Cuando casi nadie ubica a coetáneos como Bloc Party, Take Me Out, No You Girls o Do You Want To siguen recordando a Fran Ferdinand como una de las propuestas de art–pop indie más elegantes, estilosas y bailables de este milenio. Los escoceses, con varios cambios en su formación, millones de discos vendidos y el liderazgo de Alex Kapranos, acaban de publicar un sexto disco, The Human Fear (Domino Recordings), en el que superan los miedos personales y colectivos a través de la aceptación y la superación con canciones inmediatas y elegantes, y una frescura que nos retrotrae a sus inicios. “El miedo te recuerda que estás vivo”, indica su cantante.

Portada del último trabajo discográfico del grupo.

Portada del último trabajo discográfico del grupo. DEIA

Hasta cuatro veces hemos podido disfrutar en Bizkaia de la entrega vital, refrescante y hedonista de los escoceses en directo en el último cuarto de siglo: en Miribilla, La Casilla y los festivales BIME y Bilbao BBK Live. Y aunque en su ya casi gira inminente –entre febrero y marzo pasarán por Madrid, Barcelona y A Coruña– no haya habido fortuna, a la espera del cierre de las agendas de los festivales veraniegos podemos gozar del sexto disco de estudio del grupo de Kapranos.

Canciones dirigidas “a la cabeza, al corazón y… los pies”. Esa ha sido su máxima desde su inmejorable debut homónimo. Y casi siempre han cumplido con su propuesta de bajo trepanadores, estribillos infecciosos, guitarras urgentes y su sempiterna “pasión fantástica”. El camino recorrido se evidencia en una docena de millones discos vendidos, su papel como activo titular en múltiples festivales y hits incontestables como los frenéticos Take me out o Do you want me, pasando por el más templado The dark of the matinée o éxitos posteriores como This fire, Right action y Love illumination.

The Human Fear, su sexto disco de estudio, muestra la renovación casi total de la formación, siempre liderada por las composiciones, la voz y la guitarra de Alex Kapranos, a quien ya solo secunda su bajista, Bob Hardy. El resto del grupo, que se dio a conocer organizando fiestas ilegales en edificios abandonados de Glasgow, lo conforman Audrey Tati, a la batería, y los guitarristas Dino Bardot y Julian Corrie, este último también teclista.

Disponible en vinilo normal y de lujo, compacto y digital, The Human Fear supone su regreso a las canciones originales siete años después de Always Ascending. El álbum, que agrupa 11 cortes, se han grabado en los estudios AYR con producción de Mark Ralph. “Hacer este disco fue una de mis experiencias más enriquecedoras”, según Kapranos. “El miedo te recuerda que estás vivo. Creo que todos somos adictos de alguna manera a la emoción que nos puede dar. La forma en que respondemos a él muestra lo humanos que somos. Así que el disco busca la emoción de ser humano a través de los miedos”, apostilla.

El álbum, con atractiva portada copiada a la obra 7 Twists de la artista húngara Dóra Maurer, muestra más energía y contundencia que en sus trabajos predecesores, pero sin audaces cambios de estilo o parámetros rítmicos. Como si trataran de regresar a la efectividad pop de sus dos primeros discos, insuflando nuevas raciones de energía juvenil y frescura… y consiguiéndolo en no pocas ocasiones. Va de ser valiente, llevar la contraria al mundo y atreverse a cualquier cosa para seguir adelante ¿Quién dijo miedo?

Los temas del álbum

‘Audacious’ Introduce el disco con un “ahí vamos con el primer riff”. Primer himno resiliente. Estás tan jodido como el mundo –“sientes que el tejido de la existencia se deshace”, canta Kapranos en modo poético–, pero “no importa”, la cuestión es echarle audacia. O corres o te congelas, tira adelante y no esperes ayuda porque todos estamos igual. Este es el mensaje de este tiro pop de guitarra nerviosa, sección rítmica imparable, guiños a XTC, una melodía tremenda y unos coros que remiten a The Beatles.

‘Everydaydreamer’ El bajo te trepana el estómago y te obliga al baile, y Alex se luce con el falsete y un estribillo que te acompañará todo el día entre un sintetizador frío, frío. “Esta vida no ha terminado… soy un soñador cotidiano… cada sueño desaparece, pero no dejes de lado un buen sueño”. A la salvación a través del baile.

‘The Doctor’ Con sintetizadores oscuros y gélidos a lo Tubeway Army que contrastan con una melodía que no puede ser más pop, alegre y refrescante, pero con un punto punky y lo–fi. Si no la bailas, estás muerto.

‘Hooked’ La asunción del miedo… y del amor como método para escapar de él. “Pensé que sabía lo que era el amor y entonces te conocí/me tienes enganchado”. Electroclash de manual, ideal para reventar pistas de baile y festivales con un ritmo machacón que te arrastra aunque intentes permanecer impasible.

‘Build It Up’ Un medio tiempo en el que la sección rítmica se da un respiro –mínimo– y la guitarra aparece nítida, eléctrica y rugosa. Habla de compartir, crecerse, superarse y construir todo aquello que echas en falta.

‘Night Or Day’ Teclas de piano saltarinas para un tema con hechuras y ritmo de clásico. Tonada positiva sobre vivir la vida, que “nunca va a ser fácil”, a tope, “con ansia” y “a lo grande”, día y noche si tu pareja está contigo, porque “ella es la vida”. Con un sintetizador ochentero y frío. Jugada maestra para el escenario y la fiesta.

‘Tell Me I Should Stay’ La introduce un piano misterioso, de corte clásico y sesentero antes de que llegue un leve ritmo reggae de fondo. Suenan percusiones poderosas, casi orquestales y con ecos del Alex Turner más retro.

‘Cats’ Aporta cierto aire marcial –y épico, a lo Big Country– y Kapranos canta “harto de vivir en mi interior”. Una oda a mostrarse como eres, a “sacarlo fuera” todo porque los escoceses creen que lo contrario no es vivir.

‘Black Eyelashes’ Con sus aires mediterráneos, el tema va más allá de aparecer como el corte exótico del álbum porque funciona al apelar a las raíces griegas del Kapranos. Será curiosa si la tocan en vivo.

‘Bar Lonely’ Lo más simple y ortodoxamente rock del lote, con “parapás” incluidos. La soledad, el bar, la noche, el difícil regreso a casa cuando “el telón ya ha caído”...

‘The Birds’ Agur con otro himno de aceptación. “Todos hemos hecho cosas que desearíamos no haber hecho”, se oye, aunque suenan como un grupo tributo a ellos mismos. Se salva por cierta experimentación disonante en su instrumentación.