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“El Rock Radikal Vasco supuso la gran democratización del rock”

Euskalduna Bilbao acoge este sábado el festival ‘Fiesta y Rebeldía Gaua’, en el que Anari, Belako y Joseba Irazoki, entre otros, versionarán canciones del RRV

“El Rock Radikal Vasco supuso la gran democratización del rock”Adri Lorenzo

El Rock Radikal Vasco (RRV) desde un punto de vista y visión actual. Esa es la propuesta de Fiesta y Rebeldía Gaua, festival que acogerá mañana a los artistas y grupos vascos Anari, Belako, Gailu, Joseba Irazoki, Silitia y La Txama en Euskalduna Jauregia. Todos ellos rescatarán himnos de grupos míticos del movimiento de los 80 como Hertzainak, Kortatu, Zarama o Potato. “El RRV supuso la gran democratización del rock”, destacan los miembros de los vizcainos Belako.

La cita musical, que tendrá como escenario el Urban Hall de Euskalduna desde las 21.00 horas y con entradas a 34 euros, se presenta como un “anti tributo al RRV” y toma como referente el exitoso libro Fiesta y Rebeldía. Historia oral del RRV, obra de Javier Corral ‘Jerry’. “No se trata de hacer algo nostálgico, sino creativo; de ahí lo de anti tributo y el hecho de elegir a músicos actuales muy representativos”, según Jerry.

Cada grupo hará “dos o tres versiones” de clásicos del RRV en una velada que superará las dos horas y cuyo objetivo es “revisar un movimiento histórico desde un prisma actual y personal”, explica el periodista. Anari se atreverá con el repertorio de Kortatu y Hertzainak, mientras que el virtuoso guitarrista Joseba Irazoki eta lagunak harán Mucha policía, poca diversión, de Eskorbuto, y se prevé que Gailu rescaten a BAP. Por su parte, La Txama versionarán a Potato y Tijuana in Blue, el repertorio de los vizcainos Belako se mantiene como sorpresa y el dúo Silitia hará Iñaki, zer urrun dagoen Kamerun, entre otros temas.

Anari, que actuará junto a su banda, reconoce influencias juveniles musicales internacionales –The Smiths, REM, Nick Cave, Everything But the Girl...– y de la poesía de Lorca, Machado, Miguel Hernández y, sobre todo, de Bernardo Atxaga, antes de “mi flipe” con Ruper Ordorika en su debut, que puso música a la poesía del autor de Babakoak. El RRV no le llegó “de primera mano” aunque conociera a Hertzainak, ya en los 90, explica en el libro de Jerry.

Cartel de Fiesta y rebeldía gaua

“Yo no iba a sus conciertos, he sido bastante formal y sosa. Vengo de otras cosas y los escuché por mi hermano, que es más joven y entró en esa escena cuando estaba un poco diferida ya”, indica. Para Anari, el RRV y el punk supusieron “la gran democratización del rock, cualquiera puede tocar y componer”, y, reconoce, “yo vengo de ahí”. Se queda con Hertzainak, pero reconoce el legado dejado por Eskorbuto y Fermín Muguruza, y la autogestión en sellos como Bidehuts.

Por su parte, Josu Ximun Billelabeitira, guitarrista y segundo vocalista de Belako, destaca la variedad estilística de los agentes del RRV, la situación social y política de Euskadi como foco y agitador de aquella escena, y a grupos como Vulpes, ya que al ser Belako un grupo con presencia femenina “hemos vivido mucho el tema del feminismo en la música”.

Billelabeitia, que reivindica “el sonido guarro” de los 80, considera lógica la supervivencia de esas canciones míticas, ya que “aunque no suenen en la radio”, sí lo siguen haciendo en las txosnas, los gaztetxes y las fiestas de los pueblos. “A mucha gente les mola, nos mola”, explica, a la vez que destaca que existe algo de revival en la escena actual con grupos como los navarros Tatxers, que “han bebido de eso” pero “desde algo suyo y nuevo”.

Escasa identificación

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Finalmente, Mikel Abrego ‘Pintza’, batería de Gailu e integrante de Inoren Ero Ni y del grupo de Anari, protagoniza varios capítulos de la escena vasca de las últimas cuatro décadas, ya que pasó también por Negu Gorriak. “Poca gente se identifica con las siglas del RRV”, ya que “cada grupo tenía su camino” aunque “se sentían parte de una escena orokorra, más global, que incluía gaztetxes, radios libres, la insumisión...”, explica en el libro a Jerry.

Aunque sus referencias musicales son “internacionales y más particulares y adelantadas”, Abrego sí reconoce la influencia de RIP, Kortatu o los Zika, y cree que todavía sobreviven aspectos de aquella generación, como “la autogestión, la misma forma de mirar las cosas y la rebeldía, las ganas de cambiar la situación”.