bilbao. La aventura de los hermanos Iker y Eneko Pou por tierras brasileñas concluyó de la mejor manera posible, con un nuevo hito. Los dos hermanos, que acudieron al país suramericano con la intención de escalar las paredes del Corcovado al Cristo Redentor y el Pan de Azúcar, se convirtieron en los primeros escaladores en conseguir ascenderlos de manera libre y sin paradas.

Las dos montañas, que son las más importantes de Brasil y unas de las más conocidas a nivel mundial por su espectacularidad, eran uno de los pocos retos que les faltaban por conseguir a los Pou.

Animados por un grupo de escaladores brasileños, que les invitaron a "escalar sus dos emblemas nacionales", los gasteiztarras aceptaron el reto y a los tres días de su llegada al país ya se pusieron manos a la obra.

El primer paso, el de ascender al Pan de Azúcar, apenas puso en aprietos a los dos hermanos. Sí encontraron mayores dificultades a la hora de alcanzar el Cristo del Corcovado. La exigente pared, más dura y compleja que la del Pan de Azúcar, les obligó a realizar un vivac debajo de los dos últimos largos de la ruta. El viento y el mal tiempo complicaron la subida de los dos últimos largos. En el Cristo, miles de turistas les recibieron como héroes.

Con estas dos últimas ascensiones los hermanos Pou culminan un verano perfecto que comenzó en el Mont Blanc, donde consiguieron abrir una nueva ruta.