La Quincena Musical enfrenta las últimas jornadas de su 84ª edición. Para su programa principal, el sinfónico que acoge el auditorio del Kursaal, han programado una doble cita protagonizada por la Deutsche Kammerphilharmonie Bremen. El primero de los recitales tuvo lugar ayer por la tarde y además de con Omer Meir Wellber, batuta titular del conjunto, contó con la participación solista de la violinista Hilary Hahn, una de las más reconocidas virtuosas de este instrumento. El próximo concierto, con el que se bajará el telón de la Quincena, tendrá lugar este viernes, en una sesión en la que la Filarmónica de Cámara de Bremen estará acompañada por la coral Andra Mari de Errenteria para abordar la que se conoce como Misa Nelson –su nombre original es Misa in Agustiis–, una de las sinfonías más reconocidas de Joseph Haydn, y también para interpretar la Sinfonía nº1 en Do Mayor, que Beethoven estrenó en Viena en 1800.

El director israelí, en una rueda de prensa que tuvo lugar ayer por la mañana y en la que se presentaron ambos programas, explicó que existe un hilo conductor que cose los dos conciertos. Se refirió así, a que las obras seleccionadas responden a composiciones de “juventud” de Mozart, Beethoven y Schubert, mientras que la elección de esta Misa de Haydn, escrita después de la derrota de Napoleón en Egipto en 1798, responde a la realidad de que Haydn a finales del XVIII y principios del XIX era un autor consolidado y “padre intelectual y musical” de la joven promesa que encarnaba Beethoven. Así, para el recital del viernes proponen un “diálogo” entre el maestro consolidado y el joven que llegó para revolucionar el panorama musical europeo con dos partituras coetáneas. “Creo que será interesante para el público descubrir qué es lo que un joven como Beethoven llegó a coger de un experimentado compositor como Haydn”, comentó Omer Meir Wellber.

Haydn compuso 106 sinfonías y esta Misa es considerada por muchos expertos y musicólogos como su obra cumbre. Para Andoni Sierra, director de Andra Mari Abesbatza, la obra es de “una redondez extraordinaria” que fue escrita, en un inicio, sin apenas recursos por parte del autor, lo que le llevó a componer para el mínimo indispensable de músicos. No obstante, la que abordarán la coral de Errenteria y el conjunto de Bremen será la segunda versión que creó, una partitura “más colorida, rica y con una paleta de colores increíble”.

Se trata, en cualquier caso, de un repertorio que no suele ser frecuentemente interpretado en los auditorios. Esto es debido, especificó el director de la Quincena, Patrick Alfaya, debido, precisamente, a tratarse de partituras de juventud de sus autores. Por ejemplo, entre las “raras” piezas que tocaron ayer se encontraba la Sinfonía nº 1 en Do Mayor, pieza que Mozart escribió cuando apenas tenía ocho años de edad, durante su residencia en Chelsea (Londres). El concierto, además, se abrió con la Apertura de la ópera Don Giovanni del austríaco y con el Concierto para violín más “popular” que compuso, la que se conoce como El turco, dado que en su tercer movimiento florecen una serie de reminiscencias musicales a lo que era la música turca de la época, fruto de la cercanía de ambas culturas y del Imperio Otomano. Aunque Mozart la compuso ya de adulto, especificó el batuta, aún era joven cuando escribió este concierto, apenas tenía 31 años.

El programa se completó con la Sinfonía nº2 de Franz Schubert. También se trata de otra obra de juventud, no en vano, el también músico austriaco apenas contaba con 18 años cuando la estrenó. “A veces es interesante escuchar cosas poco conocidas de compositores muy conocidos”, concluyó el maestro.

La mejor orquesta

La Deutsche Kammerphilharmonie Bremen se encuentra en plena campaña, dado que la prestigiosa revista Gramophone la ha nominado como una de las diez mejores orquestas de este año. No obstante, la votación es popular. Es por ello que esperan que el público de Quincena salga satisfecho de ambas citas y conceda su beneplácito al conjunto mediante su voto. l