Desde hace ocho años, la rueda de prensa del Zinemaldia para presentar la cosecha vasca de la edición se ha convertido en un punto de reunión para el sector. Así lo demostró ayer la sala de cine a rebosar de Tabakalera, en la que el Festival repasó las propuestas del país que han logrado su lugar en los distintos apartados de la 72ª edición. Es el caso de Soy Nevenka, de Iciar Bollaín, que compite por la Concha de Oro o de la serie Querer, que también se proyecta en la Sección Oficial pero fuera de concurso y que está protagonizada por la azpeitiarra Nagore Aranburu, “en su mejor papel hasta la fecha”, aseguró el director del Zinemaldia, José Luis Rebordinos. También hay presencia vasca en otras secciones como en New Directors, lugar en el que Daniel Pérez Sañudo competirá con su segundo largometraje, Azken erromantikoak, o en Perlak, que será clausurada con Marco, de Aitor Arregi y Jon Garaño, y que ayer pudo verse en el Festival de Venecia.
En total, serán 20 propuestas –quince largometrajes, tres series y dos cortometrajes– las que tendrán autoría vasca. Nueve de ellas se proyectarán la sección Zinemira, aunque serán diez las que compitan por el Premio Irizar al Cine Vasco de 2024.
La ventana vasca del Zinemaldia tendrá muchos nombres y apellidos, siempre en clave documental. Se inaugurará con Los Williams, un documental centrado en estos hermanos y futbolistas, que ha sido dirigido por el navarro Raúl de la Fuente. La clausura de Zinemira estará protagonizada por otra no ficción, en este caso, centrada en Charlie Chaplin, de mano de su nieta Carmen, que en Chaplin|Espíritu gitano explora el origen étnico de su familia.
Otro que repasará la historia de su clan será Miguel Alba Rico, que junto a Nino Fontán e Itziar Bernaola, se ha propuesto contar la historia de su madre, Lolo Rico, en Los poderes de Lolo, un audiovisual centrado en contar la historia del popular fenómeno televisivo La bola de cristal, coincidiendo con el 40º aniversario de su estreno. Algo parecido se ha propuesto Jone Ibarretxe del Cal, que ha firmado una ópera prima sobre su padre, Josemi, y sus tíos Esteban y Javier. Esto no es Hollywood (La historia inacabada de los hermanos Ibarretxe) se sumergirá en las luces y las sombras de un trío de irreverentes pioneros de lo que ahora se da por llamar el Nuevo Cine Vasco.
Y es el cine vasco lo que ha analizado Naia Laka Arrizubieta. Lo hará a partir de la vida de Benito Ansola y con la compañía de la escritora Miren Agur Meabe. Zortzitik infinitura hará un repaso por la historia del cine vasco y en euskera. Pello Gutierrez también hablará de la familia, concretamente, del fallecimiento de su padre, el cineasta y documentalista Juanmi Gutiérrez y lo hace de una manera muy especial, utilizando en Erreplika el caso de la desaparición de la virgen de Zikuñaga, una talla del siglo XIII, que usa como pretexto para reflexionar sobre la huella que deja aquello que desaparece.
Más nombres propios, en este caso, de carácter donostiarra. Eduardo Chillida y su obra serán los protagonistas absolutos de Ciento volando, dirigida por Arantxa Agirre y con la narración de Jone Laspiur. Esta producción supone uno de los hitos importantes de los fastos por el centenario del nacimiento del escultor donostiarra.
En Ese mundo que no te da nada, Ernesto del Río propone un viaje en la historia de Bernardo y Esperanza, desde la convulsa Bilbao de 1978 hasta La Habana de principios de este siglo.
Para terminar, Zinemira se completa rescatando otra no ficción. Concretamente, Indarkeriaren o(i)artzunak, el tremendo relato de Tamara Muruetagoyena, doble víctima, tanto por parte de ETA como por parte de las fuerzas de seguridad del Estado español, que ganó el Festival de Cine y DDHH de Donostia.