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La pelota ya empapa Miribilla

Los vecinos y hosteleros del barrio bilbaino se preparan con ahínco para la final del Parejas de mañana y coinciden en que "Bilbao necesitaba acoger una cita de este calado, que favorecerá a toda la zona"

La pelota ya empapa MiribillaDavid de Haro

Bilbao

Bilbao, en estas lides. Miribilla calienta motores. Ritmo incesante. Solamente queda un día. Mañana es la ocasión, el momento tan esperado. Engalanado de oro, pero negro, como el frontón, despertará Bilbao en una preciosa novedad con visos de instalarse. Y es que una final del Parejas se cierne sobre la villa, amparada en la nueva creación pelotazale en la capital vizcaina -"y del mundo", que dirían los que presumen de sentimiento chirene-, en la megaconstrucción del Bizkaia, en el frontón más grande de Euskadi, en la cancha más espectacular en materia de localidades, en la polis de la pelota, en la pirámide egipcia de los bilbainos, en El Dorado manista. Atrás quedaron los días en que los vizcainos tenían que desplazarse hasta el Atano III de Donostia o el Ogueta de Gasteiz para disfrutar de una gran cita manista. El presente es Bilbao. El presente es Miribilla, empapado de pelota.

Anclado en el barrio bilbaino, siempre con la esperanza de contar como una referencia a la "génesis de la roca", tal y como explicaba Javier Gastón, arquitecto responsable, la pizarra negra se erige como el segundo tótem a adorar de la zona. Amparado por el despegue del Bizkaia Arena, donde el Bizkaia BB desfoga su juego en la ACB, el frontón buscará mañana la excepcionalidad. No en vano, en las dos anteriores ocasiones en las que la pelota ha echado a rodar en el piso negro del Bizkaia, las gradas reventaron. Primero: con un partido de campeonato, lleno de público, por descontado, en el que Juan Martínez de Irujo y Aimar Olaizola encuadraron el duelo entre los dos modos de ver la pelota, los dos excepcionales, pero tan separados como los polos. Uno es el norte y el otro, el sur. Uno es el ying, el otro el yan; uno la cara y otro la cruz de una misma moneda, la de la genialidad y la magia. La segunda ocasión: con un festival organizado por Diputación y que tuvo un éxito tremendo de público, en él dos artistas de los cuadros alegres, el incombustible Titín III y Pablo Berasaluze, que deleitaron a la cátedra vizcaina con un gran choque.

Tras estos ejemplos de éxito, llega la prueba de fuego de la final, que vio la pasada semana cómo se acabaron en apenas dos horas todas las localidades puestas a la venta por Aspe y Asegarce. "Lo que esperamos es trabajar y mucho", analiza Alessandro, gestor del bar Jai Alai, cercano al frontón. Entre risas, el dueño de la degustación explica que "fue antes el nombre y el bar que el frontón". Mientras, en las paredes de fuera, en la fachada del negocio, unas rayas negras pintadas sobre un fondo beige recuerdan los cuadros de un frontón. Sin embargo, Alessandro afirma que "además del Bizkaia, en Miribilla es necesario escuelas, ambulatorios...".

El Jai Alai no es el único recinto con motivos pelotazales. Justo enfrente, "cuando se inauguró el frontón", nació el Artekari. Color negro en las paredes, líneas blancas y la intención de mimetizarse con la cancha bilbaina. "Nos inspiramos en el frontón y la intención es hacerle un guiño a él", sostiene Esther, dueña del Artekari. "Aún no nos conocen demasiado y esto va poco a poco. En la final esperamos que esto se llene y trabajar a tope", desgrana la gerente del bar. "Nosotros nacimos con el Bizkaia y tenemos que dar todavía un intensivo en pelota, pero seguro que pronto ya tendremos el máster. Es nuestra intención", analiza desde detrás de la barra. "Por ahora el frontón está funcionando bien y los días de festival estamos trabajando mucho por las tardes. Se nota más ambiente", finiquita.

Justo en esa misma calle se encuentra el café bar Miribilla, local de confianza de Aimar y Begino, como señala Ugaitz, el dueño. "Olaizola y Aritz han venido a comer aquí todas las veces que han entrenado. Son personas muy agradables y les cuidamos bien", añade. Y apostilla que "en Bilbao necesitábamos una final así, soy pelotazale y no me he perdido todavía ningún duelo aquí y el domingo iré también a verlo".

"Los días de partido está habiendo mucha más gente. Los días de festival, antes y después, esto se llena", remacha. "Si mañana hace buen tiempo, seguro que vamos a tener mejor caja. Los aficionados tratarán de venir pronto, de disfrutar todo el día. Si hace frío la gente suele aguantar más en casa, pero si hace bueno...", prevé el gerente del Miribilla. "Los dos partidos anteriores ha habido lleno, está claro que Bilbao merecía un frontón así. Además, ¡ya veréis cómo van a responder los vizcainos mañana!", sostiene Ugaitz, quien apostilla que "el Bizkaia, al igual que el Palacio de los Deportes, da mucho al barrio, que está creciendo mucho".

"miribilla ha ganando ambiente" No obstante, en las calles del barrio de Miribilla se respira ya aire manista. "El barrio está ganando mucho en ambiente. Ahora entre el Bilbao Basket y la pelota, siempre hay algo en Miribilla, y yo creo que la mayoría de los vecinos estamos encantados con esto", mantiene Aitor, un vecino de la zona, quien agrega que "la única pega que puedo encontrar es el tema del aparcamiento que entre un evento y otro, hay días que es verdaderamente imposible aparcar para los vecinos, y supongo que con el frontón esta situación se agravara un poco más". El mismo oriundo de Miribilla sostiene que "¡Claro que era necesario el Bizkaia! No tenía sentido que no hubiera un frontón de primera en Bilbao. Hay muchos pelotazales en Bizkaia y hasta ahora hemos tenido que conformarnos con ver partidos de campeonato o festivales sueltos, mientras que para ver las finales del Manomanista, el Cuatro y Medio o el mismo Parejas, nos teníamos que conformar con la tele. Ahora podremos verlo en directo".

De esta manera, la tensión se está apoderando poco a poco de Miribilla, la que está llamada a ser la capital de la pelota, enmarcada en un edificio incomparable, como lo es el frontón Bizkaia.

Aimar Olaizola, Aritz Begino, Yves Xala y Mikel Beroiz serán los principales protagonistas de un duelo en el que Bilbao recuperará la gloria manista que necesitaba. No en vano, la villa fue la primera en acoger un Campeonato de Parejas como tal, en 1928, organizado por el periódico Excelsior. Casi nueve décadas ha tardado la capital vizcaina en volver a acoger un torneo. Una deuda histórica. "Poder tener aquí a Irujo, Olaizola, Titín y pelotaris de ese nivel creo que va a ser un reclamo para que a los más pequeños les llame la atención la pelota tanto como el fútbol o el baloncesto", finiquita Aitor. Es el sentimiento de Miribilla, de Bilbao, de Bizkaia. Las grandes finales han vuelto para quedarse.