Síguenos en redes sociales:

Asier EtxeandiaCantante y actor

"Con Mastodophonika me quiero saltar todos los protocolos"

El polifacético artista bilbaino estrenará su nuevo proyecto los próximos días 5 y 6 de septiembre en el auditorio del Palacio Euskalduna

"Con Mastodophonika me quiero saltar todos los protocolos"Borja Guerrero

El grupo Mastodonte, formado por el polifacético artista Asier Etxeandia y el músico napolitano Enrico Bárbaro, estrenará su nuevo trabajo Mastodophonika el próximo 5 y 6 de septiembre en el Palacio Euskalduna de Bilbao. Un espectáculo que fusiona ritmos de pop, tecno y las melodías vascas más tradicionales y que contará con la participación del Coro San Juan Bautista de Leioa y la Euskadiko Gazte Orkestra (EGO). El actor y cantante bilbaino asegura que prepara una "propuesta arriesgada y rompedora que promete no dejar indiferente a nadie".

¿Cómo surgió la idea de crear Mastodophonika?

Hace unos años me invitaron a presentar los Premios Max en el Arriaga y, allí estaba la orquesta que dirige Iker Sánchez Silva. Yo fui con unas propuestas e hice un trabajo a partir de Mikel Laboa y del Baga Biga, y creé un personaje a medio camino entre lo onírico, los ancestros vascos... Fue tan potente lo que sentí, lo que sintió Iker y lo que vivimos que dijimos: "Tenemos que trabajar juntos". Entonces nos pusimos a soñar con ello y a través de este viaje, de este personaje y de este sonido se ha creado Mastodophonika.

¿Qué puede esperar el público de este espectáculo?

Los que me conocen saben que lo que yo busco en la escena y en el teatro es un ritual. Que el público se convierta también en parte del ritual, que sea liberador y conmovedor, que puedan viajar, que salgan transformados del Euskalduna, que sientan que también se habla de ellos mismos, que lo que se está contando es algo que les toca también. Y que se emocionen, que vean algo nuevo, único, con identidad y hecho desde el amor.

¿Cómo está siendo trabajar con la Euskadiko Gazte Orkestra (EGO) y el coro San Juan Bautista de Leioa?

Nos hemos conocido una hora antes de la rueda de prensa. Les he dicho lo que espero de ellos, que quiero romper con todo lo que han aprendido, que necesito que hagan movimientos escénicos y que no solo van a utilizar la herramienta del instrumento, sino también el cuerpo. Estaban emocionados y hemos empezado a improvisar y a trabajar. Al principio estaban puestos en fila detrás, como suelen hacer los coros, pero les he dicho que vamos a romper con eso. Después han empezado las sonrisas, los bailes.... Con la EGO conecté y me gustó sobre todo porque era gente muy joven. También les voy a pedir una actitud escénica concreta, porque me quiero saltar todos los protocolos. Hay mucho protocolo en el mundo de la música clásica y yo lo entiendo porque tienen que protegerse, pero se le da demasiada seriedad y necesito llevarlo a tierra y también al ancestro vasco, pero cantando mis canciones. Va a haber txalaparta, vestuarios que nos evoquen de donde venimos. Será un viaje relacionado con la libertad, con quitarnos prejuicios, con el qué dirán... Cuando las cosas las haces con amor no hay que estar pensando en la forma, sino en el motor principal.

¿Cómo ha sido el proceso de mezclar, pop, tecno y las melodías vascas más tradicionales?

Ha sido un reto, pero también una motivación porque es idea mía. No va a haber nada purista, y como venga algún purista... (risas). A mí lo que me gusta es reventar las cosas aprendidas y transformarlas. No intentamos ser fieles a algo conocido, es más, me gustaría descubrir hacer algo no conocido. Va a ser como un laboratorio. Aunque tengo el viaje muy claro y sabemos todo el repertorio, no sabemos lo que va a ocurrir escénicamente.

En la rueda de prensa ha dicho que esto es un regalo para usted por sus 50 años.

Este año he cumplido 50 y esto es un regalazo para mí. Es como llegar a un cenit artístico. Que mi música y las canciones que he compuesto suenen con una orquesta filarmónica y con un coro, es como lo he soñado en mi sueños más ambiciosos. Además aquí en mi casa, en el Euskalduna... Es muy emocionante.

Y en parte de esos 50 años ha desarrollado una carrera muy polifacética ¿Dónde se siente más a gusto?

Es que son herramientas diferentes. Esto soy yo, son mis canciones, no hay personaje. Es de lo que quiero hablar, lo que me preocupa, lo que me emociona... Y ese es el ritual sagrado del teatro, no ocurre en ningún otro lugar que en el aquí y en el ahora. Eso es muy gratificante y es quizás el motivo primigenio de por qué me dedico a esto. Pero luego descubres el cine, las herramientas, el poder estar dirigido por un cineasta que te utiliza como plastilina. Tienes que interpretar un personaje, te olvidas de ti, aprendes el oficio... También es apasionante. Intento mezclarlo un poco todo, me tocan las pelotas las categorías. Le ponemos nombre a todo para que el otro no se sienta tan idiota, ¡pero si yo ni siquiera se lo que voy a hacer! Hay que ser valiente para deconstruirse. Cantar una canción como si fuera un monólogo para la pantalla y hacer un monólogo para la pantalla con la misma emoción que cuando cantas una canción.

¿Cree que el público puede romper también con todo eso e ir más allá de las categorías?

Es nuestra obligación como artistas. Los artistas estamos para reventar la sociedad, y si no lo entienden hoy lo entenderán mañana. Yo no lo hago para gustarte a ti, lo hago por algo que va mucho más allá. El público no es tonto, el público quiere la catarsis. Y para que llegue la catarsis tienen que ver algo valiente, aunque no lo entiendan. Las mejores cosas con las que no se entienden.

¿Cuál es el momento de su carrera que más le ha marcado?

Todos han sido pequeños gatillos en mi vida que me han llevado a otra cosa, pero quizás donde he encontrado una identidad artística fue cuando hice El intérprete. Contaba mi vida, cantaba... Fue donde encontré este punto intermedio entre el teatro y la música, y donde más me desnudé. Pero en este momento lo más importante es Mastodonte y lo que más me va a marcar como un lugar al que llegar es Mastodophonika.

¿Todavía le queda algo por hacer?

Me queda todo por hacer. Siempre ocurre algo nuevo, siempre descubres algo nuevo o te cansas de algo que pensabas que antes te encantaba. Ya se me ocurrirá algo, todo es posible (risas).

¿Con qué palabra describiría Mastodophonika?

Mastodophoniko. Nos volvimos locos con los nombres, pero Mastodonte es contundente, es rotundo, los mastodontes son épicos. Tiene un sonido como de rock and roll y la potencia de la electrónica. Los mastodontes murieron todos de tuberculosis —la enfermedad de los románticos—, lo cual también los hace vulnerables y reales. Mastodophonika, ¡voy a cantar hasta quedarme afónica! Quiero que me ingresen cuando termine el concierto (risas).