La escultura de una esfinge, que en su origen tuvo un carácter ornamental y decoró el Teatro Romano de Mérida, se expone en el Museo Arqueológico de Bilbao hasta el próximo 30 de abril. La pieza ha recalado en la pinacoteca bilbaina fruto de la cesión aprobada por el Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida, entidad que colabora con el Museo Romano de Oiasso.

Con la exposición de esta escultura, Arkeologia Museoa inicia un nuevo programa de muestras denominado La pieza invitada y su contexto, que pretende acercar al público generalista obras temporalmente cedidas por otras instituciones o particulares que rara vez pueden verse en Bizkaia.

Esta en particular fue esculpida para el teatro de Augusta Emerita –la urbe que precedió a la actual capital de Extremadura– “a principios del siglo II de nuestra era, cuando hacía poco que Forua se había convertido en un importante puerto del Cantábrico”, detallan desde la Diputación. Mide 86,5 centímetros de altura, 84 de anchura y pesa 380 kilos. Esculpida en un bloque monolítico de mármol blanco con tenues vetas rosadas, se presenta sedente sobre un pedestal de 7,5 centímetros de altura máxima.

Aunque su estado de conservación permite apreciar mechones de resto ondulado y restos de plumaje, le faltan la cabeza, el remate de las alas y las patas delanteras. Destacan, eso sí, las seis mamas que posee en el vientre y las garras. Fue concebida para decorar el muro que aislaba el muro de la orchestra y custodiaba las sillas que ocupaban las élites de la ciudad en el teatro.

Su ubicación en el espacio no es casual, porque en el contexto en el que fue esculpida la esfinge era un símbolo de poder y representaba la fuerza y el triunfo de la vida sobre la muerte. Por ello, este tipo de animales fantásticos están representadas en las paredes, techos e incluso en el mobiliario de palacios, casas nobiliarias, termas, edificios públicos, templos, tumbas y demás edificios ilustres. También en teatros, como el de Mérida, que fue un edificio construido en granito y embellecido con mármoles y estucos de colores.

A lo largo de su historia fue sometido a diferentes reformas hasta que fue abandonado y pasó a servir de cantera hasta su recuperación hace más de un siglo a raíz de unas excavaciones arqueológicas.

Por otro lado, la exposición estará abierta al público hasta el día 30 del próximo mes de abril, en horarios de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 19.30 horas, de lunes a sábado. Los domingos y festivos la esfinge podrá ser visitada de 10.30 a 14.00 horas en el Arkeologia Museoa de Bilbao.