El joven reggaetonero Saiko, natural de Armilla (Granada), se ha puesto a la cabeza del género urbano estatal en los últimos años gracias al éxito de canciones como Sikora, Ódiame, Polaris y la compartida con Quevedo Jordan I. Su gira, la de la presentación de su segundo disco, Sakura, llega este martes al Bizkaia Arena del BEC, con entradas desde 40 euros. “En mis conciertos te emocionas, saltas y cantas con el corazón roto”, explica a DEIA.
“La música es la que habla… los numero compraos, pero a mí no se me puede comprar”, se oye en el arranque del último trabajo de este joven granadino que con 20 años, hace menos de dos, empezó a llevar sus canciones a todos los rankings de popularidad hasta convertirse en uno de los principales líderes en el ámbito de la música urbana estatal con alcance global.
Saiko, que el año pasado descargó sus canciones en Bilbao, en la sala Santana 27, y que regresa a Bizkaia con un concierto en el BEC, ha superado ya, de largo, el millón de streamings en Spotify. “Soy muy joven, pero detrás de mi boom actual hay mucho trabajo”, explica el cantante andaluz, que se encuentra de gira para presentar su último trabajo, el álbum Sakura, el segundo de una carrera meteórica en la que aúna hip hop, ritmos urbanos y hasta ecos de folclore andaluz, como los arreglos de las bandas procesionales de Semana Santa en su canción 3 caídas.
“Miguel Cantos (su verdadero nombre) siempre ha sido Saiko; en mi caso el artista y la persona son el mismo. En cuanto al nombre me lo puse cuando empecé con las batallas de gallos, siendo un chaval con 13 años, porque mi hermano lo usaba también cuando rapeaba”, rememora el cantante, orgulloso de su tierra. “Es de las cosas de las que más orgulloso me siento. En todas mis canciones intento meter vocabulario de mi tierra para dejar claro de dónde vengo. Me gusta que mi música se vea natural y por eso canto sobre lo que vivo y lo hago como hablo en mi día a día”, apostilla.
Influenciado por Dellafuente, otro joven urbano y también granadino, Saiko lleva trabajando –al principio de manera precaria– desde los 14 años, en comandita con su hermano. “Estoy en un buen momento y sé que hay muchos ojos puestos en mí. Es algo evidente, pero no pienso que haya logrado aún nada; es más, en este punto en el que estoy creo que es cuando más tengo que trabajar para demostrar que tengo mucho que dar y llevar mi movida a otro nivel”, explica.
Saiko, que comparte estos días un anuncio publicitario con Manuel Turizo para una cadena de comida rápida, acaba de publicar su segundo disco, Sakura, que está haciéndose popular a costa de canciones como Luna, Supernova, Yo no lo soñé, su remix de Polaris o Cometa Halley, entre otras, en los que colaboran Omar Montes, Feid, Quevedo o Mora. “Escucho de todo, me gusta el trap, el reggaetón y todo tipo de música. Creo que mis canciones están influenciadas por todo lo que escucho, por eso no suenan tan comunes”, defiende.
Directo
Orgulloso de las multitudes que acuden a sus conciertos, Saiko defiende que hace no tanto “no cobraba por los conciertos”, así que tiene claro que “hay que dar lo mejor encima del escenario para agradecer a toda la gente que va a verme el haber hecho esto posible”.
Igual de cómodo componiendo y cantando “algo triste o bailable”, asegura que se deja llevar “por la vibra del momento”, y se autodefine como versátil en lo musical. “Quien vaya a verme verá un show de Saiko en estado puro. Mis conciertos son una mezcla de emociones, con momentos para emocionarse, otros para saltar, otros donde cantar con el corazón roto… La verdad es que lo vamos a pasar muy bien.”, concluye.
