tú a cualquier rival europeo.

El escolta Marco Aradori, buen anotador y revelación en los últimos meses, el ala-pívot Marco Carrareto y el pívot Luca Lechthaler completan en buen plantel italiano.

El Gescrap Bizkaia le opondrá la mejoría de los últimos partidos, en la que tienen mucho que ver Marco Banic y Alex Mumbrú, claves en los triunfos en Zaragoza y Valladolid, y Raúl López, quizás el jugador más en forma del conjunto vasco en lo que va de 2012.

Todos ellos, no obstante, necesitan de un Aaron Jackson al nivel de la temporada pasada para poder soñar desde mañana con un nuevo hito en la corta historia -doce años- del club bilbaino.