Ni la Covid que sufrió la semana semana ha podido con Bruce Springsteen a sus 73 años. Aunque ha tenido que suspender tres de la casi treintena de conciertos ofrecidos en Estados Unidos, el veterano rockero y su The E Street Band, ampliada para la ocasión a 18 miembros entre músicos y coristas, arranca este fin de semana el tramo europeo de su gira con dos conciertos en el Estadio Olímpico Lluís Companys de Barcelona, este viernes y el domingo, ambos con todas las entradas vendida e invitados VIP como los Obama y el cineasta Steven Spielberg.
Springsteen, a sus 73 años y medio, no se rinde. En la noche del 1 de febrero inició en la ciudad de Tampa (Florida) el tramo estadounidense de su nueva gira mundial con su himno No Surrender tras casi seis sin actuar en vivo con su The E Street Band, ampliada para la ocasión hasta los 18 miembros. Concretamente desde que en febrero de 2017 finalizara en Australia su gira mundial de 14 meses The River Tour, que fue nombrado como el tour mundial más importante de 2016 por Billboard y Pollstar, y que pasó por Donostia.
“Después de seis años, estoy deseando volver a ver a nuestros increíbles y leales fans el próximo año. Y estoy deseando compartir de nuevo escenario con la legendaria E Street Band. Nos vemos el año que viene…y más allá”, indicó el músico antes de iniciar estos conciertos en el tramo estadounidense, donde ha actuado en pabellones de aforo medio –unas 20.000 personas– frente al más del doble de los estadios que llenará a su paso por Europa.
El rockero, que está en Barcelona desde la madrugada del jueves alojado en un hotel de la zona alta de la ciudad, ofrecerá dos recitales que rondarán las casi tres horas de duración, a pesar de su edad. En teoría, está de nuevo en la carretera para presentar sus dos últimos discos, el de versiones de clásicos del soul y el r&b, y su notable Letter to You, de canciones propias. En Estados Unidos ha interpretado solo una o dos canciones del primero y cuatro fijas del segundo: Letter to you, Last Man Standing, Ghosts y I'll see you in my dreams, esta última en formato acústico y como cierre del repertorio.
Las 55.000 personas que abarrotarán el estadio barcelonés en cada uno de sus dos conciertos, disfrutarán con clásicos de la banda, ya que los recitales europeos del músico se convierten en karaokes de sus éxitos masivos aunque, hasta ahora, ha obviado temas como Born in the USA o The River. El grueso de su actuación se concentra en sus dos álbumes gloriosos de los años 70, Born to Run y Darkness on the Edge of Town, de los que interpreta Prove it all Night, The Promise Land, Backstreets, Badlands, Backstreets, She´s the One, Thunder Road, la propia Born to Run… El setlist se completa con clásicos como Rosalita, Glory Days, Dancing in the Dark o Because the Night.
18 músicos y coristas
En su regreso a “las giras a la viaja usanza”, Springsteen se ha vuelto a rodear del núcleo duro de los superviviente de The E Street Band –los guitarristas Steve Van Zandt, increíblemente delgado y en forma, y Nils Lofgren; el batería Max Weinberg; el bajista Garry Talent; el teclista Roy Bittan y, de forma ocasional, su esposa y vocalista Patti Scialfa–, al que ha sumado incorporaciones más recientes como la violinista y corista Soozie Tyrell, el organista Charles Gordiano y el saxofonista Jake Clemmons, sobrino del mítico Clarence ‘Big Man’, cuatro coristas, un percusionista y una sección de metales.
Tras sus dos conciertos en Barcelona, el tour proseguirá después por Dublín, París, Ferrara, Roma (Italia), Ámsterdam, Landgraaf (Holanda), Zúrich (Suiza), Gotemburgo (Suecia), Oslo (Noruega), Copenhague (Dinamarca), Düsseldorf, Hamburgo, Múnich, (Alemania), Viena (Austria) y Monza (Italia), antes de volver a Estados Unidos, para completar la gira americana
Curiosidad
Los seguidores vascos de Springsteen que no puedan desplazarse a la Ciudad Condal sí podrán disfrutar con las grabaciones de los conciertos estatales, ya que el veterano músico ha ido publicando sus recitales estadounidenses en su propia página web, con un sonido magnífico y en varios formatos –digital y también físico– pocos días después de su celebración y a un precio asequible, y se espera que haga lo propio con los recitales europeos.