LONDRES. Aunque Nadal no dejó de sacarse de la manga golpes brillantes hasta el final del encuentro, el mallorquín, que recibió un contundente 6-0 en el segundo parcial, solo opuso verdadera resistencia al número cuatro durante los primeros veinte minutos.
En los cuarenta restantes, Federer no dio opción a Nadal, que en el encuentro del pasado domingo contra el estadounidense Mardy Fish padeció problemas estomacales, y que terminó desquiciado, persiguiendo por la pista las bolas que enviaba el suizo.
A pesar del dominio abrumador del ganador del Masters del año pasado, en el choque no faltaron los interminables intercambios de bolas ajustadas a la línea, los duelos en la red y los golpes maestros que asegura cualquier encuentro entre quienes han acaparado los dos primeros puestos en el ránking de la ATP durante casi una década.