Lara Izagirre (Zornotza, 1985) tiene una sólida trayectoria como directora a sus espaldas y un instinto para reconocer puro cine cuando lee un proyecto. Con su primera película Un otoño sin Berlín dejó sin aliento a los espectadores y posteriormente cambió los interiores otoñales de Zornotza por un viaje por los paisajes del País Vasco en verano en Nora, una road movie intimista protagonizada por una joven en plena búsqueda de sí misma.
Como productora, la encontramos también en la multipremiada 20.000 especies de abejas, que dirigió la alavesa Estibaliz Urresola, con Gariza Films, su empresa independiente que creó y produce proyectos audiovisuales desde 2010.
Ahora se ha vuelto a poner detrás de las cámaras para dirigir el documental Empoderío y está en plena preproducción de su tercer largometraje, que llevará el título de Yerma, una coproducción internacional que se rodará en euskera y que está producida por Gariza Films y la productora griega Neda Film. Izagirre está escribiendo el guion junto a la dramaturga vasca María Goiricelaya.
“Empoderío’ nació de la necesidad de crear puentes entre mujeres payas y gitanas, a través de la risa y la actuación”
“He compatibilizado los dos proyectos, durante la semana escribía el guion de Yerma y los viernes iba a grabar el documental al aula del Centro Cívico de Otxarkoaga”, explica. Empoderío está protagonizado por Salua Belkir Afif, Nuria Urrutia Cruz, Janire Goikoetxea Ozalla, Laura Manzanes Álvarez y Mari Mar Clavería, cinco mujeres de etnia gitana e integrantes de la Asociación de Mujeres Gitanas de Euskadi (Amuge), que tiene su sede en el barrio bilbaino.
“Cuando les propuse grabar en el taller, para mi sorpresa todas dijeron que sí. La actriz Naiara Carmona, que ha sido como mi mano derecha durante este proyecto, impartía las clases de interpretación que ellas necesitaban”, señala Lara Izagirre.
Precisamente, el pasado día 8 de febrero la directora vasca y las protagonistas del documental viajaron a Lisboa para presentar este trabajo, y continuar la filmación en la capital portuguesa. El proyecto, en el que la realidad y la ficción se mezclan, cuenta con la colaboración de la Diputación de Bizkaia y Art For Change de Fundación La Caixa. “Es una carta de amor y cariño que he ido tejiendo con un equipo increíble y que me ha hecho descubrir que son muchas más las cosas que nos acercan de las que nos separan”, en opinión de Izagirre.
“Yerma’ es una historia actual, que se rodará en Bilbao, Grecia y Luxemburgo, sobre una mujer que no puede ser madre”
El título del documental viene de una palabra que utilizan mucho en la Asociación Amuge. “Creo que el documental tiene mucho poderío porque ellas ya son muy poderosas, con mucha alegría. He intentado acercar a estas mujeres al mundo, respetando su decisión de cómo se querían contar. Les pregunté y me dijeron que querían una comedia con la que la gente se riera, que las entendiese. Y era clave que nos lo pasáramos bien y nos lo hemos pasado muy bien ”, confiesa Izagirre. “Estamos habituados al estereotipo muy negativo de las personas gitanas o al estereotipo unido con lo artístico, el flamenco, el baile, la danza... Pero ellas hacen otras cosas, son mujeres fuertes, poderosas, les gusta actuar, van a talleres, quieren aprender, disfrutan...”.
La directora también cuenta con parte de su equipo técnico, compuesto por Nere Falagan como directora de fotografía, Maitane Carballo en el sonido y las productoras Allende Grandmontagne y Saioa Miguel.
Mujer y euskera
Lara Izagirre llegó al mundo del cine a través de la lectura. “Desde pequeñita me encantaba leer, me sorprendía la posibilidad de poder inventar y contar historias, luego llegó el enamoramiento por el cine. Cuando vi Lost in Translation, de Sofía Coppola, pensé que yo quería hacer eso; tenía 20 años. Fundé esta productora con 25 y rodé mi primer largo con 28, Un otoño sin Berlín, que se estrenó cuando tenía 30”. La película, protagonizada por Irene Escolar, Tamar Novas, Ramón Barea y Lier Quesada, ganó el Premio Goya a Mejor Actriz Revelación (Irene Escolar) y el reconocimiento profesional para la cineasta vasca.
¿El hecho de ser mujer añade unas dificultades a un oficio ya complicado? “En aquella época tenía tanta ilusión que no era consciente de que hacer cine, además siendo mujer, es complicado. Más adelante ya me he empezado a dar cuenta de estas dificultades, pero aquí seguimos, creo que es importante enfocarnos en ello, cada vez somos más mujeres cineastas. Este año es el décimo aniversario de Un otoño sin Berlín y sigo aquí”, asegura Izagirre, que compaginó sus proyectos durante tres años con la presidencia de (H)emen, una asociación dirigida a las mujeres del sector audiovisual y las artes escénicas.
“Ahora hay más directoras que cuando empecé, nos hemos hecho un huequito, dejémoslo en eso. Las que están ahora llevan muchos años dedicándose a esto, han tenido la posibilidad de enseñar lo que pueden hacer y como ellas hay otras tantas que todavía no conocemos, pero que tienen ya 40 o 50 años y que llevan mucho tiempo haciendo películas, documentales, cortos... Creo que todavía tenemos muchas directoras vascas que ya están en activo por descubrir ”.
Además del apoyo a las mujeres en el cine, Lara Izagirre abandera los rodajes en euskera “porque tiene que haber más películas en nuestro idioma”. Precisamente, su tercer largometraje, Yerma, se rodará en euskera entre Bilbao, Grecia y Luxemburgo.
“Es algo que me surge natural, yo me expreso muy bien en nuestra lengua, a la quiero mucho y amo. Mi primera película no la rodé en euskera, pero sí la segunda; ahora quiero aportar más y voy a ser más honesta conmigo misma y seguir haciendo cine en nuestro idioma. Es algo particular que tenemos pocas personas en el mundo y tengo la oportunidad de aportar algo al cine”, asegura.
Reconoce que la colaboración con María Goiricelaya está siendo estupenda. “Estamos con la escritura del guion de Yerma bastante avanzada, con la financiación a medio camino y si todo va bien, empezaremos el rodaje este otoño. La mayor parte se rodará en Bilbao, pero también en Grecia y Luxemburgo”, anuncia. Pero que nadie espere ver una versión clásica de la novela de Federico García Lorca. “María ya trajo la Yerma de Lorca a un Bilbao actual con su obra teatral y nosotras seguimos con ese hilo. Es un Yerma sobre una mujer que no puede ser madre, que lo intenta y no puede”, dice esta cineasta que se acaba de reunir también esta semana en Granada con las sobrinas del poeta para explicarles el proyecto. “Les dije que no era un Lorca clásico, que se iba a rodar en euskera y me dijeron que para adelante, que todo lo inspirado por él, lo que haga crecer el universo lorquiano, es bienvenido”.
La cineasta vasca confiesa que disfruta en los niveles del proceso como guionista y directora. “Producir es otra historia. Del guion me gusta la parte inicial, cuando nace la historia, cuando la idea se empieza a desarrollar, cuando llegan las primeras versiones. Después, todo se empieza a complicar, pero resulta muy gratificante. Y llegamos a la dirección, que quizá sea la labor que más me gusta y donde me siento más cómoda”.