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La Federación señala a los jugadores de la Real

El máximo organismo del fútbol vasco "no alcanza a comprender las razones" que esgrimen los futbolistas "Sólo se puede expresar una profunda decepción", destaca en un comunicado

La Federación señala a los jugadores de la RealOskar Martínez

Bilbao. "Hemos fracasado en el intento". Palabras derrotistas de la Federación Vasca de Fútbol (FVF) que ayer confirmaban lo que era evidente, lo que era un secreto a voces, que el partido de la selección de Euskadi se extinguía. Se apagaba. Desaparecía del calendario por segundo año consecutivo. El máximo organismo del fútbol vasco se refugió en un comunicado de prensa remitido a los medios de comunicación a primera hora de la tarde de ayer para constatar que el encuentro del combinado vasco no se disputará porque "un colectivo de jugadores no estaba dispuesto" a hacerlo. La Federación habló y cargó contra ese grupo de futbolistas, ése que conforman los jugadores de la Real Sociedad. A ellos señala el organismo presidido por Santiago Arostegi, a los que han impedido que el amistoso de Euskadi se recupere esgrimiendo, además, unas razones "que no se alcanzan a comprender".

En lugar de ofrecer una rueda de prensa, como inicialmente estaba previsto, la FVF recurrió a una nota en la que explicaba que "en un principio apreciamos por parte de un colectivo de jugadores su disposición favorable a la recuperación del partido de la selección absoluta y expresaron su firme voluntad de hacerlo manteniendo una actitud positiva, que finalmente se tradujo en la aceptación, como nombre de consenso, el de Euskal Selekzioa". Entre estos jugadores se encontraban los del Athletic, quienes sí que estaban dispuestos a saltar al terreno de juego el próximo 22 de diciembre en San Mamés.

Además, los leones sí habían llegado a un entendimiento con la FVF en torno a otros dos conceptos: al compromiso público con la oficialidad por parte de la Federación y el mantenimiento en las convocatorias de futbolistas de los siete herrialdes, como se había hecho hasta el año pasado, cuando la fructífera historia de Euskadi se estancó. "Sin embargo", continúa la nota del ente vasco, "este planteamiento no fue compartido por todo el colectivo de jugadores aduciendo algunos que, a su juicio, la Federación no hace lo suficiente por la oficialidad, sin mayor concreción, por lo que no estaban dispuestos a jugar el partido". Así, la institución encabezada por Arostegi no sólo atribuye a los jugadores txuri-urdin la responsabilidad de que esta Navidad tampoco haya partido sino que les recrimina que los argumentos para defender su tesis brillen por su ausencia. Bajo el paraguas de "la Federación no hace lo suficiente por la oficialidad", los jugadores del equipo donostiarra se plantan, inmovilistas, en sus trece. "Sólo se puede expresar la profunda decepción y lamentar la imposibilidad de satisfacer la gran ilusión que existía en base a una decisión cuyas verdaderas razones no se alcanzan a comprender frente a las enormes consecuencias que originan", finaliza el comunicado de la Federación, resignándose de nuevo ante el pobre discurso que han pronunciado los guipuzcoanos.

Y como resultado, un segundo año sin encuentro de la tricolor. Porque ante la tajante postura de los efectivos de la Real Sociedad, el resto de jugadores, los del Athletic mayoritariamente, optaron por el consenso. No quisieron abrir más brechas, fragmentar aún más una guerra en la que ya hay varios frentes. Y los jugadores han hecho una piña. Un todos a una. Con consecuencias, la primera para los aficionados, que ven cómo por segunda temporada consecutiva no pueden disfrutar de una jornada de fiesta suprema. Un día de reivindicación entre cánticos y fútbol, entre bocadillo y balón.

Y otra para los clubes de las categorías inferiores del fútbol vasco, a quienes iban destinados unos 230.000 euros de la recaudación del partido. Los equipos de Euskadi se han movilizado con más corazón que cabeza. Con más fuerza que efectividad. Se han unido para exigir a los jugadores vascos que reconsideren su postura, pero sus intenciones han sido baldías. Una vez que la Federación Vizcaina de Fútbol supo el lunes que la decisión de no jugar el partido de Euskadi era definitiva, convocó a los clubes de Bizkaia y el miércoles mantuvieron una reunión donde unos noventa equipos vizcainos firmaron una petición dirigida a los futbolistas vascos para que recapacitasen. La pretensión de los clubes guipuzcoanos y alaveses discurre por los mismos derroteros, pese a la rotundidad que atesoran ya los hechos.

Tanto el presidente del Barakaldo -Segunda División B-, Miguel Acero, como el del Amorebieta -Tercera-, Joseba Barrenetxea, lamentan "el disgusto" que les provoca la suspensión del compromiso de Euskadi. "Ya el año pasado veías cómo todas las selecciones jugaban sus partidos, siguiendo el camino iniciado por nosotros, los quince años de buen quehacer. Es algo que no llego a entender", reflexiona el rector aurinegro. "Era una fórmula para activar el fútbol base, que cuesta mucho sacarlo adelante", añade su homólogo zornotzarra.