¿Cómo sería vivir en una megaurbe, una única ciudad para todo el planeta, con otros 10.000 millones de habitantes, dejando el 98% restante de la superficie del planeta a la naturaleza para que se recuperase? Parece una ciudad de ciencia ficción, “pero podría ser totalmente real; podríamos construirla mañana mismo si quisiéramos, lo que demuestra que el cambio climático es un problema de voluntad política”, dice contundente el arquitecto y cineasta Liam Young. 

Esta ciudad global, a la que ha denominado Planet city, es uno de los cinco mundos imaginarios que el artista australiano presenta en una impactante exposición que se puede ver, con entrada gratuita, desde mañana, 19 de diciembre, hasta el 28 de enero en la Sala BBK de Bilbao. Producida por Fundación Telefónica, llega a la capital vizcaina tras pasar con gran éxito por Madrid, Ciudad de México y Lima. Una apuesta artística de nivel internacional, con la que “la Sala BBK será, por unas semanas, un verdadero museo de arte audiovisual, consolidándose también como espacio expositivo aparte de como recinto programador y productor de artes en vivo”, ha señalado Gorka Martínez, director General de BBK. “Esta exposición es una actividad propia de Fundación BBK, enmarcada en su línea estratégica de escuchar e implicar a la ciudadanía en el debate público sobre los retos relacionados con la sostenibilidad y los ODS de la Agenda 2030”, destaca Gorka Martínez. 

Liam Young es conocido por sus cautivadoras visiones de mundos futuristas que imagina y que plasma en forma de grandes videoinstalaciones, presentes en museos como el MoMA o el Metropolitan de Nueva York o el Victoria and Albert de Londres, ha explicado María Brancós, Responsable de Exposiciones y Colecciones de Fundación Telefónica, también presente en el acto de inauguración.

Arquitecto especulativo

Young se formó como arquitecto, pero el artista australiano no hace edificios: “Soy un arquitecto especulativo que cuento las historias en películas. Un tipo de ciencia ficción que está muy conectado con la realidad del presente, con la ciencia y la tecnología actuales”.  

Para sus creaciones, parte de una rigurosa investigación académica del presente, en colaboración con profesionales de múltiples disciplinas: diseño, ciencia, tecnología, ingeniería, economía Con el apoyo también de autores de ciencia ficción, Young idea relatos futuristas que filma con técnicas digitales punteras (escáner láser, drones autónomos…). Así, sus obras audiovisuales atrapan al público por las potentes imágenes de lugares ficticios abrumadores, pero habitados por gente que, con sus acciones y sus historias, mantiene viva la esperanza de que otra vida es posible.

Me interesa que nuestra ficción tenga una base sólida de la realidad del presente”. “En el mundo actual, buscamos tendencias y señales de posibles futuros factibles; exageramos y extrapolamos cosas que ya están aquí”, ha subrayado.

El creador australiano refleja mediante impactantes piezas audiovisuales algunas amenazas del presente y sus posibles desenlaces, como el uso de las tecnologías o el cambio climático. “Pretendo mostrar cómo podría ser el mundo del futuro a través de sueños, crisis, esperanzas e imaginaciones”, recalca.

 La exposición muestra “diferentes tipos de futuros y posibilidades”, invitando al espectador a reflexionar sobre la realidad que habita y cómo sus actos podrían impactar en el futuro. “Estas historias son mi visión de cómo podría ser el futuro, pero espero a que animen a la gente a crear sus propias historias sobre el futuro en el que les gustaría vivir. Vivimos una era en la que se plantean grandes riesgos pero, a la vez, se abren nuevas oportunidades como sociedad y mi intención es que estas piezas audiovisuales sirvan para tomar conciencia de a qué nos enfrentamos y como fuente de inspiración para poner en marcha mecanismos que atajen los futuros distópicos”.

Young ha dicho que en sus trabajos buscan “pensar las imágenes para identificar soluciones sobre la tecnología, pero cuestionando el binomio entre utopía y distopía para construir nuevos imaginarios para el futuro a través de historias sobre las posibles consecuencias de los escenarios tecnológicos y medioambientales emergentes”, ha resumido.

Xabier Sagredo, presidente de BBK, el artista Liam Young y Javier Benito, director de Telefónica en Euskadi. Oskar González

Recorrido

La exposición arranca con la pieza In the robot skies (en los cielos robotizados), que imagina un futuro en el que los drones son casi tan ubicuos y cotidianos como las palomas. “Por 100 dólares te puedes comprar uno de resolución de profesional”, explica Young, que ha rodado este corto en Londres, donde ya se utilizan incluso para la vigilancia de adolescentes bajo arresto domiciliario. En esta ciudad de un futuro cercano, un dron hackeado se convierte en el medio a través del cual dos jóvenes se enamoran.

El corto Where the City Can’t See (Donde la ciudad no puede ver) está grabado en Detroit y elaborado íntegramente con los sistemas de escáner láser de los coches autónomos y los drones. Aborda conceptos sobre la automatización, la tecnología de las ciudades inteligentes y la inteligencia artificial. La pieza nos habla de jóvenes que huyen en taxis independientes por los márgenes de la urbe y que, vestidos con trajes para impedir que la Inteligencia Artificial pueda percibirlos, se dedican a bailar, beber y practicar sexo.

Young no es muy optimista con respecto a que se consiga avanzar en el problema del cambio climático. Está convencido de que es necesario un cambio de mentalidad y un profundo giro cultural, así como un esfuerzo de todo el planeta para eliminar, entre otros problemas, el dióxido de carbono de la atmósfera. En la videoinstalación The Great Endeavour documenta lo que podría “ser el proyecto constructivo más grande de la humanidad”. “The Great Endeavour es una máquina que secuestra el carbono que se ha expandido por el planeta, para procesarlo, compactarlo y enterrarlo”, explica.

Otra de sus videoinstalaciones, The Emissary, es el diseño de una nave espacial que se envía desde la Tierra para vagar a través del universo. “Está diseñada por una serie de científicos e ingenieros de la NASA para crear un objeto que resista la fuerza de la decadencia y del espacio y que dure toda la eternidad”, Liam Young

En un habitáculo exterior se ha instalado una sexta pantalla donde se proyectarán reveladores datos extraídos de los estudios que, dentro de su programa Habitantes del futuro, la entidad lleva tiempo realizando en Bizkaia.