bilbao. A vueltas con los jueces y las actitudes de los pelotaris en las canchas, el pasado febrero, en pleno Parejas, las federaciones se plantaron ante la Liga de Empresas. Su decisión: no ceder jueces hasta que la situación tomase un cauce diferente. El pulso fue tenso, ya que -pese a que los arbitrajes de los duelos provenían de la Federación de Euskadi, Nafarroa, La Rioja y las tres provinciales- la entente formada por las empresas tenía todo el derecho sobre las sanciones y las amonestaciones a pelotaris, botilleros, intendentes, jueces, seleccionadores de material, médicos o "cualesquiera otros intervinientes en cualquier competición o evento vinculado, organizada o dependiente de la LEP.M o las empresas que lo conforman" al no tener la obligación de enviar las actas al Juez Único que ahora son obligatorias. La contienda entre las promotoras y las federaciones finalizó tras tensar la cuerda las dos partes y se dilucidó con la aceptación de la LEP.M de nuevas reglas en materia disciplinaria. Y es que según señalaban desde las instituciones, los manistas se estaban excediendo en sus quejas, protestas, juramentos... y no recibían una sanción dura que alejara esos comportamientos de las canchas. Esto provocaba que en las categorías inferiores se viera un aumento de actitudes similares.
El nuevo Reglamento de Disciplina Deportiva de la LEP.M y de las empresas Aspe Pelota y Asegarce Pelota, al que DEIA ha tenido acceso, comenzará a estar presente en la competición a partir de hoy, en la jaula, pese a que aún no está firmado el convenio, a falta de unos flecos que no tienen nada que ver con la nueva legislación reglamentaria. Asimismo, el archivo ha sido firmado por todos los manistas de Asegarce y, posiblemente, de todos los de Aspe. Con este documento, que remoza la figura del Juez Único, entre otras cosas, la situación entre federaciones y operadoras comienza a aclararse. La colaboración es un cambio de rumbo positivo para llevar la pelota a buen puerto, que es por lo que trabajan los entes provinciales y territoriales.
adiós al juez único De este modo, para empezar, el Juez Único quedará abolido, en favor de un nuevo Comité Disciplinario formado por tres personas. Uno de los componentes vendrá de la LEP.M, el segundo representará a las federaciones y el tercero será externo, consensuado por las dos partes anteriores. Joseba Fernández -Liga de Empresas-, Aitor Gabilondo -federaciones- y Javier Cortázar -consensuado- serán, a priori, los que integren este nuevo órgano de régimen disciplinario en los eventos organizados por la entente.
Además, dentro de las novedades, entrará en liza una cuenta bancaria a nombre de la Liga de Empresas y las federaciones para recaudar todas las multas, ya que se pretende apelar al bolsillo del infractor para alejar las conductas irrespetuosas de las canchas. Dichas sanciones pueden oscilar entre los 600 euros, si son leves, hasta los 3.000, si son muy graves, tal y como está estipulado actualmente, pero la novedad viene en la forma de los pagos. "El pago de las sanciones de carácter económico será efectuado por la persona sancionada en el plazo que le sea conferido", reza el documento. Asimismo, "si no se abona o satisface en el plazo que le fuese conferido la totalidad de la multa correspondiente, y tratándose de personal perteneciente a las empresas que conforman la LEP.M, tales empresas deberán satisfacer el importe, sin perjuicio de su derecho a requerir la cantidad satisfecha frente a la persona sancionada". En la anterior legislación, el dinero provenía del sueldo a percibir por los trabajadores.
El tiempo de descanso será cronometrado estrictamente. Pese a ser una falta leve, sus infractores recibirán una multa de 500 euros la primera vez; 1.000, la segunda; 1.500, la tercera; 2.000, la cuarta, y 2.500 euros, por cada vulneración a partir de la quinta falta anual.
Todo el dinero recaudado a lo largo del año natural será invertido en medidas que aún no se han decidido, pero que estarán destinadas a tratar de fortalecer ciertas parcelas de la pelota. Con estas normas, además, se pretende erradicar comportamientos inadecuados en la cancha.