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El reto de perfeccionar la IA en euskera

El Guggenheim y Euskaltel entregan los premios de imágenes generadas por inteligencia artificial

El reto de perfeccionar la IA en euskeraMiguel Toña/Efe

Irene López (Barakaldo, 24 años) es diseñadora gráfica; Josu Baranda (Bilbao, 45 años), economista y mago en su tiempo libre, y Sara Pinto (Portugalete, 22 años) ha estudiado un Grado en Ingeniería en Tecnología de Telecomunicación en la Escuela de Ingeniería de Bilbao. Tres jóvenes cuya trayectoria profesional, en principio, no transcurre en torno al arte pero que, sin embargo, se han hecho con los principales premios de la primera edición del concurso IA: Imagina el futuro, impulsado por el Museo Guggenheim y la Fundación Euskaltel. 

Un jurado formado por cinco expertos en arte y tecnología procedentes del Museo, de la Fundación Euskaltel y de Google Cloud ha sido el encargado de seleccionar las tres imágenes ganadoras entre las diez finalistas. Para ello, han tenido en cuenta su originalidad y creatividad, el valor estético y técnico de su composición, la calidad, expresión y la estructura del prompt, la instrucción, pregunta o texto que se utiliza para interactuar con sistemas de inteligencia artificial. La iniciativa invita a reflexionar sobre cómo la innovación tecnológica y el arte pueden representar valores como la cercanía, la identidad y la sostenibilidad a través de imágenes generadas con inteligencia artificial. 

‘Gigantes que sienten’, de Josu Baranda (Bilbao, 45 años).

245 imágenes presentadas

El concurso de fotografía nació hace más de un año de una conversación entre los equipos de tecnología del Guggenheim y los de Euskaltel, intentando buscar una conexión entre ambos mundos que, en principio parecen tan diferentes, como es el de la tecnología y el del arte. Pero, en un momento en el que la inteligencia artificial ha llegado a todos los sectores, lógicamente el creativo y cultural no se queda al margen de esta nueva tecnología. La convocatoria ha contado con 1.408 pruebas realizadas en la plataforma por parte de 353 personas y un total de 245 imágenes presentadas. El 70% de las obras han procedido de Euskadi, con una diversidad de enfoques e inspiradas en la naturaleza, las conexiones humanas, el cine o la arquitectura.

“Se ha invitado a descubrir y a explorar estas nuevas herramientas tecnológicas y ampliar su creatividad más allá del mundo físico. Ha sido una experiencia muy interesante participar como jurado en este concurso que nos ha permitido observar y comprender cómo han utilizado la IA y las diferentes maneras en que lo han abordado”, explicó Miren Arzalluz, directora general del Guggenheim.

En palabras de la directora de Euskaltel Fundazioa, Nerea Enbeita, “no basta solamente con usar esta nueva tecnología, es importante también entenderla y sobre todo aprender a convivir con ella y utilizarla con responsabilidad. Es fundamental para ello fomentar el pensamiento crítico, sobre todo también en edades tempranas, en etapas escolares, y reflexionar sobre el impacto que esta tecnología está teniendo y tendrá en nuestras vidas”.

‘M4R-I’, de Irune López (Barakaldo, 24 años).

Interactuar con la IA

El jurado del concurso ha definido el contexto, el objetivo y el resultado esperado. Ha identificado que algunos prompts eran demasiado directos, casi órdenes, lo que limita un poco el potencial expresivo de esas imágenes. “Y esto nos demuestra que todavía tenemos que hacer pedagogía sobre cómo interactuar con estas herramientas. Hemos detectado además una fuerte inspiración de disciplinas como el cine, la fotografía y también de la arquitectura; de hecho hay muchas imágenes en las que aparecía el propio museo Guggenheim como un referente visual”, en opinión de Nerea Enbeita. 

“Nos ha emocionado enormemente ver que muchas de esas imágenes estaban tituladas en euskera. De hecho, efectivamente, el 70% de las personas participantes eran de aquí de Euskadi, sin embargo, no ha habido tantos prompts que se hayan redactado en euskera. Y esto nos hace reflexionar y sobre todo reivindicar la necesidad de contar con un corpus sólido de voz y texto en euskera, que permita a la inteligencia artificial comprender y generar contenido en nuestra lengua, en un mundo digital en el que su uso o tal vez su ausencia será decisivo”, ha dicho Enbeita. La directora del Guggenheim recordó además la reciente exposición del artista Refik Anadol como ejemplo del potencial creativo de la IA en el arte y la arquitectura.

Recreando el pasado con la tecnología del futuro, de Sara Pinto

Los premios han consistido en un smartphone, un año como Amigo del Museo, así como acceso gratuito a cursos de arte on line y una invitación para asistir al Google Cloud Summit 2026 de Madrid.