La compañía de teatro interactivo vasco-madrileña InDubio, fundada por el vasco Iñigo Santacana, el madrileño Luis Maesso y el argentino Manuel Pico, estrenará este mes en Euskadi su último espectáculo, Una crónica de violencia. La obra tuvo su estreno absoluto en Madrid el pasado verano, se ha podido ver ya en Sevilla y Santa Cruz de Tenerife y los días 20, 21 y 22 de diciembre llegará al Pabellón 6 de Bilbao.
Una crónica de violencia trae a nuestra época el mito griego de los 12 trabajos de Heracles, una serie de violentas misiones que el hijo de Zeus debe llevar a cabo para purgar un crimen del pasado. Con el formato, las dinámicas y la estética de los reality shows televisivos contemporáneos, el montaje tiene a Euristeo como carismático maestro de ceremonias, que hará que el público –que juega en el espectáculo el papel de los influyentes dioses del Olimpo– participe en diversas votaciones individuales a lo largo de la función. De esta forma, será la audiencia la que vaya decidiendo qué versión de la historia quiere ver cada noche, según sus elecciones respecto a los actos violentos que se van proponiendo.
“Violencia machista, violencia política, violencia justa, los impulsos violentos (lleguen a ejecutarse o no) que cualquiera podemos tener en un determinado momento... van desfilando en escena y planteando reflexiones abiertas. Así, se genera un espectáculo dinámico y entretenido, que engancha al público y que también está lleno de humor e ironía”, prometen sus creadores.
En este caso, Santacana dirige y, además, firma la dramaturgia junto a Maesso y Pico. Estos dos últimos también forman parte del elenco, acompañados de Juan Maroto y, turnándose en un papel, Mar P. Soler (20 y 21 de diciembre) y Nagore Andrés (día 22). Las entradas ya se pueden reservar a través de la web de Pabellón 6.
Implicar al espectador
La compañía InDubio se ha dedicado desde su fundación a indagar en “las contradicciones de la sociedad y del individuo” a través de esta nueva forma de contar historias que implica al espectador en las tramas. “Así el público se empodera y se entretiene más; es partícipe y responsable de lo que ocurre en escena a través de sus propias decisiones”, explica Santacana. “No se trata de que la obra exponga una tesis, sino de hacer una reflexión colectiva junto a la audiencia”, reflexión que en esta función versa sobre la violencia en la sociedad actual. “Aunque estemos expuestos a mucha violencia, creo a la vez que estamos anestesiados y la banalizamos”, continúa Santacana. “No es lo mismo verla a través de una pantalla que implicarse en los actos que van a llevarse a cabo frente a ti”. Además, el montaje va más allá y plantea preguntas como ¿por qué a pesar de sus barbaridades a Heracles le seguimos considerando hoy un héroe?.