Mecida por las olas de la costa cántabra, la música de Nando Agüeros destaca la pronunciada personalidad artística de un autor cuanto menos polifacético. Con 15 años comenzó a esbozar sus primeras letras y a aprender sus primeros acordes, para acabar colaborando con artistas de todas partes del mundo y llevando a cabo numerosas giras y actuaciones internacionales.

Tras haber publicado doce álbumes a lo largo de su trayectoria, su último trabajo, El que viste y canta, sale a la luz acompañado de una gira por el Estado que lo llevará a cantar en Santurtzi este próximo 22 de marzo.

Debido a que su música refleja una fuerte conexión con la cultura cántabra, ¿cómo influye su origen en su proceso creativo?

-Es cierto que, sobre todo en mi primera época, en muchos de mis discos siempre salía esa vena de apego al terruño, a la tierra. No solo le he escrito muchas canciones a Cantabria, lo he hecho a muchos lugares también muy queridos como Asturias. La tierra siempre ha estado presente en muchas de mis canciones y en casi todos mis discos.  

Aun así, no solo se ha decantado por la música cántabra, sino que ha explorado diversos géneros musicales a lo largo de su carrera. ¿Fusiona distintas influencias a la hora de seleccionar el estilo que quiere darle a cada proyecto?

-Es lo que va surgiendo. Cuando acabo una canción, toco la guitarra y le pongo una melodía, y yo la ideo y la guío de manera que se asemeje dependiendo del estilo musical, por lo que a veces las canciones son entre sí muy diferentes y el disco queda muy variado, muy colorido. Es la fórmula que he utilizado siempre en todos mis discos, utilizar diferentes estilos musicales. Creo que, de esta forma, al oyente se le hace más agradable, más variopinta la escucha.  Me gusta meterme en charcos, experimentar y probar cosas nuevas.  

Nando Agüeros. Cedida

Después de haber estado desde los 15 años experimentando en el mundo de la música, ¿cómo describiría su evolución como músico desde sus primeros días hasta ahora?

-Hace 26 años desde que me subí por primera vez a un escenario. En aquella época, me dedicaba más a una mezcla de folklore; yo tenía la inquietud de hacer canciones y así se fue formando Nando Agüeros: un artista que interpreta sus propias canciones y que ha ido evolucionando mientras intentaba aprender de otros. Fijándome en grandes referentes e intentando poco a poco, a lo largo de los años, ir mejorando y conseguir hacer las cosas cada día mejor. Del Nando Agüeros de hace 26 años al de ahora hay un cambio, tendría que ser muy necio para no haber aprendido nada en 26 años. Creo que escribo mejores canciones ahora, al principio era un poco más infantil.

Tras haber colaborado con diferentes intérpretes de diversas partes del mundo, ¿han enriquecido estas experiencias su perspectiva musical?

-Cuando vas a otros países, escuchas otro tipo de canciones, otros géneros. Creo que México me ha marcado también, he cantado muchas veces allí; el género ranchero y la canción mexicana siempre me han gustado mucho y los he utilizado en casi todos mis discos. Por eso siempre encuentras canciones con sabor mexicano, con sabor norteño... Ese rollo fronterizo que siempre está ahí, México está para mí muy presente.

Un rollo algo diferente a su nuevo álbum, El mismo que viste y canta. ¿Cuáles han sido las inspiraciones detrás de este trabajo que tiene letras tan significativas? 

-El origen de las canciones son la familia, los recuerdos, los amores, los desamores... Hablo del maltrato en una canción, en Cuando acechan las sombras, hablo de la migración que sufren los mexicanos que van a Estados Unidos, que les denominan chicanos. Abordo temas como el alzheimer en El recuerdo olvidado, las guerras, la religión...Al final me he metido en un tema en el que me apetecía contar cosas diferentes. De mi línea de trabajo, creo que es el más diferente.

Por lo tanto, y teniendo en cuenta estas letras tan significativas, ¿cuál sería el mensaje que busca transmitir? 

-La clave para mí es que el oyente se sienta identificado con tus propias vivencias. Cuando hablo de mi viejo pueblo, seguramente ellos también piensen en sus pueblos. Cuando hablo en Mi infancia y mi paz, que es una canción que le dedico a mi abuela, muchos ven reflejada a su propia abuela en esa canción. Cuando hablo de aquel niño que yo fui, todos regresamos a aquellos niños que fuimos. Si puedo hacer que por un momento se evadan y se emocionen, habré cumplido mi objetivo.

Teniendo en cuenta su cercanía con el público, ¿cómo afronta la acogida del público vasco este próximo 22 de marzo en Santurtzi?

-He estado un par de veces en Bilbao, en el Campos Elíseos, y siempre se ha llenado el teatro. Ahora vamos a probar en Santurtzi. El público vasco, como público norteño que es, como gente del norte que es, también se siente muy identificado, pues en mis canciones está muy presente todo el norte. He hecho canciones a todas las tierras que están bañadas por el Cantábrico. 

De esta forma, y tras una trayectoria musical tan extensa, ¿qué consejos le daría a otros artistas emergentes que busquen seguir sus pasos?

-Que sean genuinos, que no se rindan, que luchen por lo que crean. Esto es una carrera de fondo y el que persigue algo con tesón, con sacrificio, con entusiasmo, con ilusión, al final lo consigue todo.

Nando Agüeros. Cedida

Al detalle

Nando Agüeros lanza este nuevo disco, El que viste y canta, bajo la producción de David San José, donde el artista cántabro presenta un trabajo con once nuevas composiciones en las que abarca diferentes géneros, tal y como sucede a menudo en sus discos, y diferentes temáticas.

El nuevo álbum de Nando Agüeros incluirá una nueva versión de su tema más reconocido Viento del norte, acompañado por el también conocido violinista Ara Malikian.  

Cabe destacar las múltiples distinciones y premios que ha recibido a lo largo de los años, como el Premio nacional Tino Casal a la mejor canción por su tema Viento del norte en 2017, el Premio especial de la Cámara de Comercio de Torrelavega en 2022 y el Visitante distinguido en Miami Dade - Gran Fiesta de la Hispanidad en 2016, entre otros

Nando Agüeros. Cedida