bilbao. Ni siquiera al otro lado del charco. Ni el Atlántico en toda su extensión consigue frenar la ambición de una selección de Euskadi de kayak-surf que ayer sumó tres títulos individuales más al que había cosechado en la víspera y que le catalogaba como el mejor combinado del mundo en los campeonatos que tienen lugar en la localidad estadounidense de Nags Head.
Como el huracán Ophelia, que ha arrasado la costa de Carolina del Norte y obligó a la organización a buscar una nueva ubicación para disputar el campeonato, así pasó la selección de Euskadi por esta nueva edición de un Mundial que reunió en aguas del Atlántico a un centenar de especialistas.
Olas de metro y medio y mar revuelto recibieron a los palistas. Luis Alberto Abando fue el primero que afrontó la responsabilidad. El veterano bilbaino, que partía en el grupo de favoritos, reeditó el título que consiguió hace dos años en Portugal y demostró a sus compañeros que el título por equipos no había sido una casualidad y que cualquiera de ellos podía subirse al podio.
La lección de la experiencia fue aprovechada por el novel. El junior donostiarra Julen Arrizabalaga tenía un duro rival en Andy McLelland, un norirlandés que había demostrado en las rondas anteriores que iba a vender muy cara su piel en la categoría de embarcación corta. Sin embargo, el guipuzcoano superó todos sus miedos, dio lo mejor de sí mismo y se las apañó para sumar las dos mejores notas de la tanda final para colgarse el segundo oro de la jornada para la representación vasca.
Con dos oros en la mochila, Euskadi todavía no había dicho su última palabra. Edu Etxeberria todavía tenía que entrar al agua y demostrar su potencial y calidad. Su actuación fue más una exhibición. Una sucesión de maniobras radicales, con aéreos incluidos, le iba a permitir marcar diferencias y sumar un nuevo título a su historial, en una modalidad, la del bote largo, en la que todavía no había sumado ningún título mundial.
Tres medallas más Con los mismos títulos que Inglaterra, Euskadi ya había demostrado que es la potencia a batir en aguas estadounidenses. Por si quedaba alguna duda, la recolección de medallas la ampliaron Ainhoa Tolosa, con una plata en bote largo; Julen Seco, que mostró su potencial con los botes largos en la categoría junior al finalizar en segunda posición, y Garazi Iturralde, tercera en bote largo.
Tras las celebraciones pertinentes, y antes de emprender un viaje de regreso que culminará el próximo martes, Edu Etxeberria reconoció que "lo más difícil de este campeonato han sido todos los preparativos que hemos tenido que completar para poder estar aquí". Frase con la que el guipuzcoano mostraba su queja por las dificultades que ha tenido que sortear la selección vasca para poder acudir a la cita transoceánica.
En lo que se refiere a la competición, Etxeberria destacó la "gran igualdad que hemos mostrado todos los palistas. Creo que ha sido el Mundial más igualado que se ha dado nunca, como lo prueba el hecho de que los jueces dieran puntuaciones muy ajustadas". Por su parte, Luis Abando señalaba desde su experiencia que "este es el título de una gran familia. Los vizcainos somos los padres Edu ejerce de madre y el resto son los hijos", mientras que el joven Julen Arrizabalaga no podía esconder su alegría por "un título que no me esperaba porque el irlandés era el gran favorito".
Finalmente, el capitán del equipo, el getxotarra Oskar Martínez, destacó que "esta colección de títulos y medallas debería ser el aval que nos facilitara la presencia en próximos campeonatos".